Constitución moderna como regla jurídica esencial del Estado

INTRODUCCION

La finalidad de este trabajo es demostramos como es la Constitución como fuente del Derecho, siendo estudiada a través de la normal, el hecho social y valores. La constitución es una pauta básica de precepto legal, consigue establecer un punto de vista material y juicioso. La constitución radica en la categorización estructural y material y todo País tiene una constitución.

De forma juiciosa la constitución es estimada como una regla política que rige el poder político. La Constitución es considerada como la norma que evidencia, restringe y constituye el poder nacional, creando medidas para el Estado, determinados por los derechos principales de las personas y por un contiguo de principios, nociones y establecimientos.

La política constitucional instaura la ordenación del Estado, en relación a los mandos y cargos de varios entes que lo acomodan, asimismo asegura la presencia de un Estado de Derecho, que radica en el Estado en el cual los derechos principales de los elementos se localizan adecuadamente asegurados, por efecto resulta preciso para el mantenimiento de la sociedad.

La Constitución es fuente de derecho en el espacio formal y en el material. En el ámbito formal limita como es que el Estado puede establecer el derecho. La constitución marca cuales son las partes fundadas para regir y para establecer, su organización, la capacidad, así como la forma que dichas partes deben perseguir para la generación de la clasificación jurídica.

DESARROLLO

En Grecia y Roma era muy frecuente escribir en bronce, en mármol o absolutamente en piedra, las legislaciones más significativas. La epigrafía griega y latina exponen una profusa fortuna en cuanto a la creación normativa (véase Cortés Copete, Juan María, Epi- grafía griega, Madrid, Cátedra, 1999). Exhibidas al público, aprobaban a la población que estudiara, o se hiciera leer, las reglas que se administraban; asimismo, proporcionaban la imagen de fijeza, por su permanencia.

Desde entonces, no se debe reflexionar que la extensa utilidad de las reglas enclaustraba una aptitud cautelosa, extraña a la permutación; paradójicamente, si algo manifestaron los griegos y los romanos fue su cabida de recapacitar institucionalmente, que es una representación de certificar que las permutas son viables sin conmover la autonomía y la seguridad de los individuos, muchas instituciones fundadas por los romanos, algunas hace más de veinte siglos, siguen creando fragmento de los códigos modernos, son esencia de informes usuales por el sistema y trascienden tenazmente solicitadas por los magistrados de diversas zonas del mundo.

Muchas son las razones para creer lo que es una Constitución. Para los instrumentos de este trabajo admitiremos que la Constitución es el reglamento legal de autoridad. Desde punto de vista, la Constitución es quien reglamenta cuatro convenciones de analogía con la potestad: el derecho al poder, el derecho del poder, el derecho ante el poder y el control del poder. El derecho al poder contiene toda la progresión de autonomías legales, entre las que plasman las comisiones electorales, el derecho de sociedad, y la independencia de pensamiento y expresión.

En otra parte, la Constitución además examina el derecho del poder. En esta sección plasman la forma de organización y funcionamiento de todos los miembros del Estado y los partidos políticos, cuando el régimen les imputa puestos de excelencia legislativa concretamente en lo que pertenece a informar en procesos electorales y situar el trabajo del parlamento.

El derecho ante el poder está completado por la escala de cauciones para los derechos de seguridad, propiedad, libertad e igualdad que toda Constitución demócrata debe garantizar.

En la vigilancia del poder pertenecen los materiales legales que acceden a dominar a cada uno de los miembros del poder íntimamente de los términos que le determina la Constitución.

Estos efectos pertenecen por equivalencia a la ciudadanía, a sus agrupaciones representativas y a cada uno de los órganos del poder con relación a los demás. Un sinnúmero de establecimientos que corresponden a las convenciones de regulación constitucional del poder, y que valen como

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