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DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO


Enviado por   •  14 de Octubre de 2013  •  22.783 Palabras (92 Páginas)  •  348 Visitas

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DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO

I -INTRODUCION

II- ALGUNAS DEFINICIONES DE DIH

III- DESARROLLO HISTORICO DEL DIH

IV- FUENTES DEL DIH

V- PRINCIPIOS DEL DIH

VI- APLICACIÓN DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO

VII- PROTECCIÓN DE LOS BIENES

VIII- PROTECCIÓN DE LAS VÍCTIMAS DE UN CONFLICTO ARMADO

IX- NORMAS INTERNACIONALES Y SU ÁMBITO DE APLICACIÓN

X- COMO SE APLICA EL DIH.

XI- CORTE INTERNACIONAL PENAL

XII- CRUZ ROJA INTERNACIONAL

XIII- DERECHO INTERNACIONAL DE LOS REFUGIADOS

XIV- EL ACNUR

XV- EL DIH y LOS DERECHOS HUMANOS

XVI- INSTRUMENTOS INTERNACIONALES DEL DIH

XVII- TENDENCIAS EDUCATIVAS ACTUALES EN AMERICA LATINA

XVIII- CONCLUSIONES.

XIX- NOTAS PERIODISTICAS

XX- BIBLIOGRAFIA

XXI- SITIOS WEB

XXII- ACRÓNIMOS INSTRUMENTOS INTERNACIONALES DD.HH

I - INTRODUCCIÓN

1.1 En un principio, en los conflictos armados, era la costumbre y las normas emergentes de la misma, las que regulaban dichos enfrentamientos, es decir normas no escritas y acotadas a un hecho y a un lugar. Posterior y progresivamente aparecieron tratados elaborados entre los beligerantes que eran ratificaban a veces después de las batallas.

Por lo expuesto el derecho aplicable a los conflictos armados era limitado. Esta limitación estaba dada para una batalla o un conflicto determinado, en un momento también determinado. Estas normas variaban según la época, la moral y las civilizaciones.

Jean Henry Dunant nació en Suiza, en la ciudad de Ginebra, el 8 de mayo de 1828 en el seno de una familia religiosa y que se dedicaba más a realizar obras caritativas que a acumular riquezas y murió en Heiden, Suiza, el 30 de octubre de 1910.

Ingresó en la "Liga de las Almas", cuyos miembros se dedicaban a socorrer espiritual y materialmente, como voluntarios, a los pobres y enfermos de Ginebra.

Presenció la Batalla de Solferino - 24 de junio de 1859, entre los ejércitos del imperio austríaco y de la alianza francosarda, norte de Italia, donde participaron 300.000 soldados y resultaron muertos o heridos 40.000 de ellos. La batalla duró 16 horas.

Dunant brindó su ayuda durante varios días a los heridos en combate, haciéndosele carne la idea de que tanta desgracia se podía evitar, llegando a la conclusión de que la única forma de estar en paz consigo mismo era escribir sobre la tragedia y horror que había presenciado. Esta circunstancia cambió su vida y la de millones de personas.

Escribió un libro “Recuerdo de Solferino”. Donde no solo se limitó a narrar los hechos sino que demostró que la mayor parte del sufrimiento hubiera podido evitarse sin dificultad, de ese espectáculo de caos y dolor, surgiría más tarde el movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

En su libro -corrió con los gastos de la primera impresión y en noviembre de 1862 apareció la primera edición. La reacción que provocó el libro fue impresionante. El éxito arrollador de la obra dejó anonadado a Dunant-

Es a Henry Dunant a quién se debe la codificación de las normas humanitarias, la que comenzó en la segunda mitad del siglo XIX por su iniciativa, luego de siglos de cambiantes leyes sobre los usos y costumbres de la guerra

En “Recuerdo de Solferino” formuló una pregunta que cambiaría la historia de la humanidad: ¿No se podrían fundar en tiempo de paz sociedades voluntarias de socorro compuestas de abnegados voluntarios altamente calificados cuya finalidad sea prestar o hacer que se preste, en tiempo de guerra, asistencia a los heridos?

Así es que propuso la creación de sociedades nacionales para ocuparse de los heridos, sin distingo de bando en que estuviesen enrolados, raza, nacionalidad o religión, sugiriendo a los Estados la elaboración de un tratado para tal fin.

Estas ideas se plasmaron en 1864 en una conferencia diplomática en la que participaron 16 Estados que aprobaron el Convenio de Ginebra para el mejoramiento de la suerte que corren los militares heridos de los ejércitos en campaña.

El Convenio de Ginebra, es un tratado multilateral, abierto a todos los países para proteger tanto a los militares heridos de los ejércitos que se encontrasen en campaña como al personal sanitario. Entonces lo revolucionario de este tratado es que por primera aparecían normas escritas de carácter universal, imponiéndose un emblema, una cruz roja sobre un fondo blanco, que en el futuro sería reconocido universalmente como símbolo de solidaridad internacional.

Los hechos siempre preceden al derecho, la solución jurídica para una serie de catástrofes que aparecen en el devenir histórico de la Humanidad por consiguiente siempre aparecieron con posterioridad a los hechos dañosos para las personas.

El DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO –DIH- no fue la excepción a esta regla, en la Primera Guerra Mundial -1914-1918- se utilizaron gases, contra el enemigo, captura de miles de prisioneros de guerra civiles, etc. Luego hubo que ratificar los convenios firmados con anterioridad para que esto no se repitiera.

La Segunda Guerra Mundial -1939-1945- muestra una reducción en la cantidad de civiles muertos y capturados, respecto de la proporción de la Primera, a pesar de las persecuciones étnicas y religiosas. En 1949 se aprobaron los Cuatro Convenios de Ginebra para proteger a los heridos, enfermos, prisioneros y civiles.

La finalidad del Derecho Internacional Humanitario ha sido limitar los sufrimientos causados por los conflictos armados, brindando en la medida de lo posible, protección y asistencia a las víctimas de esos conflictos. Este objetivo no ha variado. Aunque en el sistema actual, desde la entrada en vigor de la Carta de las Naciones Unidas, se rechaza inequívocamente la guerra internacional

1.1 - Principios generales que rigen los conflictos armados

Los convenios que codifican la normas que regulan los conflictos armados no pueden prever todas las situaciones, y mucho menos las innovaciones en armamentos y la táctica militar. Por eso es que se establecen principios generales que fueran aplicables a cualquier circunstancia.

El principio básico es que las necesidades militares han de armonizarse con las consideraciones de humanidad.

Otro principio es el de discriminación: se basa en la distinción entre objetivos militares y bienes civiles, por un lado; y combatientes y población civil por otro.

Este principio está complementado por un tercero: principio de proporcionalidad, en virtud del cual están prohibidas las acciones militares cuyos daños sean mayores a la ventaja militar que pueda obtenerse (“males superfluos”)

Por ejemplo,

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