Desafios Ecologicos Del Mundo Contemporaneo
Enviado por NatalyRocha • 1 de Noviembre de 2013 • 2.970 Palabras (12 Páginas) • 346 Visitas
COLEGIO”24 DE MAYO”
Nombre. Nataly Rocha
Curso. 1ro”G”Ciencias
DESAFIOS ECOLOGICOS DEL MUNDO CONTEMPORANEO
Presiones sobre el medio ambiente
La naturaleza, desde siempre ha sido considerada como un bien gratuito a inagotable. Durante mucho tiempo la regeneración del medio ambiente natural se daba por supuesta.
Las revoluciones científicas e industriales han traído consigo un cambio radical en la relación entre la Naturaleza y los seres humanos. El hombre ha llegado a descubrir los secretos de la Naturaleza y con ello ha conseguido conquistarla.
Al apoyarse, como está haciendo, en la explotación extensiva de los recursos naturales, la civilización moderna ha sometido a la Naturaleza a los objetivos de la economía olvidando que ésta tenía necesidad de regenerarse. En el marco del paradigma económico de un crecimiento ilimitado, inspirado por la revolución industrial, la Naturaleza no es más que un activo entre otros, en vez de ser el principal recurso, como en las sociedades agrarias. Ha perdido el derecho al trato de favor que en las culturas agrarias estaba institucionalizado e incluso ritualizado.
A medida que la ciencia descubría la complejidad y el misterio de los complejos naturales vitales, la Naturaleza se iba convirtiendo cada vez más en un factor inerte en el cálculo económico de la Revolución Industrial y en una fuente de explotación. Se ignoró la importancia del medio ambiente natural como espacio integrado en la existencia del hombre, espacio que hay que cuidar y mantener para transmitirlo a las futuras generaciones.
En las culturas agrarias, el respeto que se tenía por los beneficios de la Naturaleza como primer medio de supervivencia (y a veces de enriquecimiento) de los hombres, engendraba la armonía entre las necesidades humanas y el medio ambiente. Esta simbiosis tenía como guardianes principales al campesinado y sobre todo a sus mujeres. El paso desde la agricultura a la producción masiva de carácter industrial con la aportación intensiva de la química, ha producido "la muerte del campesinado en la segunda mitad del siglo XX"1 y ha acelerado aún más la desaparición de una relación armoniosa con el medio ambiente.
Las consecuencias de los atentados contra el medio ambiente afectan al mundo entero, incluso en las regiones que todavía se mantienen en estado agrario, y la responsabilidad del mundo industrial, que es máxima en las sociedades desarrolladas, es incontestable. El mundo en su conjunto se enfrenta hoy a una tarea gigantesca: crear un nuevo equilibrio que sea sostenible. Esto implica que el medio ambiente ya no pueda ser tratado como "depósito de recursos" o como un vertedero, sino, al contrario, como un lugar de vida y de morada. Lo queremos tan limpio, tan sano y tan atrayente como sea posible, y queremos dejarlo en herencia así a los que vienen detrás de nosotros. La calidad del medio ambiente es, directamente o no, un aspecto crucial de la calidad de vida.
La calidad del aire y del agua
El aire y el agua son componentes fundamentales de la Naturaleza y son víctimas de contaminaciones de origen distinto: fábricas, centrales eléctricas, u otras unidades de producción, vehículos y otros modos de transporte, y consumidores.
Después de las altísimas alzas de los niveles de contaminación -en el aire, los efectos nocivos del dióxido de azufre (SO2), del nivel de ozono, los clorofluorocarburos y otros contaminantes, y en el agua con los metales pesados- los países industrializados se han comprometido en programas de "limpieza".
La calidad del aire y del agua ha mejorado notablemente. En la mayor parte de las grandes ciudades han disminuido las emisiones de humos y de SO2, y en algunos sitios fuertemente. Durante los años 80 han bajado los niveles de SO2: han descendido más del 50% en Alemania, Finlandia, Francia, Países Bajos, Suecia y Suiza. En la mayoría de los países también ha disminuido mucho la concentración de metales pesados2, pero las emisiones de óxido de nitrógeno y de gases destructores del ozono (producidos unos y otros por los vehículos de motor) continúan progresando y agravan los casos de asma en numerosas ciudades. En muchos países se ha constatado un aumento de la concentración de nitratos en el agua, imputable a los abonos que se utilizan en la agricultura3.
Estos mismos problemas se encuentran en los países recién industrializados de Asia y de América Latina. Durante los años 80, la contaminación del aire se ha acrecentado fuertemente en China, India, Indonesia, Pakistán y Tailandia, donde las emisiones de SO2han aumentado el 50% o más. La concentración de este gas en Shanghai, Xian, Beijing, Djakarta, Lahore y Teherán, por ejemplo, ha sido de cuatro a ocho veces más alta que en Tokio4.
Se estima que hacia la mitad del decenio de 1980, en particular en los países en desarrollo, había 1.300 millones de personas que al aire libre, estaban expuestas a niveles de humo superiores a los techos fijados por la Organización Mundial de la Salud. Si se hubieran respetado las normas de la OMS se hubieran evitado cada año entre 300.000 y 700.000 muertos5.
En las familias pobres se junta otro peligro, el de la contaminación del aire en las habitaciones. Aparte del humo, la combustión de madera, paja y excrementos de animales produce óxido de nitrógeno, SO2, monóxido de carbono y agentes cancerígenos. Todo esto puede provocar graves afecciones respiratorias y bronquitis crónicas, que cada año matan a unos 4 millones de recién nacidos y de niños de toda edad. Puede estimarse que de 400 a 700 millones de personas, en su mayoría mujeres y niños, están expuestas en sus casas a niveles de humo 90 veces más altos que los admitidos por las directivas de la OMS6.
La atmósfera
Las mayores amenazas contra nuestra supervivencia tienen quizás que ver con las modificaciones que supone para la atmósfera la actividad del hombre: la disminución del oxígeno, recalentamiento del globo producido por la emisión cada vez más abundante de lo que se llaman "gases con efecto de invernadero" (como el dióxido de carbono y el metano) y la destrucción de los bosques.
Aunque la modificación del clima inducida por el recalentamiento sólo avance poco a poco, sus consecuencias serán muy serias. Basándose en las tendencias probables hasta el año 2100, el "Grupo Intergubernamental de Expertos sobre la Evolución del Clima" (GIEC), prevé un alza de la temperatura media de unos 2,9 grados centígrados y una elevación del nivel del mar entre 30 y 100 centímetros. Las islas bajas del Pacífico podrían quedar sumergidas, y hasta 76 millones de personas podrían estar afectadas en las regiones costeras muy pobladas de China. En Bangladesh tendría que desplazarse
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