MIGRACIONES EN AMERICA LATINA SIGLO XIX, UNA OPORTUNIDAD TODO UN DESAFÍO.

MIGRACIONES EN AMERICA LATINA SIGLO XIX, UNA OPORTUNIDAD TODO UN DESAFÍO.

En la actualidad el tema de las migraciones, es un punto que forma parte en la agenda política de mandatarios de los países receptores de gran masa de gente que año a año llegan en busca de oportunidades, que a pesar de poner ciertas restricciones de ingreso y estadía en sus países siguen llegando mas y mas personas en busca de mejores oportunidades. Los Latinoamericanos migran a otros continentes especialmente al europeo como por ejemplo España que en el año 2002 sumaban alrededor de 283 mil latinos.

Latinoamérica no siempre fue exportador de mano de obra , históricamente se sabe que en la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX varios países de América Latina fueron un atractivo para migrantes de otras partes del mundo. Como es el caso de los chinos culíes en Perú y Cuba y el de los europeos en Brasil , Argentina , Uruguay y en menor medida en Chile. Que llegaban en busca de oportunidades económicas y era entonces este continente específicamente en esos países los que brindaban la ocasión de poder mejorar su condición de vida, aunque en realidad no fue lo que esperaban como es el caso de los inmigrantes asiáticos, pero si para los europeos que fueron bien recibidos por los gobiernos latinoamericanos.

Cuba en el siglo XIX tubo la necesidad de mano de obra y fueron los chinos los que estuvieron presentes , llegando alrededor de 124 mil chinos .

En Panamá por la construcción del canal , el crecimiento del tráfico marítimo y plantaciones de plátanos atrajeron a muchos migrantes y claro como se necesitaba mano de obra las legislación no les ponían obstáculo alguno para su ingreso , sabían que si no llegaban extranjeros a ofrecer sus servicios los salarios subirían y los precios de sus productos también y esto no era bueno para la competencia en el mercado mundial. También Costa Rica les abrió la puerta a los asiáticos .

En Chile hubo pocos inmigrantes ya que su desarrollo económico no requería de abundante mano de obra. Los asiáticos trabajaban en las minas de nitrato.

En Brasil, por la producción cafetera requirió de mucha mano de obra ya que el tráfico de esclavos africanos había sido abolida . Por lo tanto el gobierno brasileño tuvo que solucionar ese problema y estimular la inmigración europea. Una de sus estrategias fue llevar panfletos y pancartas y esparcirlas por toda Italia, tratando de vender una buena imagen del país y así, atraer inmigrantes. Rápidamente, miles de italianos comenzaron a comprar pasajes para Brasil, en busca de dinero y mejores condiciones de vida.

Al inicio, el gobierno brasileño encaminó estos inmigrantes para las zonas rurales del Sur de Brasil, donde los italianos se convirtieron en pequeños agricultores y latifundistas. Más tarde, las haciendas de café en el Sudeste se convirtieron en destino de la mayoría.

El gran incentivo que tuvo la inmigración italiana en Brasil no fue tan solo al cubrir la falta de mano de obra que se instaló en el país. Los italianos eran católicos hablaban una lengua latina y tenían costumbres parecidas con la raíz luso-brasileña. Para el gobierno de turno esto ayudaba a "europeizar" la cultura brasileña. El inicio de la inmigración italiana coincidió con el proceso de abolición de la esclavitud y con la expansión

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