Contratos Laborales Intuitu Personae

Un contrato es una convención que necesita de tres elementos esenciales, los cuales son consentimiento, objeto y causa lícita, además de las partes que, en este caso, son el empleador y el empleado. En otros tipos de contratos puede haber cambios subjetivos, es decir, que cambie alguna de las partes pero en este caso no, pues los contratos de trabajo son personalísimos y se refieren a una relación jurídica única, bien sea por un tiempo o no determinado o por una obra determinada. Esto es lo especial del Derecho del Trabajo, o lo que lo distingue del resto de las ramas, que en éste la posición de una de las partes es muy preciada: la parte débil, el trabajador.

Ya se sabe que en esta rama de trata con dos tipos de sujetos: la parte fuerte, empleador, y la parte débil, el empleado, pero ¿qué lleva a éstas partes a relacionarse? Pues, la necesidad del primero de lograr algún objetivo y la necesidad del segundo de trabajar, es decir, que el primero confía en la capacidad del segundo para que le colabore, por lo tanto el contrato que regla esta relación jurídica es intuitu personae, personalísimo y en el momento en el que una de las partes no pueda seguir con esta relación, el contrato se extingue definitivamente.

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