DESAFIO QUE PRESENTA LA ENFERMERIA EN EL PRESENTE SIGLO
Enviado por karinasergio • 15 de Octubre de 2011 • 2.314 Palabras (10 Páginas) • 2.865 Visitas
INTRODUCCION:
En México, el siglo XXI es un tiempo de cambio en lo que corresponde a la salud de las personas. Por eso, habrá modificaciones profundas en los procesos de morbilidad - mortalidad de los seres humanos y las poblaciones. Los cambios suceden en un ambiente vulnerable y en un contexto globalizado.
La pirámide poblacional refleja un aumento de la longevidad, con énfasis en personas mayores de 85 años. Por eso, la atención sanitaria requiere participación de la comunidad, responsabilidad individual de los enfermos y habilidades especiales de los profesionales que los atienden. Por tanto, enfermería al igual que otras profesiones tiene oportunidades de desarrollo científico y técnico.
En el ensayo se exponen aspectos relevantes del siglo XXI, indicadores de la existencia de un cambio del patrón globalizado de salud. Además se presenta cómo los cambios obligan a reformar los sistemas de salud y estrategias a seguir, porque se requiere de participación comunitaria, responsabilidad individual y habilidades profesionales para enfrentar los cambios y los retos actuales. Asimismo, se analiza que la generación de esos cambios crea oportunidades profesionales como la revaloración de los perfiles y los desafíos a los que se enfrenta Enfermera Mexicana y como las asociaciones ayudan a la superación de nuestra profesión.
DESARROLLO:
El siglo XXI representa una época que reclama un patrón nuevo de salud porque ofrece posibilidades de mayores expectativas de vida, sustitución del dominio de las enfermedades agudas por las crónicas, aparición de enfermedades ligadas al desarrollo; presencia de fenómenos sociales nuevos como la inmigración, el aumento de las desigualdades y la violencia; el progresivo envejecimiento de la población; el aumento de las personas dependientes. Todo lo antes enumerado se ubica en un contexto de vulnerabilidad del medio ambiente. El envejecimiento progresivo de la pirámide poblacional se determina por el descenso de la natalidad, dato que a la vez, se complementa con una disminución de la fecundidad y el incremento de la longevidad. El último, es el resultado de la disminución de la mortalidad general; y, en particular, del descenso de la mortalidad infantil, junto al de la natalidad. La situación de cambio de la pirámide poblacional tiene la particularidad de mostrarse como una realidad estructural, por su efecto globalizado, produce de manera directa, el envejecimiento de la población en razón del incremento en el número de personas que sobrepasan los 65 años. El proceso de enfermar estará dominado por un conflicto ecológico, de tipo natural y comunitario, cuya expresión es la enfermedad transmisible. Por tanto, las enfermedades mentales, las laborales y el envejecimiento prematuro serán su expresión. La nueva era sanitaria ha transitado desde el dominio y protagonismo de las patologías agudas a la necesaria convivencia con la cronicidad.
Lo cual se está traduciendo en la exigencia de cambios muy notables que demandan, y lo harán con mayor intensidad en el futuro, nuevas y más costosas estrategias de intervención. Pero, también las enfermedades congénitas, los accidentes laborales y las discapacidades novedosas emergidas por una sociedad motorizada (cerebro vascular y neurológico), las enfermedades nuevas como el SIDA, la manipulación genética y los conflictos familiares, sociales, políticos, económicos, constituyen formas nuevas de discapacidad y dependencia.
La problemática social de la dependencia, forma parte de la dinámica y consecuencias del proceso de envejecimiento que afecta a la mayoría. Es verdad que no se pueden identificar los conceptos de vejez y dependencia, dado que la segunda recorre toda la estructura de edades. Lo anterior no niega el impacto especial que representan las demandas relacionadas con las dependencias en las personas con mayor edad y; en especial, en edades superiores a los 80 años. Del protagonismo del hospital y del modelo de enfermería dominante, se está transitando hacia un modelo más abierto con mayor protagonismo de los usuarios en la gestión de su salud. La comunidad exige nuevos comportamientos en quienes padecen los problemas; pero requieren también, actitudes distintas de los profesionales que los atienden (enfermería). Frente a la importancia del diagnóstico y del tratamiento inmediato, cobra relevancia la prevención, la promoción, el pacto entre profesionales y usuarios, la negociación y el recurso de ayudas de profesionales en enfermería.
De manera que enfermería, al igual que otras profesiones, ha sentido la necesidad de avocarse al establecimiento de procesos científicos, críticos, investigativos para el mejoramiento de nuestra sociedad. La formación de enfermeras y enfermeros fundamentada en una concepción social de salud, que se evidencia en cambios curriculares importantes. Según las necesidades establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es necesaria por las siguientes consideraciones:
A). Evidencias de la capacidad gerencial que enfermeras (os) ejercen en el ámbito nacional en los diferentes niveles jerárquicos de atención de salud y en los distintos grupos poblacionales.
B). Evidente necesidad de establecer coaliciones, alianzas, que modifiquen los imaginarios colectivos y representaciones sociales, para lograr un avance significativo en salud.
C). La proyección futura del patrón epidemiológico se caracterizará por el consumismo, los hábitos nocivos, la salud laboral, la limitación en los recursos y las desigualdades sanitarias.
D). Los factores sociales, cuya existencia o limitaciones seguirán favoreciendo la incidencia y prevalencia de patologías como el cáncer, los accidentes de diversa índole, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades mentales, entre otras.
E). El envejecimiento, la migración, el desarrollo humano, económico y su distribución desigual, el desempleo, la riqueza nacional, son factores que determinan el gasto sanitario más importante. Por ello, el costo de la atención del primer nivel de atención en salud se ha convertido en un reto político esencial.
F). Una visión apropiada de las funciones desde las que sea más probable influir en la efectividad de la atención de la salud, puede ser utilizada en la valoración y monitoreo de los cambios en las políticas sanitarias.
G). Fomentar la participación social, es la necesidad de hacer partícipe a la población en el cuidado de su salud y garantizar su derecho a la elección. Si los resultados objetivos del proceso de atención sanitaria se acentúan, entonces, será más fácil promover la implicación de la población en el desarrollo de los mecanismos y las bases de información que lo posibilitan.
El hecho incuestionable de la participación social,
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