DETERMINACIÓN DEL NIVEL DE PRECIOS: IPC Y TASA DE INFLACIÓN

2. DETERMINACIÓN DEL NIVEL DE PRECIOS: IPC Y TASA DE

INFLACIÓN

Una de las informaciones que más interesa a los ciudadanos es la relativa al

crecimiento de los precios. Sin embargo, no es tarea sencilla medir lo que aumentan los

precios en un determinado período de tiempo, ya que no basta con observar su

evolución. Hay muchos bienes y servicios y si alguien preguntase a un economista

¿cuánto han subido los precios en un año? Seguramente respondería con otras preguntas

¿qué precios? ¿El de la carne? ¿El del pan? Sin embargo, no estamos interesados por el

precio de un bien concreto sino en la evolución de los precios en general. Es necesario,

por tanto, obtener una magnitud que represente a todos los precios.

Lo más sencillo que se nos podría ocurrir sería presentar el precio general de un

año como la media aritmética de los precios de todos los bienes, pero este sistema

tendría un importante fallo, estaríamos concediendo la misma importancia a los precios

de todos los productos en ese agregado y, por tanto, la variación del precio de cualquier

artículo afectaría en la misma medida al nivel general de precios. Sin embargo, debido a

que las variaciones de los precios se utilizan frecuentemente para medir la evolución del

poder adquisitivo, es evidente que no todos los precios de artículos individuales afectan

al poder adquisitivo por igual. El precio de un producto afecta al poder adquisitivo de

un consumidor tanto más cuanto mayor sea el gasto que el consumidor realiza en él.

La solución a este problema consiste en utilizar como medida agregada una

media ponderada de los precios que conceda un peso mayor a los precios de los

productos en los que el consumidor realice un mayor gasto. Éste es el método que se

utiliza en el principal agregado de precios: el Índice de precios de consumo o IPC.

El IPC, por tanto, es un índice complejo ponderado formado a partir de los

índices simples de los precios de las mercancías más representativas del consumo

de una familia (la cesta de la compra).

La cesta de la compra incluye un conjunto de artículos que se consideran

representativos del consumo medio de una familia.

La elección de los artículos se realiza, desde 1997, a partir de los datos que

proporciona la ENCUESTA CONTINUA DE PRESUPUESTOS FAMILIARES. Desde enero de

2022, en el IPC, base 2021, se seleccionan 955 artículos y, después de especificar

claramente los productos, se le asigna un peso a cada uno. Esta tarea la realiza el

Instituto Nacional de Estadística.

Cada producto tiene una diferente ponderación, que representa la importancia

relativa que tiene cada artículo de la cesta de la compra frente a los demás, que deriva, a

su vez, de la frecuencia con que se adquieren, las cantidades que se consumen, etc. Esto

depende de la situación económico-social de las familias, los hábitos de consumo y el

entorno social. Los pesos que se asignan se revisan continuamente para que la cesta esté

adaptada al consumo real de las familias. Concretamente, la ponderación representa la

proporción del gasto efectuado en cada artículo respecto al gasto total efectuado por los

hogares.

El IPC, que se publica mensualmente, tiene como objetivo medir la evolución

del nivel de precios de los bienes y servicios de consumo adquiridos por los hogares

residentes en un año. La precisión con que se realice esta medición depende de dos

cualidades que todo IPC debe tener: la representatividad y la comparabilidad

temporal.

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 El grado de representatividad del IPC viene determinado por la adaptación de

este indicador a la realidad económica del momento; así, la tasa de variación

calculada se aproximará más a la evolución del conjunto de precios de la

economía, cuanto más se adapten los elementos seleccionados para su medición a

las pautas de comportamiento de los consumidores. Para conseguirlo, los artículos

seleccionados que formarán parte de la cesta de la compra deben ser los más

consumidos por la mayoría de la población, los establecimientos de la muestra

deben ser los más visitados, y la importancia relativa de cada artículo en la cesta

de la compra debe responder a las tendencias de consumo de los hogares.

 Por otro lado, hay que recordar que el IPC es un indicador que sólo tiene sentido

cuando se establecen comparaciones en el tiempo; de hecho, un número índice no

tiene apenas significado si no viene acompañado de una comparación con índices

de otros periodos de tiempo para obtener las tasas de variación correspondientes

(puede ser un mes, un año, o cualquier otro momento en el tiempo). Por ello, la

otra cualidad atribuible a un IPC es la comparabilidad temporal: se refiere a la

necesidad de que todos los elementos que definen el IPC permanezcan estables a

lo largo del tiempo excepto, lógicamente, los precios recogidos mensualmente.

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