EL PAPEL DE LA RESILIENCIA EN LOS PROCESOS DEL TRABAJO SOCIAL

EL PAPEL DE LA RESILIENCIA EN LOS PROCESOS DEL TRABAJO SOCIAL

En el siguiente trabajo se analizara  de forma crítica e independiente el papel que juega la resiliencia dentro del trabajo social, así mismo se dará a conocer la importancia del acompañamiento del trabajador social como impulsador y mediador  en los procesos de cambios desarrollados en el panorama social, se rescatara el punto de quiebre donde el profesional va a intervenir en momentos de crisis y deficiencias con el entorno y también  se hará un aporte desde las bases conceptuales de ambos términos teniendo en cuenta la opinión de diferentes autores  y referente  a contenido teórico común. Los pilares de la resiliencia en la intervención del profesional y las habilidades que realizan viable que los individuos estén en mejor disponibilidad de hacer frente de manera exitosa las adversidades de la vida será un tema que se analizara desde perspectivas y enfoques diferentes

Para entrar en contexto se plantea la siguiente definición de trabajo social, y se tiene en cuenta el debate existente entre sus autores sobre una definición que acoja los lineamientos y planteamientos de cada pensador, se dirá según (Werner, 1959) que es “El Trabajo Social trata de acrecentar el funcionamiento social de los individuos, aislados o en grupos, mediante actividades centradas en sus relaciones sociales, que constituyen la interacción entre el hombre y su medio. Estas actividades pueden agruparse en tres clases: rehabilitación de toda facultad disminuida, provisión de recursos individuales y sociales y prevención de disfunciones sociales” (Werner, 1959) en este orden de ideas podemos plantear el concepto de resiliencia desde una perspectiva paradigmática teniendo en cuenta el objetivo del trabajo social en el desarrollo de acciones a una realidad social , En este sentido, (Rutter, 1993) consideró la resiliencia como un grupo de procesos sociales e intrapsíquicos que posibilitan tener una vida sana, en un medio insano. Dichos procesos se hacen por medio del tiempo, dando bienaventuradas combinaciones entre los atributos particulares y el ambiente familiar, social y cultural, Más allá de cualquier debate conceptual se puede afirmar, que la resiliencia mirada como un fenómeno social que puede tener origen en la capacidad volitiva de los humanos, representa un cambio de paradigma: Privilegia el enfoque en las fortalezas, no en la deficiencia o problema; Implica a las personas, familias, equipos, sociedades e instituciones, a que sean parte de la solución con el grupo de recursos internos y externos que permitan afrontar situaciones críticas de todo tipo; Supera la idea de resiliencia personal y se conceptualiza en Latinoamérica sobre la resiliencia familiar o relacional, comunitaria (Gerardo Casas & Ivette Campos, 2015), con base a lo dicho anteriormente tenemos que la resiliencia cobija factores importantes en nuestra vida, como son desde los más íntimos como la familia y aquello social como las relaciones, desde una mirada más analítica se puede diferir que no se pueden tratar en común, es difícil las relaciones familiares cuanto pueden afectar la salud mental del paciente sin demeritar obviamente la resiliencia que se tiene con el entorno social acá se puede  decir que en  tiempos del COVID-19 se hace necesario desarrollar la resiliencia en dos pilares fundamentales como son la familia y las relaciones sociales y surge la necesidad de desarrollar en nuestra mente algunas capacidades que permitan una mejor disposición ante este tiempo de confinamiento generado por la pandemia.

En ese sentido El Trabajo Social realiza actividades colectivas con actores en situaciones problemáticas o críticas que desfavorecen su óptimo desarrollo bio psico social. Ello pide asumir una cosmovisión distinta del mundo, donde el profesional aporta elementos conceptuales y metodológicos, empero esencialmente son los actores quienes potencian los componentes positivos apostando a generar mejores condiciones de vida para las generaciones futuras

El trabajo social ha acumulado diversos conocimientos alrededor del cómo las personas afrontan en su cotidianidad, las redes causales de las perturbaciones, y de las deficiencias que se crean en la interacción con el ámbito. El trabajo social, en su funcionalidad facilitadora, conoce las elecciones que realizan los individuos para encarar las crisis de la vida, al igual que las maneras de sobreponerse a ellas (Gómez, 2016). El punto de inicio del trabajo social y la resiliencia, marca diferencias sustantivas. El trabajo social habitualmente inicia una mediación desde la constatación del problema o complejidad que expresa el individuo, conceptualizada como un caso, donde consigue importancia la sumatoria de indicios deficitarios que muestra. De esta forma la atención profesional focaliza y prioriza los inconvenientes de los individuos. La información que da la situación, nombrado de esta forma en el lenguaje diario del trabajo social, constituye la materia prima para la preparación de un diagnóstico; el individuo busca la participación del trabajo social, pues no sabe cómo solucionar sus problemas. El proyecto de procedimiento es diseñado por el trabajador social. En este sentido, las disfuncionalidades que se muestran definen las modalidades para el desarrollo personal. De igual manera, los recursos con los que se cuenta en el proyecto de procedimiento, son el razonamiento, las destrezas del profesional y la red social (Gómez, 2016)

...