ENSAYO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO.
Luis Marin BoteroEnsayo4 de Noviembre de 2017
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ENSAYO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO.
EL TRÁFICO Y EL RASTRO DEL MARFIL.
LUIS ANIBAL MARIN BOTERO.
ENRIQUE QUINTERO VALENCIA
22/08/2015
UNIVERSIDAD DE MANIZALES.
¿QUE ES EL MARFIL?
Material de origen natural, que se caracteriza por su color blanco amarillento, de contextura solida o dura que proviene de los dos dientes incisos de la mandíbula superior de los elefantes o de otros animales como el narval, el hipopótamo y el jabalí, pero por los expertos los de mejor calidad son los de los elefantes.
Un colmillo o el incisivo de un elefante puede pesar entre 5 a 10 kilogramos, pero se han visto algunos hasta de setenta kilogramos.
COMPONENTES DEL MARFIL:
Los colmillos se componen de raíz y del colmillo propiamente dicho. Dientes y colmillos tienen las mismas estructuras físicas: cavidad pulpar, dentina, cemento y esmalte. La parte interior es la cavidad pulpar, un espacio vacío dentro del diente que se ajusta a la forma de la pulpa.
EL COMERCIO DE MARFIL: El comercio del marfil es un negocio ilegal que se ha llevado durante cientos de años, donde países de África como Sudán, Tanzania, Congo, Republica Democrática del Congo han visto cómo sus elefantes han sido asesinados, para extraerle sus colmillos para venderlos en el mercado negro en un precio de 2000 a 5000 dólares, si estos han sido tallados pueden valer mucho más.
HISTORIA DEL COMERCIO DEL MARFIL: El marfil de elefante se ha exportado de África y Asia desde hace siglos, con registros que remontan desde el siglo XIV a.C. que indicaban que era usado como moneda o artículo de lujo en algunas culturas. A lo largo de la colonización de África el marfil fue exportado a Europa, utilizando esclavos para transportar los colmillos, para ser utilizado en la fabricación de teclas de piano, bolas de billar, joyas, bisutería.
Los cazadores de marfil fueron los responsables de la extinción de los elefantes de África del Norte hace 1000 años aproximadamente, también fueron los responsables de acabar con gran parte de la población de elefantes en África del Sur en el siglo XIX y de África Occidental en el siglo XX.
Antes del siglo XX durante la colonización de África por parte de países europeos más de 900 toneladas de marfil fueron enviados a Europa.
Las guerras mundiales y la depresión económica posterior provoco a que la caza furtiva por el marfil se detuviera, dando como resultado a que hubo un incremento en las poblaciones de elefantes en el sur y occidente de África. Pero en la década de 1970 hubo resurgimiento en esta actividad ya que Japón después de la Segunda Guerra Mundial empezó a comprar marfil en bruto, esto trajo como consecuencia una nueva amenaza para las poblaciones de elefantes de la sabana africana y de las selvas asiáticas, los cuales fueron proferidos por los japoneses para la producción de Hankos o sellos de nombre, los cuales eran fabricados de madera con punta de marfil, pero con el auge de este material se empezaron a fabricar de forma íntegra o total.
La compra en bruto de marfil por parte de Japón, trajo como consecuencia que en los setentas y ochentas comprara el 40% del marfil del mundo.
A finales de los 80, en Zimbabue y Sudáfrica, la especie de elefante africano estaba con una población estabilizada y estos países permitían un comercio legal limitado con su propio marfil, invirtiendo estos recursos para la conservación y protección de su fauna salvaje. Otros países como Kenia, Tanzania o el Congo creían que la situación era demasiado peligrosa como para permitir cualquier tipo de comercio, ya que estos países en esa década estaban viviendo una crisis económica, social y política que podría haber llevado a la extinción de estos y apoyaban una prohibición total, aunque esto difícilmente detendría el mercado negro
En 1989 se vio un gran transporte de marfil al Medio Oriente en cargamentos escondidos en cajas, aquí se aprovechaba del vacío legal internacional, ya que en esa época no había ley que no prohibiera ni regulara el transporte, puesta en oferta o almacenamiento del marfil.
PANORAMA ACTUAL DEL TRAFICO DE MARFIL:
National Geographic desde el 2012 ha empezado a investigar esta situación, la cual se ha dado especialmente en el centro y sur de África (República Democrática del Congo, Uganda, Ruanda, Tanzania y Sudan del Sur) donde se da desde la extracción hasta la comercialización para ir a países europeos y asiáticos.
