Crisis económica del Ecuador
Enviado por cbr629 • 20 de Abril de 2021 • Ensayo • 4.629 Palabras (19 Páginas) • 186 Visitas
Ensayo: “Crisis económica actual del Ecuador”
“Cuida de los pequeños gastos; un pequeño agujero hunde un barco”
Benjamín Franklin (1706 – 1790)
Justificación
Antecedentes
La historia económica del Ecuador, desde su nacimiento como república en 1830, ha estado marcada por varias crisis económicas, éstas han causado que la población tenga limitaciones en su desarrollo, especialmente en temas ligados al aspecto social como la salud y educación. Con el avance de los hechos económicos en el siglo XIX e inicios del siglo XX, se consolido en el país un modelo agroexportador concentrado en la producción de cacao, es así como el Ecuador, llego a ser su principal productor a nivel mundial. Esta expansión de la producción agrícola sirvió de fuente enriquecimiento a los propietarios del capital, sin llegar a expandirse a la clase trabajadora.
En el aspecto internacional, “el siglo XIX, dominado por la economía británica, fue, en general, un largo período de crecimiento económico fundamentado en el intercambio comercial entre los países” (Requeijo, 2010, p. 3). Este intercambio comercial se basaba en las relaciones políticas y neocoloniales de las potencias de la época, especialmente concentradas en Europa. Este crecimiento económico se frenó abruptamente con el advenimiento de la Primera Guerra Mundial, la posterior Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial; condujeron al rompimiento del modelo exportador europeo, para dar paso al nacimiento del Acuerdo de Washington que fue el cimiento para la creación de los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
En el Ecuador, los primeros años del siglo XIX fueron de continua inestabilidad, marcada por las relaciones políticas, el caudillismo y el fin de la época cacaotera. En lo que respecta al ámbito económico, Acosta menciona que “los propietarios del capital financiero han concentrado sus inversiones en el desarrollo agroexportador, dejando de lado la industrialización de la economía y dependiendo de la productos importados como materia prima para los procesos fabriles” (Acosta, 2008, p. 11). Este modelo económico que se imponía en el país en los principios del siglo anterior, no ha variado en gran magnitud; lo que ha cambiado son los productos de exportación, anteriormente ligados con el cacao o banano, hasta llegar al petróleo. El bajo nivel de industrialización se mantiene en los medios de producción nacional, por lo que la dependencia de las importaciones es notoria en la economía nacional.
“A partir de 1972, la bonanza petrolera generó potencialidades económicas y grandes ingresos para el Estado, que se trasladaron a obras de inversión e infraestructura pública. Este gasto público se financia con los ingresos petroleros” (Vasquez, 2012, p. 271). Esta dinámica de inversión pública dejo de lado al sector privado, por lo que la dependencia de la producción externa, se afianzo debido a la inyección de liquidez en la economía nacional; estos recursos se destinaban al consumo de productos suntuarios que provenian de las importaciones y por lo tanto no dinamizan a la producción nacional, que se limitaba a la fabricación de materias primas básicas.
Así lo afirma Cueva en su investigación al mencionar que “con la llegada del boom petrolero en la década del sesenta y setenta del siglo anterior, la dinámica de la economía no sufrió ningún cambio, se pasó de los productos agrícolas al petróleo como fuente de divisas para alimentar la economía nacional” (Cueva, 2014, p. 10). Con la llegada de la democracia, a partir del año 1979, la situación económica del país no tuvo un cambio significativo, su dependencia del modelo exportador de petróleo paso factura a la economía nacional, ya que en los años ochenta el precio del barrio de petróleo se redujo a niveles inferiores a los $ 30 y sufrió una evidente caída de la inversión pública.
Según lo indica el investigador Proaño “en el año 1979, Ecuador vuelve a tener un gobierno elegido democráticamente, desde 1981 se da una sucesión de gobiernos conservadores que inclinaron sus políticas económicas hacia el recorte del gasto público y una fuerte influencia del Fondo Monetario Internacional” (Proaño, 2011, p. 24).
Larrea afirma en relación a lo mencionado anteriormente “hacia 1982, las condiciones que condujeron al boom petrolero en Ecuador, se agotaron, y el país, agobiado por una pesada deuda externa, afectado por los precios adversos de sus productos de exportación y por los efectos negativos de la enfermedad holandesa inició su transición hacia un nuevo período de su historia económica, bajo una estrategia de ajuste estructural y promoción de exportaciones, inspiradas en los lineamientos del Consenso de Washington” (Larrea, 2004, p. 23)
Estas medidas económicas de reducción del gasto público y liberalización de la economía fueron la causante de la protesta social, por la creciente inflación debido a la dependencia de las materias primas que el sector industrial importaba para sus procesos productivos. Esta relación del aspecto externo de la economía se vinculó con los desequilibrios de las relaciones económicas internas, que fueron marcadas por constantes devaluaciones del tipo de cambio, constante inflación y un proceso de acumulación de deuda externa.
Al respecto Espinosa indica que el “Ecuador vivió una crisis financiera generalizada, unida a una crisis fiscal, una inflación acentuada y una recesión de la economía, agudizada por una errática política económica por parte del gobierno del presidente Mahuad” (Espinosa, 2000, p. 1).
Estas relaciones económicas son el desencadenante de la crisis financiera, con fuertes consecuencias en el sistema bancario, con la quiebra y estatización de los principales bancos del país y congelamiento de depósitos. Esto fue el preludio para que se impoga en el país el modelo de tipo de cambio fijo con el uso del dólar estadounidense como moneda para las transacciones comerciales, financieras y económicas en el país.
Con la llegada del nuevo siglo, el Ecuador entre en un nuevo modelo económico delineado por la vigencia de la dolarización, que trae como consecuencia una inflación controlada y la variable relacionada con la inestabilidad del tipo de cambio es eliminada, lo que permite que las personas vean como su salario básico se mantiene y existe la posibilidad del crédito con el sistema financiero nacional, el cual se encuentra fortalecido posterior a la crisis bancaria. A partir de la vigencia de la dolarización el país tiene un crecimiento económico sostenido, el cual se acentúa con los altos precios de petróleo que permiten la inversión en obra pública y el incremento de la masa salarial de la burocracia en el país.
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