EL PAPEL DE LA MUJER EN LA EDUCACIÓN BÁSICA

INTRODUCCIÓN

En este trabajo se ve reflejado como es el papel de la mujer en la educación básica, a lo largo de la historia. En donde se ve la lucha por el derecho a la educación y la igualdad o equidad de género y como la mujer al pasar el tiempo ha tomado este papel para generar conciencia en la sociedad.

Frente a la educación básica se plantea como la mujer ha luchado por lo que hoy es un derecho primordial para todos, pues cada niña y mujer merece tener acceso a ella, desde la educación básica primaria y básica secundaria. Incluso el papel que el Estado tomó para el surgimiento de la escuela femenina, con igualdad de condiciones que una escuela para varones. Lo que llevo a la mujer a replantear su idea de progreso y su posición en la sociedad actual.

Hasta la mujer profesional que imparte sus conocimientos en el aula, como un ejemplo a seguir, donde quizá muchas niñas que quieran seguir su camino. Es la mujer colombiana quien se ha puesto en la tarea de buscar un lugar junto al hombre en la sociedad, haciendo valer sus derechos, como educadora y receptora de la educación.

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EL PAPEL DE LA MUJER EN LA EDUCACIÓN BÁSICA

Desde que la independencia de la mujer por reclamar sus derechos hasta ahora, se ha venido luchando porque sea reconocida mundialmente en un papel más importante que el de cuidar a la familia, entidades en todo el mundo[1] han dado su aporte para que esto sea posible, desde la educación misma para desempeñar y darse lugar en la sociedad actual.

La educación, para la mujer es una puerta para llegar a una total igualdad entre géneros, y tomar un lugar importante junto al hombre, como un ser pensante. Incluso desde hace varios años se ha comenzado a hablar de los derechos fundamentales de las mujeres[2], y uno de ellos muy importante es el de la educación como un derecho.

En la educación básica, mientras la niñas no disfruten de las mismas oportunidades educativas que los niños, no habrá una igualdad de género con la existencia de escuelas en donde se respeten los derechos, no solo de educación sino de integridad humana para las niñas, en donde la igualdad no solo sea en que cada niña ocupe la misma cantidad de puestos, sino que sean formadas como las mujeres del futuro, lideres e independientes, que sean capaces de hacer valer sus derechos como futuras mujeres.

Desde la época de la colonia por ejemplo, se excluía a la mujer de las escuelas, pues éste era solo derecho del hombre, si una mujer quería educarse, debía entrar al convento para lograrlo. Hasta que en 1783 el colegio de la Enseñanza en Santafé de Bogotá, abrió sus puertas la primera escuela pública femenina a todas las niñas y adolescentes. Una vez ya establecida la República[3], comenzaron a surgir aún más colegios en conventos para señoritas, donde se enseñaba lectura, escritura, aritmética y geografía.

En Antioquia para ese entonces se pensaba que la mujer no tenía el derecho de educarse más que para su familia. Pero es en 1870 cuando estaban matriculadas 4150 niñas, una tercera parte del total. Desde entonces en Colombia la educación femenina había progresado, al finalizar el siglo XIX. Una de las mujeres en desempeñar un papel en la educación fue doña Liberata Arango Barrientos y al apoyo de la iglesia fundo en Medellín una sede del colegio la Enseñanza dando un gran paso a la educación por parte de la mujer y de miles de niñas que en ese entonces pudieron conocer el privilegio de estudiar.

Pero qué tan transcendente, el desempeño de estas mujeres, desde ese entonces se ha creado una gran brecha por la igualdad de educación a nivel de básica primaria[4] es posible decir que, entre 1964 y 1974 se ha generado por parte de la mujer una participación similar a la del hombre. Sin embargo aún no toda la población tenía acceso a la educación, lo que si era claro es que el papel de la mujer tomaba aún más fuerza aun cuando solo recibiera una educación básica.

Es entonces cuando se comienza a replantear que la mujer tiene derechos y desde 1791, después de ser reconocidos los derechos fundamentales del hombre[5], incluso en la Constitución Política Colombiana de 1991[6], en el Artículo 43 que dice; la mujer tiene iguales derechos y oportunidades. La mujer no podrá ser sometida a ninguna clase de discriminación (…) entendiéndolo del modo desde la educación a la mujer no podrá negársele puesto que es un derecho como persona según el Artículo 67 que dice; La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura. (…)

Pero para que esto se cumpla, se debe tener en cuenta cuatro sentidos distintos cuando se habla de igualdad de la mujer, y son; igualdad de derechos compromiso universal de respetarlos, independientemente de las condiciones existenciales; igualdad de trato, implica una consideración compensatoria (ajustes razonables) para que la igualdad sea efectiva; iguales resultado, en tanto se cumplan los tres sentidos anteriores, las consecuencias obtenidas resultan beneficiosas para los sujetos con diversidad funcional y para la sociedad en su conjunto.

Es allí cuando en la educación toma aún más sentido, puesto que cada niña de educación básica, deberá ser partícipe de estos derechos y según el Artículo 70 de la Constitución, reglamentados por la ley 1675 de 2013[7]; El Estado tiene el deber de promover y fomentar el acceso a la cultura de todos los colombianos en igualdad de oportunidades, por medio de la educación permanente y la enseñanza científica, técnica, artística y profesional en todas las etapas del proceso de creación de la identidad nacional (…)

Frente a la educación básica secundaria[8], durante los debates del Cuarto Congreso Internacional Femenino[9] celebrado en Bogotá en 1930, fue evidente que las mujeres tomarían su lugar en la sociedad, en donde se hicieron cambios en la educación femenina. Pues hasta 1933 el bachillerato era para los hombres, hasta que el gobierno decidió abrir este espacio a la educación de la mujer. Dando un paso hacia los ideales que hoy en día se mantienen y lograr en unos años después de educación, estar mejor preparadas para ganar un sustento y tener mayor capacidad de igualdad frente a los hombres.

Aun cuando aquí su concepción completa de educación no estuviera completa, la mujer ya había logrado posicionarse en la educación básica. Uno de los aportes quizá más importantes fue en 1931, cuando es nombrada Rosenda Torres en el Ministerio de Educación Nacional [10]para actualizar la educación primaria para impulsarla y manteniendo

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