Desaparicion Forzada

La desaparición forzada es una realidad que se agrava con el tiempo, y persiste desde varios años atrás en Colombia, y la cifra de las victimas desaparecidas desafortunadamente va aumentando cada vez más. Las personas desaparecidas son a menudo torturadas y viven en un constante temor por su vida, apartado de la protección de la ley, privado de todos sus derechos y a merced de sus captores. Es una violación constante que con frecuencia persiste durante muchos años después del secuestro inicial.

A pesar de que esto sea un delito y se violen los derechos fundamentales de cada persona desaparecida tales como el derecho a la vida familiar, el derecho a la vida, a la libertad, a la seguridad y la dignidad de la persona; a la defensa. A pesar de todas estas violaciones e injusticias el problema continua ahí y no hay quien responda por todos estos desaparecidos, Porque para nada sirven la ratificación de tratados internacionales, las leyes, propuestas y recomendaciones si no se hacen reales y efectivas, si no hay eficacia de los derechos de las víctimas y sus familias a la Verdad, la Justicia, la Reparación Integral y las garantías de no-repetición.

Si la persona no muere y finalmente es puesta en libertad, puede seguir sufriendo el resto de su vida las secuelas físicas y psicológicas de esta forma de deshumanización y de la brutalidad, la tortura que a menudo la acompañaron. Su familia, que desconoce la suerte corrida por su ser querido, espera, en ocasiones durante años, unas noticias que quizá nunca lleguen. No sabe si su ser querido volverá algún día, por lo que no puede llorarle y hacerse a la pérdida.

Casos de desapariciones y secuestros generados por la crisis del conflicto armado que vive hoy el país son el motivo del origen de la Asociación Caminos de Esperanza Madres de La Candelaria que agrupa a familiares, amigos, pero primordialmente a madres de personas secuestradas y desaparecidas que luchan por Sensibilizar al país frente a la problemática de la desaparición forzada. Lograr el regreso de los desaparecidos. Cuidar a las personas desplazadas. Hacer posible la defensa y el respeto de los Derechos Humanos. Pará lograr esto realizan marchas masivas donde enuncian la consigna “los queremos vivos, libres y en paz”, reuniones, talleres, se paran frente a la iglesia la candelaria Allí, con pancartas, fotos de sus familiares, la bandera de la Paz, expresan el rechazo a la violencia que les arrebató a sus seres queridos.

Desprecios, humillaciones, intolerancia y divisiones internas han marcado su historia a través de estos años de trabajo incansable por mantener en la memoria de la ciudad y del país los nombres y las imágenes de aquellos que por razones del conflicto han sido desaparecidos de manera forzada, secuestrados y asesinados por grupos guerrilleros, paramilitares y agentes del Estado.

La ley de restitución de tierras dice

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