ESCUELA Y GESTIÓN ORGANIZACIONAL
Enviado por fabidem69 • 10 de Junio de 2018 • Síntesis • 5.306 Palabras (22 Páginas) • 153 Visitas
ESCUELA Y GESTIÓN ORGANIZACIONAL
En la vida de un niño o de un adolescente, la escuela tiene un lugar muy importante. Constitutiva de su presente y conformadora de su futuro. La escuela es vida.
A)La sociedad espera que las escuelas y los docentes de hoy ofrezcan a los estudiantes lo que no encuentran en otros espacios, o lo que otros agentes están haciendo sin éxito (Tedesco y Tenti, 2002), sin dejar de cumplir con lo esencial de su rol: contribuir al aseguramiento del aprendizaje integral de los alumnos. Desde la perspectiva de la UNESCO, la educación para el siglo XXI debería desarrollar competencias relacionadas con aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser, y aprender a vivir juntos. Un ambiente respetuoso de los derechos y un currículo que contemple el aprendizaje de los mismos son dos condiciones “sine qua non” para una educación de calidad.
La gestión que busca la calidad educativa, se centra en la dimensión pedagógica para alcanzar todas las mejoras posibles en el proceso de enseñanza y aprendizaje. La escuela es el espacio donde deben producirse aprendizajes significativos para la vida de los alumnos.
¿Qué es concretamente una ‘buena escuela’ para el siglo XXI? ¿Qué aspectos definen hoy una buena escuela? Entre las características más importantes, una buena escuela es aquella donde:
• Todos los alumnos pueden ingresar.
• Todos los alumnos se gradúan en tiempo y forma.
• Todos los alumnos pueden continuar con éxito el nivel siguiente de enseñanza.
• Todos los alumnos aprenden efectivamente.
“Disfrutan del conocimiento y pueden aplicarlo a nuevas situaciones.” Gvirtz (2006)
El equipo directivo es el actor clave de la gestión escolar. Su rol es fundamental
para el desarrollo de cambios en la escuela, es el gestor de las innovaciones dentro
de la organización. El rol del (director) abarca por lo menos tres dimensiones específicas:
La dimensión pedagógico – didáctica
Esta función es la razón de ser del director. El Director debe saber qué se enseña en la escuela y cómo enseñar de forma adecuada. Es quién debe liderar el proceso curricular de la organización. Toda acción directiva debe tener como objetivo la mejora en las prácticas educativas dentro de la escuela.
La dimensión socio - comunitaria
El director debe trabajar para construir los lazos de la organización, como red interna y externa. Como ‘red externa’, debe buscar conocer su marco social y las instituciones que funcionan en torno a la escuela. A partir de esto, identificar qué se puede hacer desde la realidad en la que elige trabajar y cómo crear redes que permitan actuar con el entorno. La escuela debe ser articuladora de políticas sociales relacionadas con la infancia. Como ‘red interna’, es la instancia donde el director ejerce su función más política, se trata de generar estrategias adecuadas para el gobierno de la Institución, construir escenarios adecuados y buscar la viabilidad y legitimidad de las decisiones de gestión. Implica el uso de habilidades comunicacionales, la capacidades de generar consensos, posicionarse como autoridad dentro de la institución, articular demandas y dar respuestas.
La dimensión técnico – administrativa
Es la función normativa, la que garantiza el orden legal dentro de la escuela. A veces, la dirección escolar se ve acotada en esta función, lo que configura un liderazgo marcadamente burocrático en directores y supervisores.
La gestión es un proceso que incluye múltiples y complejas variables atravesadas por un tiempo. GESTIONAR ES LIDERAR: tiene que ver con diseñar situaciones que permitan la acción colectiva. Implica decir qué cosas son tema y qué cosas son irrelevantes (hacer agenda) y poner a la gente a conversar sobre posibilidades, explorar la realidad y hacer acuerdos para poder operar en forma conjunta. Siguiendo a Blejmar, “Quien gestiona hace. Pero su hacer fundamental es hacer para que con los otros se haga del modo más potente posible. Quien gestiona requiere de un instrumento precioso: la palabra, enhebrada en las múltiples conversaciones que definen la calidad dialógica de la escuela. Estimular, lanzar pensamientos, contener, desafiar, capacitar, conseguir, abrir, limitar, articular, son tareas de quien gestiona desde la óptica de facilitador de procesos
La gestión es un instrumento de gobierno y como tal conlleva un carácter político. La búsqueda de consensos, la participación de los distintos actores, las dinámicas institucionales, el liderazgo son los procesos que se privilegian en esta concepción. La escuela es un lugar donde se aprende a vivir con otros, con otros sujetos, con otros discursos y lenguajes y, en este sentido se visualizan las relaciones de poder. Podemos decir entonces que GESTIONAR ES GOBERNAR.
Es importante que la visión institucional sea clara para todos, como también plantear cuáles son los resultados esperados y de qué modo se medirá su logro. La meta que definamos para nuestra escuela será la razón de nuestro trabajo; delimitará los valores y objetivos principales, las acciones específicas a las que nos abocaremos.
El equipo directivo que decide liderar la escuela mediante un programa propio de dirección debe hacer mención explícita no sólo de valores y principios definidos en sus documentos institucionales sino a aquellos valores personales de carácter profesional que considera importantes y marcan su propio estilo profesional.
B)La dirección ha de ser una fuerza que consiga que las personas que están alrededor de quien la ejerce acaben madurando y alcanzando su sazón. Sin ningún ruido. Sin ninguna violencia. (M. Santos Guerra) La autoridad educativa no aplasta, ayuda. No silencia, da la palabra. No humilla, enaltece. No se burla, respeta. No odia, ama. Una cosa es tener autoridad y otra tener poder.
En el mundo en que nos toca vivir, las instituciones ven debilitado su poder y los individuos son más libres y autónomos para participar en su propia construcción como sujetos. Por eso el escenario de la escuela presenta mayor complejidad que antes. Las nuevas generaciones, tienen ahora derechos definidos: a expresarse, a participar en la toma de decisiones en asuntos que les competen, entre otros. (Emilio Tenti Fanfani). Si las condiciones sociales cambian, habrá que cambiar modos de relación en las instituciones, volver a pensar y buscar nuevas formas del trabajo de la palabra y el relato, del encuentro entre sujetos. Nuestra época nos obliga a revisar ese lugar de prestadores o dadores de palabras, imágenes e imaginaciones de futuro (María Beatriz Greco). Una autoridad pedagógica hoy es aquella que comprende que no hay un solo modo de decir, que la traducción única y verdadera no es posible. El trabajo que demanda la escuela es el de poner en marcha procesos de palabras dichas en igualdad con otros, procesos de subjetivación. Convocar a quienes están allí, a leer, a hablar, a escribir, a reformular nuevas formas para la convivencia, a vincularse con el contexto, a proyectarse con el futuro en “identidades” que aún deben construirse.
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