¿Cómo Pensar Una Escuela Mejor?

¿Cómo pensar una escuela mejor?

Se han comenzado a producir nociones de cambio y crisis en el sistema educativo que ha dado lugar a discursos, debates y propuestas de reforma pedagógica, instructiva e institucional. Todos parecen acordar que la escuela necesita un cambio.

Actualmente las personas y las prácticas institucionales se hallan en un proceso de constante cambio y dinamismo y por lo tanto la escuela se encuentra inmersa dentro de esta realidad. La educación como práctica social se manifiesta en una doble dirección pasado-futuro: los procesos educativos siempre están trabajando entre las normas los conocimientos del pasado, los valores, las tradiciones construidas por la sociedad a lo largo de la historia y las apuestas del futuro.

El rol de la pedagogía más que construir cursos de acciones que todos deban seguir, debería ser identificar problemas y ofrecer una crítica:

Es indispensable que se apunte a educar teniendo en cuenta:

Aprender a aprender: implica que además de transmitir información y contenidos la escuela debe lograr que los alumnos los aprendan, incorporen nuevas maneras de comprensión de la realidad y cualidades que les sirva para resolver problemas en su vida cotidiana, así como también conflictos políticos, sociales, culturales y productivos. Debe ser fundamental formar personas autónomas que puedas seguir estudiando luego de haber completado la enseñanza básica.

Aprender a vivir juntos: formar ciudadanos cooperativos, democráticos, que incluyan y se preocupen por el prójimo y que posean responsabilidad social.

Formar ciudadanos comprometidos, trabajadores, críticos, responsables y con proyectos. Para esto es fundamental un sistema educativo dinámico que se focalizce en los saberes y en los valores significativos, pudiendo entrelazar las buenas practicas del pasado con las del presente.

¿Cómo empezar el camino?

En la actualidad se habla de la necesidad de cambiar la escuela y sus prácticas, porque estas han quedado estancadas en el pasado y ya no responde a las necesidades sociales.

Podemos observar que ya lo alumnos no son como lo eran antes que han cambiado, ya no son idealistas de antaño, ya no aceptan ordenes adoctrinadas, además la era de internet define un nuevo espacio. Estas características ya han pasado a través de los muros de las escuelas y éstas no se pueden mantener al margen de la nueva realidad.

Enseñar a repetir es equivalente a enseñar a acatar, creer en la existencia de un saber único que no admite críticas. Sin embargo se debe enseñar a resolver problemas, a utilizar información y no simplemente a repetirla de memoria. Por lo cual es fundamental poner en crítica los antiguos métodos de la escuela.

Por ejemplo: romper con la tradición del libro instituido no sólo permite imaginar otras formas de acumulación del saber, sino que también hace hincapié

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