Contrastes

Habitante o no, para nadie es raro oír de la Comuna 13, ha sido blanco de cuantas noticias, críticas y reportajes podamos imaginar, en los periódicos locales aparecen portadas amarillistas con los muertos del día anterior , hablando de cuan peligrosos son los barrios, de las bandas que allí están erradicadas y todo lo referente a violencia y muerte; pero si bien, tristemente, esto hace parte de la realidad, son contadas las veces que escuchamos sobre las obras sociales, artistas prodigiosos, gente importante que ha salido de estos barrios y demás aspectos positivos que tiene para rescatar esta comuna.

Es importante tener en cuenta la importancia del proyecto social de este lugar, ya que no es una obra de caridad, es un camino para algunas personas, especialmente jóvenes que están hundidos de una u otra forma en el conflicto armado; dándoles la oportunidad de no ser solamente un pillo, un muerto más.

Este fenómeno de violencia se lo podemos achacar a muchos factores, pero en la mayoría de los casos, no es más que el producto de la desinformación y el no acceso a la educación, de lo cual se podría situar como culpable, primeramente el gobierno, ya que se supone, es el proveedor toda la estructura educativa pública y luego, a los diferentes conflictos territoriales por los cuales se les tiene vetado el paso y el uso de instalaciones, a ciertas personas, en determinados lugares.

Esto último, conocido como barreras invisibles, se hizo famoso en los últimos años, ya que fue el motivo de varias ejecuciones, desplazamientos, enfrentamientos armados, amenazas y demás; Este fue el caso de Jenny Romero, una estudiante que residía en el barrio Belencito Corazón, a quien no se le permitió seguir estudiando en un colegio del barrio San Javier, por no pertenecer al sector.

Y como este, podemos citar muchos ejemplos más, pero sin duda alguna, es igual o superior, el número de casos de personas que han sido conocidas, por su continua lucha por la paz, pero sobre todo, por la desestigmatización de ese "barrio violento" donde para los ojos de algunos solo existe caos y muerte.

Ya sea por medio de rimas, letras, ayuda, recreación, risas, chistes y toda forma de jolgorio, decenas de civiles, organizaciones y artistas brindan a las personas de los diferentes sectores, la alegría, la distracción y el regocijo que estas necesitan.

“Aquí siempre hay algo para hacer, uno nunca se aburre” dice un habitante del barrio la divisa, “si no hay parche aquí, hay parche allá”, y no es de extrañarse, aquí se hacen todo tipo de actividades, que van desde conciertos de todo tipo de música, hasta pinturas de murales. En la mayoría de las ocasiones, todas estas actividades, son dedicadas a algún gestor de paz en la comuna, ya sea que esté vivo, o muerto por las circunstancias.

A todas estas labores comunitarias, se suma el trabajo de los que difunden el mensaje de la

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