Conflictos de la educacion

EDUCACION EN COLOMBIANO

GUILLERMO LEON PEREZ CANO

FACULTA DE EDUCACION

SEMESTRE V

2015-2

PROFESORA

CAROLINBA PEÑA

CURSO

DEMOCRACIA ESTADO Y DERECHOS HUMANOS

FECHA

30 DE OCTUBRE

UNIVERSIDAD AUTONOMA LATINOAMERICANA

(UNAULA)

ANTIOQUIA

MEDELLIN

2015

LOS MAESTROS EN CONTEXTO COLOMBIANO

Y EL COLFLICTO

Dice la UNESCO que los conflictos armados siguen representado un obstáculo importante para el desarrollo humano en muchas partes del mundo, con amplias repercusiones negativas en lo social y cultural como en la educación y las prácticas pedagógicas que se llevan a cabo en diversos contextos, tanto urbanos como rurales.

Crecemos y vivimos en un país y territorio caracterizado por el miedo, instantes que muchas veces se convierten en una incierta realidad, donde se evidencia combates, despojos, desapariciones, amenazas y masacres, marcados en muchos casos por la impunidad. Nuestra sociedad naturalizo ya la violencia, es por ello que cuando se asesina a una persona lo primero que se nos viene a la cabeza es ¿Qué habrá hecho? Y en respuesta decimos ¡A uno no lo matan por nada! Es por ello que muchas veces actuamos en modo noctambulo, porque no esperamos ni el regreso, ni el verdad ni mucho menos la justicia. Aquella que solo esta reñida, donde todo se aniquila y solo hay desafuero y reina la maldad. Es en este contexto donde muchas veces muchas veces al maestro le toca desarrollar un proceso de adaptación bastante complejo, jugándosela toda por el reconocimiento y desarrollo de este derecho constitucional que tenemos los habitantes de este país, actuando con principios ético pedagógicos y sobre todo asumiendo el riesgo, poniendo la vida en dilema y centro de escena, no creo que piensen si la muerta los acompaña la violencia tal y como se desarrollo en el contexto Colombiano asumida a partir de la división territorial entre la zona rural y urbana.

El conflicto social y armado que se vive en la cotidianidad de las zonas rurales genera tristemente campos de noche eterna, donde los actores armados que hacen parte del conflicto actual sin problemas, haciendo de esta manera que el ambiente se torne pesado, porque quien no pertenezca a dicho bando es el contrincante, “O estas con migo o eres mi enemigo”, siempre estas a la defensiva, desconfiando de todos, generando así sociedades y tumbas de silencio, callando todo aquellos que les comprometa y asumiendo definitivamente un total y desastroso aislamiento cultural, social y hasta la económico. Por otra parte está el contexto urbano en el cual se desarrollan lógicas un tanto distintas a las presentadas de las zonas rurales, pues no suceden conflicto marcado por lo político ideológico, sino por el control de la extorción, el transporte, trafico, distribución y comercialización de narcóticos y un sin número de productos o mercancías ilegales; generando de igual manera una sociedad temerosa y armada en la cual se derrama sangre de pájaro herido día y noche, de esta manera se genera un contexto bastante pensado para niños y jóvenes, los cuales van demasiado cargados a las aulas y colegios, donde el docente asume una posición bastante psicológica, pero que suele tornarse peligrosa al “combos” de grupos urbanos ilegales al notar que están perdiendo consumidores o que incluso los docentes están generando una cultura de sospecha, de valentía y denuncia, por ende de la legalidad. De esta manera notamos que vivimos ante la generalización y naturalización del miedo, muchas veces amenazados por nuestra labor de docentes, sin conocer la procedencia de la mismas, pero expectante ante lo que pueda pasar con niños familias y comunidades. “Por otra parte, se hace necesaria la pregunta por la fundamentación de la educación en Derechos Humanos como soporte para la formación crítica, participativa y respetuosa de los ciudadanos, quienes, a partir del conocimiento, y con ello la capacidad en aras de reclamar para sí sus derechos, denotan en este proceso la relevancia del papel de la educación.” (Sánchez, 2007: Pag.343).  

...