National Geographic contrato a George Dante, el cual ha sido catalogado como uno de los mejores taxidermistas del mundo para que fabricara un colmillo artificial, el cual tuviera todas las características de un colmillo de verdad.
Fue un gran reto ya que la brillantina del colmillo y su dureza son casi únicos, los comerciantes de marfil prueban si es auténtico, a través del corte de un pedazo con una navaja y poniéndolo unos segundos en fuego, como resultado este debe mantener su estado, no puede derretirse, ni tener ningún cambio significado en su consistencia.
Este colmillo falso contiene un GPS, el cual fue desarrollado por la empresa de inteligencia militar StratFor. Este GPS no tendrá zonas muertas y una duración de la batería por más de dos años.
Cuando los colmillos empezaron a ser desarrollados, el gobierno de Sudan anuncio que había perdido a todos sus elefantes en los pasados cinco años, ósea que perdió una población de más de 500.000 elefantes.
Tanzania ese mismo año anuncio que había perdido el 60% de la población de elefantes, es decir, perdió 66.000 elefantes en esos 5 años.
También Mozambique informo que perdió el 48% de la población de elefantes.
Todos países sufrieron perdida de población por culpa de la caza furtiva por parte de aldeanos y guarda parques, los cuales prefieren correr el riesgo, ya que el sistema penitenciario de los países anteriormente mencionados son débiles y la pena para este tipo de delitos, es insignificante, comparado al daño causado.
Pero los verdaderos responsables de la caza furtiva son milicias y grupo terroristas que se financian del marfil, los cuales cazan de forma frecuente fuera de su países de origen e incluso escondiéndose dentro de los parques y reservas.
También estos grupos saquean aldeas, esclavizan personas y matan a los guardaparques que se interponen en su camino.
Según inteligencia de Estados Unidos y de las Naciones Unidas países como Sudán del sur, la República Centroafricana, La República Democrática del Congo, Sudán y Chad son países que acogen a quienes viajan a otros países para matar elefantes. También se remonta a esta lista Sudán, que aunque ya no tiene elefantes protege a terroristas de origen extranjero dedicados a la caza furtiva y es el hogar de los Yanyauids y de otros grupos paramilitares que se financian del tráfico del marfil.
Solo hasta 1990 entro en vigor la prohibición mundial del comercio del marfil, la cual trajo consecuencias a los países africanos situados en la sabana, ya que el precio del marfil aumento de una forma abrupta provocando la creación de otros grupos y la profesionalización y militarización de los ya existentes.
Una investigación de Human Right Watch y de la Cruz Roja Internacional encontraron que Joseph Kony y su ejército LRA “Ejército de liberación del Señor” habían entrado al tráfico de marfil, ya que este en el mercado negro es considerado una moneda de alto valor.
Joseph Kony con su ejército han estado desde 1994 saltando de país en país, primero fue a Sudan donde la guerra civil fue una situación que aprovecho para rearmarse y volver a tomar el poder que había perdido, Joseph Kony le sugirió un medio al Dictador de Sudan Omar Hassan Al – Bashir de desestabilizar el sur con los Yanyauids, a cambio de que lo abasteciera de alimentos, medicamentos, armas, municiones, baterías anti aéreas.
Cuando el norte y el sur de Sudán firmaron la paz, Kony perdió su anfitrión sudanés. En el 2006 huyo a la República Democrática del Congo específicamente al Parque Nacional Garamba, en el cual habitaban 4000 elefantes. Desde este parque Kony expresó su deseo de llegar a un acuerdo de paz con Uganda, mientras él y sus hombres vivían sin ser molestados dentro ni alrededor del Parque Garamba, protegidos por un cese al fuego, tanto fue así que Joseph Kony invito a la prensa internacional a su campamentos para hablar de su misión y su casa con su ejército.
Mientras que estaba en diálogos de paz con Uganda, Joseph Kony y sus hombres, buscaban poblaciones desprotegidas en la República Democrática del Congo para secuestrar cientos de niños, donde las niñas eran convertidas en esclavas sexuales y los niños en soldados criados por asesinos en potencia.
Los niños cuentas que fueron llevados al Parque Nacional Garama, donde dicen que Kony tenía su campamento y que de forma frecuente eran alimentados con carne de elefante y eran obligados de cargar los colmillos por largas horas hasta llegar a otro campamento.
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