Discapacidad
Enviado por paula271 • 26 de Octubre de 2014 • 1.514 Palabras (7 Páginas) • 235 Visitas
Visita a centro para discapacitados
Problemas:
qUE LES GUSTA A LOS DISCPACITADOS
Que no los trates diferente a los demas.
Acércate a esas personas para ofrecer tu apoyo como harías con cualquier otro amigo.
Si alguien es grosero con una persona discapacitada, interviene para defenderla igual que harías si ese alguien estuviera ofendiendo a un amigo tuyo.
Para empezar, analicemos las causas por las que algunas personas se sienten incómodas cuando están con personas con discapacidad. Una de las razones es que algunas sienten lástima por ellas y dan por sentado que están amargadas debido a sus discapacidades. En la mayoría de los casos, esto no es cierto. Muchas personas con discapacidad sienten que esas experiencias han enriquecido sus vidas e incluso, si pudieran elegir, preferirían no prescindir de su discapacidad.
En una entrevista realizada en el programa Larry King Live, algunas personas dijeron de sus discapacidades:
No cambiaría mi vida. No la cambiaría aunque pudiera. De ninguna manera.
Desde luego he ido por un camino distinto en la vida al que pensé que seguiría, pero ha sido un camino genial y ya sabes, lo hemos dicho varias veces, no la cambiaría en nada. [1]
Otra razón por la que algunas personas se sienten incómodas al estar con personas con discapacidad es que tienen miedo a “decir algo inapropiado”. Sin embargo, para la mayoría de personas con discapacidad, eso no tiene demasiada importancia. Lo que importa es que muestres respeto por la persona y veas más allá de su discapacidad.
En la película “Yo soy Sam”, el protagonista, Sam, es un adulto que tiene una discapacidad de desarrollo. Una abogada, que se muestra bastante insensible al principio, le dice:
Necesito que me dé esa lista de personas que pueden testificar, que digan que es un buen padre pese a su minusvalía. No quería decir minusvalía sino su,… su,… discapacidad, o sea, el hecho de que es retrasado… Tampoco es la palabra correcta… [exasperada] No sé cómo llamarle.
A lo que él contesta:
Sam. Puede llamarme Sam. [2]
Una pregunta esencial que se plantea mucha gente es: ¿Cuál es la terminología adecuada? Por ejemplo, ¿discapacidad, deficiencia o minusvalía? Cuando trabajes con alguien que tenga una discapacidad, puedes preguntarle qué término prefiere. Cuando hables en público o tengas que hacer algo por escrito, necesitarás investigar un poco para asegurarte de que utilizas la terminología comúnmente aceptada y de que evitas los términos potencialmente ofensivos. En este capítulo se ofrecen algunas pautas.
Lo más importante que debes saber a la hora de relacionarte con personas con discapacidad es que son personas. Y por tanto, son muy distintas entre sí, incluso en lo que se refiere a su actitud sobre su discapacidad.
Algunas personas prefieren términos diferentes, otras se ofenden mucho con la terminología y a otras les da igual. A algunos les enfada mucho el tema de las barreras a la accesibilidad y arremeten contra los responsables. Otros, sin embargo, tienen mucha paciencia, ofrecen su apoyo y se muestran muy agradecidos con las personas y organizaciones que intentan evitar estas barreras.
A algunas personas les gusta que se les dé la oportunidad de hablar sobre su discapacidad y educar a otras personas sobre los problemas de accesibilidad, y a otras no les gusta nada hablar de ese tema. Cuando ya conozcas un poco a una persona, puedes preguntarle: “Tengo curiosidad. ¿Cómo es eso de usar una silla de ruedas? ¿Te importa hablar del tema o prefieres no hacerlo?”.
Cuando conocí personalmente a un par de personas con discapacidad, todos los prejuicios y estereotipos se esfumaron.
Si cuentas con personas con discapacidad de forma regular para que te ayuden a entender los problemas de accesibilidad y prueben tus prototipos, como se recomienda en Contar con la participación de personas con discapacidad en tu proyecto, plantéate conocerles de forma personal, hasta donde os sintáis cómodos. Por ejemplo, hablad durante la comida y descubrid las cosas que tenéis en común, como hijos de la misma edad, aficiones o vuestros programas favoritos.
Contratamos a Carlos, que es ciego, para que nos ayudara a probar nuestros productos en lectores de pantalla. Una tarde, después de trabajar juntos, unos cuantos fuimos a un pub y nos lo pasamos genial. Conocernos mejor el uno al otro ha hecho que nuestro trabajo sea más productivo y divertido. (Y ahora organizamos el horario de Carlos para que trabaje de tarde siempre que es posible.)
El resto del capítulo ofrece consejos específicos sobre cómo relacionarte con personas con discapacidad.
No presupongas nada sobre las personas o sobre sus discapacidades. No des por sentado que sabes lo que quiere o siente una persona, o lo que es mejor para ella. Si no sabes qué hacer, cómo hacerlo, qué lenguaje o terminología utilizar, o cómo ayudarles, pregúntales directamente.
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