DEVELANDO LA HISTORIA EN LA ESCRITURA ARTÍSTICA
Enviado por martiinita • 30 de Agosto de 2012 • 15.300 Palabras (62 Páginas) • 578 Visitas
INTRODUCCIÓN
Cierta vez dijo Aristóteles que todo acto humano tiene como finalidad última hacer el bien, seguramente habría descartado o pasado por alto que sólo ocurre en casos excepcionales, porque muchas veces tales actos son contaminados y/o viciados por defectos; antivalores que desencadenan todo tipo de pecados, como ira, orgullo, avaricia, entre otros.
Sin embargo, la literatura con su facultad de abarcar temáticas múltiples, asume la existencia de las intenciones desvirtuadas que se evidencian y se perpetúan en la historia y el presente de la humanidad.
Sendos ejemplos artísticos exponen su compromiso por comunicar realidades desafortunadas, reflejo del mal que condiciona el accionar social; que plantea en todos los casos dos posturas a manera de antítesis: por un lado, la de aquel o aquellos que participan en función del mal como herramienta constante, y por otro, la del o los que se ven subordinados, sometidos por la fuerza de los primeros. En este sentido, se denominará opresores a los de carácter “activo” y oprimidos a los “pasivos”.
Partiendo de este planteo, se llevará a cabo un seminario de literaturas comparadas con el propósito de evidenciar huellas que denoten el abordaje sistemático de personajes opresores y oprimidos, en distintos testimonios narrativos, orientado por un hilo conductor formulado hipotéticamente con la siguiente interrogación: ¿Es irreversible que el soporte de la condición humana tenga que basarse en la relación dicotómica oprimido y opresor?.
Para tal fin se analizarán seis obras, desde la mirada de los aportes de teoría de la recepción y la perspectiva fenomenológica con respecto al proceso de lectura. Así, se tendrá en cuenta la estructura del texto literario con los modos por los que éste puede ser concretizado, enfatizando tanto en su polo artístico como en el estético, entendiendo al primero como al texto creado por el autor y al último como la concretización llevada a cabo por el lector. Asimismo se adhieren la dinamicidad de la obra, para cuya interpretación, el lector debe involucrarse y desplegar la imaginación de tal manera que se logre completar su parte no escrita, además de establecer conexiones entre los correlatos interoracionales evocando experiencias conocidas y asimilando nuevas consecuentemente.
Establecidos los parámetros, cabe citar las obras que competen al presente:
Libro Bíblico “El éxodo”.
“El diario de Ana Frank”.
“El Lazarillo de Tormes”.
“Como agua para chocolate”, de Laura Esquivel.
“Operación masacre”, de Rodolfo Walsh.
“Luna caliente”, de Mempo Giradinelli.
Ejemplares en conjunto de literatura Clásica, Extranjera, Española, Iberoamericana, Argentina y Regional
LIBRO BÍBLICO: EL ÉXODO
El Éxodo es el segundo libro de la Biblia y del Torá (El Pentateuco, la Ley), del Tanaj (la Biblia hebrea), y del Antiguo Testamento Cristiano. Puede agrupárselo también en la colección llamada libros históricos.
Como en muchos otros libros históricos, la historia abordada en éste es de carácter religioso y cultural antes que bélico, diplomático o político.
AUTORES
El libro ha sido atribuido tradicionalmente por judíos y cristianos al legislador Moisés (como los demás libros del Pentateuco: en griego penta, “cinco”, teuk, “estuche”; engloba los primeros libros del Antiguo Testamento).
Moisés fuel autor del Éxodo, narra la historia que pasó con el pueblo de Israel. Según algunas hipótesis, los principales autores de este trabajo habrían sido yavistas, elohistas, sacerdotes y la llamada tradición dentorománica. Además, estiman que la poética Canción del mar y el Código del Pacto, escrito en prosa, son trabajos originalmente independientemente de autores asociados a los grupos antes indicados.
En esta hipótesis, los elohistas son identificados como únicos responsables del episodio del Becerro de oro, y la tradición sacerdotal, como autores de las instrucciones para crear el Tabernáculo, las vestimentas, los objetos rituales, y la descripción de su creación. Los tres autores o equipos de escritores principales son también directamente responsables de cada una de las partes del código de la ley: los elohistas del Pacto, los sacerdotes del Decálogo ético y los yavistas del Decálogo de rituales.
Se cree que las otras partes del libro fueron construidas con versiones entremezcladas de yavistas, elohistas y sacerdotes. La reconstrucción de las historias en esas fuentes, aplicando esas fuentes, aplicando esta hipótesis, permite identificar las variaciones entre las historias. Por ejemplo, la tradición sacerdotal nunca advierte al faraón acerca de las plagas, pero en su lugar las presenta como una prueba de sus magos, y siempre involucra a Aarón. En cambio, en la tradición elohista se da una advertencia al faraón, que lo desoye. Se describe al faraón como alguien que duda en ceder pero finalmente se aferra a su decisión cuando Moisés amenaza con las plagas.
Estos autores difícilmente dan una opinión positiva acerca de Aarón. Si se narran dos Éxodos que suceden en distintas épocas, posteriormente refundidos, el primero o yavista se correspondería con la expulsión de , los hicsos por Amosis, y el episodio del paso del Mar Rojo, u recurso literario cuyo precedente se encuentra en el Papiro Westear, donde un mago egipcio “separaba” las aguas de un lago.
ANÁLISIS
Librada de toda preocupación por los aspectos fácticos y académicos, la historia que aquí se narra es de tinte popular, que se esfuerza por convertir la salida de Egipto en una gran epopeya nacional, con el propósito de mantener vivo en la memoria del pueblo hebreo el hecho fundacional de sí misma como Nación: la salida de Egipto y la consiguiente liberación de la esclavitud.
Fuera del marco que localiza a la obra como “relato de aventura”, es decir su polo estético, en su contenido artístico lo que lo implica al lector es el hecho de la prisión de los hijos de Jacob en el país de los faraones, y como tal responde a la temática eje del presente.
El autor comienza describiendo y evocando la gobernación de José, hijo de Jacob, en Egipto, de manera magistral, luego de ser vendido por sus hermanos al faraón que imperaba en tiempos remotos. Así logró que todos los pobladores egipcios progresaran luego de sufrir un denso período de hambruna, de modo que le fue permitido honradamente que tanto su padre, como sus hermanos y todos los israelitas pudieran asentarse en aquella su nueva tierra, y ser tratados como habitantes corrientes.
Luego
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