Derecho del Trabajo de Miguel Bermúdez Cisneros.

Derecho del Trabajo de Miguel Bermúdez Cisneros

PARTE I

El trabajo en la historia

Este autor comienza a dar una breve introducción al concepto de trabajo, que lo define como una actividad inalienable al hombre, necesaria para la creación o la transformación de una cosa y la satisfacción de sus necesidades, por lo tanto ha sido un factor del desarrollo económico tanto individual como colectivo.

Como hemos estudiado en Derecho del trabajo, este mantiene un equilibrio entre los factores de producción y trabajo, quien presta el servicio y quien lo remunera económicamente.

La esclavitud

La esclavitud es la primera forma del trabajo, el sometimiento de un hombre a dominio y disposición de otro. Su origen surge como consecuencia de las guerras, los vencedores al principio sacrificaban a los derrotados, pero con el tiempo comenzaron a utilizarlos para la realización de trabajos forzados. Esta fue expandiéndose a tal punto de que la población quedo dividida entre esclavos y personas libres.

Roma

        El esclavo formaba parte del patrimonio, era un objeto, no era considerado como persona y era tratado como tal, una cosa más, propiedad del hombre libre y dominante de quien estaba a su cargo.

        Antes de la guerra contra Cartago, no había tantos esclavos. Después de las Guerras Púnicas, el número de esclavos a disposición de un solo amo aumentó lo cual propicio un valor mínimo pecuniario individual y tratos inhumanos hacia aquellos. Con el tiempo, la economía basada en la esclavitud comenzó a decrecer, la población esclava era escasa y los obligaban a permanecer en un campo sin derecho a salir ni podían enajenarlos.

Régimen feudal

La sociedad feudal fue severamente clasista y estática. Esta organización social estaba conformada por los clérigos, que poseían la cultura y el poder, los guerreros, que eran los dueños de la riqueza, y la masa de los siervos, villanos o aldeanos, que eran los hombres productivos que sostenían el régimen. El señor feudal era quien ejercía autoridad sobre ellos, eran siervos, propiedad del feudo quien tenía derechos sobre su libertad, podía dar, vender o cambiar por otros. La mujer trabajadora era inferior, por lo tanto no representaba un valor económico o de desarrollo.

En cuanto a la organización social del feudalismo: la tenencia de la tierra propicio una doctrina económica, la riqueza del feudo debía generarse únicamente con la producción en él de todo lo que sus habitantes necesitaran, sin permitir que lo producido saliera del feudo, impidiendo que entraran productos trabajados en otras regiones. Sistema de economía agrícola, cerrada y consuntiva, en el que poca o ninguna importancia tuvieron los trabajadores como clase social

La servidumbre

Su origen data en la época de los emperadores cristianos en Roma, anclaba al hombre a la tierra, que tenía que cultivar durante toda su vida, y como pago solo recibía parte de las cosechas.

Los esclavos ya no eran objetos como habían sido considerados en tiempos más antiguos de Roma, se encontraban subordinados a su amo, pero permanecían siendo hombres no una res, estaban obligados a servirles en el campo, oficio del mismo amo y quehaceres domésticos. Los hijos de los siervos también eran siervos, pero conservaban su libertad de formar una familia. Las causas para que un siervo obtuviera su libertad eran las siguientes:

1. Si el siervo descubría a algún falsificador de moneda.
2. Si el siervo acusaba al homicida de su señor o vengaba su muerte.
3. Si el sometido descubría alguna traición al reino.
4. Si el siervo se casaba con una persona libre.

El colonato

        El colono era un hombre libre, aceptaba trabajar las tierras del señor feudal, aquel podía gozar de lo que producía pagándole una cuota a este. Su obligación era permanecer en dichas tierras y asentarse junto con su familia.

El vasallaje

        Era la práctica menos rigurosa en cuanto al trabajo dentro del régimen feudal, se buscaban oportunidades laborales. El sometido debía a su patrón fidelidad, homenaje y dependencia que nacía después de que este besara la mano del señor feudal en público comprometiéndose a la subordinación.

Las condiciones laborales en la Edad Media

        El trabajo durante la Edad Media era parecido a la esclavitud. Las grandes propiedades comenzaron a desaparecer, reemplazadas por las aparcerías o por los arrendamientos con contrato temporal y a renta fija. Quienes eran siervos se convirtieron en obreros libres o artesanos. Contratar un aprendiz fue entonces diferente, este debía tener una edad entre 12 a 15 años y dependiendo del oficio era la duración de su aprendizaje; el maestro tenía sobre el aprendiz derecho de guarda, de vigilancia y de corrección. Terminado el aprendizaje, el obrero era admitido en la corporación, pero solo después de haber pagado cierta suma, que era como un festejo de su admisión, trabajaba unos años más y perfeccionar su educación profesional, después pasaría a ser obrero u oficial jurando públicamente su lealtad al oficio, pasando esto podía convertirse en maestro, demostrando sus conocimientos ante un jurado y en algunas ocasiones debía comprar el oficio perteneciente al feudo, el candidato prestaba juramento de observar los usos y las costumbres del oficio, de hacer obra buena y ser leal, tras lo cual quedaba admitido.

Comenzaron a surgir organizaciones laborales, un tipo sindicato el cual era obligatorio pertenecer, eran asociaciones de maestros de un mismo oficio, practicaban un monopolio de fabricación y de productos del mercado. El sindicato de patrones actual puede compararse con el Fortiori.

La manufactura

        Implicó grandes inversiones, la concentración de obreros en talleres, la división del trabajo entre ellos y la utilización de instrumentos mecánicos. Comenzaron a diferenciarse las labores domésticas de las artesanales, quienes se vieron perjudicados con las actividades manufactureras, su campo de trabajo empezó a disminuirse y por lo tanto su economía decrecía. Existía una reunión de los trabajadores y de instrumentos de manufactura, dirigidos por un jefe de taller, quien era la autoridad de dichas asociaciones.

Cuatro elementos fundamentales de la manufactura:

1. Concentración de los instrumentos de trabajo.

2. Concentración de productores inmediatos, productividad del trabajo, exigido por la creación del mercado mundial durante los siglos XV y XVI.

3. Separación entre el productor y el consumidor. Clientes del Medioevo, pues no satisfacía la exigencia del gran mercado, el consumidor era proveído por el mercado y no por el productor.

4. Se requería un capital considerable para instalar un taller, así como para contratar al trabajador.^[1]

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