Crisis Mexicana

Crisis de diciembre de 1994 tuvo que ver con un manejo acelerado de las cuentas externas del país a lo largo de 1994.

Salida masiva de capitales de inversión externa, agotando las reservas internacionales de divisas, macrodevaluación descontrolada del peso traducida en un proceso inflacionario contenido por rígidas medidas de contracción monetaria y fiscal, que desencadenó un crisis financiera, productiva y social.

Se dio en un momento en que la economía nacional era extremadamente vulnerable a ataques especulativos como, una alta deuda externa privada, un sistema bancario extremadamente vulnerable, un entorno monetario extremadamente líquido resultado de la sobreexpansión del crédito y un régimen legal excepcionalmente liberal, determinado por la carecía de instrumentos específicos de regulación de entradas y salidas de capital.

La crisis amplió su magnitud por el gran incremento del endeudamiento externo privado.

La relación entre el endeudamiento y el PIB había pasado entre 1993 y 1994 de un nivel de 43.3% en el primer año a 55.3% en el segundo.

La crisis se convirtió en crisis financiera como resultado de la macrodevaluación del peso y el proceso inflacionario resultante. En el contexto de la crisis financiera, devaluación e inflación interna se tradujeron en una recesión muy aguda del aparato productivo y en crisis social profunda, una caída del salario real, la concentración brutal del crédito y un apreciable aumento del desempleo abierto.

La caída del peso superó al 110%. El autor plantea la necesidad de distinguir entre lo que debió ser el proceso devaluatorio ordenado, gradual y requerido desde bastante antes por las necesidades comerciales, productivas y de regulación de los flujos de capital externo, de la macrodevaluación tardía y exagerada que desencadenó la crisis.

Con la crisis reaparecieron problemas agudos de deuda externa, como los del reembolso de Tesobonos en el primer trimestre de 1995, el incremento del servicio de la deuda pública y privada y los nuevos problemas planteados por el paquete de rescate.

Para la deuda pública, el impacto de la crisis se tradujo en 1995 en un incremento del 30% de la parte externa de la misma (27 mil millones de dólares incluyendo los compromisos del Banco de México con el FMI), y de aún más en términos internos reales por efecto de la devaluación. La deuda externa tendió a resolverse por un nuevo salto en su proceso de internacionalización de la gran empresa nacional a partir de una diversidad de procesos como ventas de activos y derechos de propiedad al capital trasnacional, asociaciones estratégicas con el mismo o reingreso bastante antes de lo esperado a los mercados internacionales de capital.

La tendencia al desequilibrio comercial y la tendencia a la sobrevaluación cambiaria y su relación con el conjunto de los determinantes de la crisis fueron tipos de factores estructurales

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