Desarrollo De Los Adolescentes
Enviado por huarari301277 • 10 de Enero de 2013 • 4.542 Palabras (19 Páginas) • 429 Visitas
En el presente trabajo analizaremos el desarrollo de los adolescentes en sus distintas etapas, comenzando por:
• la interrelación entre el crecimiento corporal y la maduración sexual
• los aspectos biológicos del crecimiento y de la maduración sexual
• el procesamiento personal y subjetivo de los cambios biológicos
La interrelación de los adolescentes es algo que ellos mismos van experimentando atraves de sus cambios físicos.
La edad de inicio de la pubertad tiene una gran variabilidad individual dependiendo de la interacción de factores genéticos, nutricionales y climáticos. En la actualidad es frecuente que la pubertad se inicie entre los 8 y 13 años en las niñas y de los 9 a los 14 años en los varones. Entre el inicio de los primeros síntomas y la madurez sexual han de vivir un proceso que puede durar de 3 a 5 años.
Es importante saber que hay niñas que con 9 años comienzan a transformarse y existirá la posibilidad de que tengan la menstruación con 12 años y, sin embargo, habrá otras compañeras de curso que iniciarán su proceso con 12 años y vivirán su primera regla quizá con 16 años. Igual les sucede a los varones. Al comenzar ellos su desarrollo físico, generalmente más tarde que las chicas, pueden acabar el primer ciclo de secundaria como niños, experimentando los eventos puberales más significativos con más de 15 ó 16 años. Todos tendrán al final un cuerpo adulto y esta certeza debe ser transmitida especialmente a los que van más lentos en su desarrollo.
El joven no sabe relacionarse adecuadamente con el tiempo y teme que no le suceda lo que ya percibe en sus amigos: debe saber que tras la pubertad su estatura se estabilizará, o dicho de otra forma que en aquellos que se desarrollan más tarde la fase de estirón está aún por venir.
El primer trabajo importante que tienen que realizar es aceptar y valorar el nuevo cuerpo que está cambiando. Los padres han de anticiparse explicándoles los diversos procesos que van a vivir (cambios de estatura, de peso, de piel, en las chicas la aparición de la menstruación y la utilización de tampones y compresas, en los chicos los cambios de la voz con los inevitables “gallos” y la aparición de las
Eyaculaciones nocturnas…). No es fácil por la rapidez de las transformaciones a las que les cuesta habituarse. Las variaciones cronológicas en el desarrollo hacen que tanto jóvenes como padres tiendan a la comparación.
Y sobre todo, el joven acompañado de sus padres puede no sólo conocer los cambios que su cuerpo va a experimentar sino ser introducido en su significado.
Cuando un niño o una niña preguntan: ¿por qué tenemos erecciones? ¿Por qué se humedece la vagina de la mujer? ¿Porqué determinados días del ciclo sale por la vagina como un moco que cuelga? ¿Esto es normal?
Es importante que la respuesta del educador sea una respuesta global, que atienda a resolver no solamente los aspectos fisiológicos, higiénicos o sanitarios sino también, y fundamentalmente, humanos y por tanto espirituales.
Son muchos los mitos que rodean a la adolescencia, lo que en ocasiones puede generar tanto en padres como en jóvenes un cierto temor al ver que se comienza a vivir una etapa que nos presentan como especialmente conflictiva o al menos difícil. La realidad es que los hijos irán experimentando cambios bruscos de humor, mayor irritabilidad, deseo de estar cerca de los amigos y aparecer ante sus padres como mayores e independientes.
La adolescencia es una etapa normal del desarrollo, que se presenta en sus diversas manifestaciones con grandes diferencias entre unos jóvenes y otros, tanto en el ritmo de maduración físico, como emocional. En este periodo han de profundizar su propia identidad para situarse ante sí mismos y ante el mundo como personas únicas e irrepetibles, pero tienen necesidad de saberse guiados y limitados por sus padres. Conviene que se les encomienden responsabilidades adecuadas a su capacidad, reconociendo en positivo sus logros y corrigiendo con afecto sus dificultades y fallos.
Irán poniendo en cuestión valores recibidos en la familia, proceso normal y necesario para poder interiorizar y hacer propio todo lo vivido en la infancia. En este camino de crecimiento pueden aparecer sentimientos contradictorios en los que se mezclan la alegría de crecer, con la nostalgia de abandonar los privilegios de ser niños.
Como adolescentes, su necesidad es no necesitaros. Este conflicto es real y se experimenta diariamente mientras aquéllos a quienes amas llegan a ser independientes de ti.
Cuando quieren comunicarse con alguien tenemos que tener en cuenta lo siguiente:
- desearlo y que el otro lo desee también. Si el adolescente en un momento dado se cierra, no podemos hacer nada. Tener paciencia y esperar.
- quién es el interlocutor. Debo descender hasta él y ponerme en su lugar, esto se llama empatizar. Bajar hasta él no significa ser como él, ponernos a su altura, sino ser capaces de meternos en su piel y ver el mundo como él lo ve.
- el mensaje en sí, cómo lo decimos. En el caso de los adolescentes debemos esforzarnos en utilizar preguntas abiertas.
(No es lo mismo “¿de dónde vienes?”, que decir “¿qué tal te lo has pasado?”)
- las circunstancias que nos rodean. A veces, si el ambiente está muy “caliente”, es mejor aplazar una conversación para poder ver las cosas más objetivamente por ambas partes.
- comunicarse con alguien es acogerle sin emitir juicios. Que sienta que puede hablar con la seguridad de que va a ser aceptado tal cual es.
- no sólo hay que escuchar lo que dicen, sino lo que no dicen.
Los adolescentes están llenos de mensajes no verbales y expresan con actos lo que no saben expresar con palabras. Es rarísimo que a esta edad nos digan “necesito hablar contigo”, pero nos recuerdan de múltiples formas que están ahí (el portazo, la proximidad en el sofá...)
Pistas para la comunicación…
1. animar. Es una forma de caricia muy gratificante en esta etapa.
2. interesarnos por él es interesarnos por sus cosas.
3. aceptar la intranquilidad y el descontento. Es una edad de inconsciencia y ambivalencia. Es normal para los adolescentes comportarse de una forma inconsciente e impredecible; fluctuando entre impulsos opuestos, querer a los padres y odiarlos, etc.
4. evitar tratar de ser demasiado comprensivos. Evitar las manifestaciones tales como "sé cómo te sientes". Los adolescentes se sienten únicos. Sus emociones parecen nuevas, personales y privadas. Ellos se sienten complejos e inescrutables y detestan parecer ser tan transparentes, ingenuos y sencillos. Es una tarea delicada para los padres darse cuenta qué
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