El Dicurso
Enviado por Bomichi96 • 20 de Octubre de 2013 • 929 Palabras (4 Páginas) • 250 Visitas
Queridos alumnos:
Llegó el momento que veíamos tan lejano; cuando les decía “este año es muy
corto y pasa rápido…”, “no se relajen”… y aquí estamos, no nos dimos cuenta de
que hoy ya comenzamos a decir ADIÓS o, mejor dicho, hasta pronto.
Es difícil comenzar a expresarles todo lo que vivimos, son tantas cosas, tantos
sentimientos y emociones, que con el solo hecho de dedicarles estas palabras ya
comienzo a extrañarlos y empieza a surgir un sinfín de pensamientos y
emociones. No será fácil estar acá, llegar y no ver o sentir aquellas muestras de
cariño que recibía cada mañana de parte de ustedes, ese saludo afectuoso y
sincero, esos silencios eternos antes de saludar, el “buenos días” que lo repetía un
par de veces, con la intención de desarrollar y fortalecer algunos hábitos, aquellas
oraciones y peticiones a nuestro estilo; los infaltables, simpáticos y numerosos
“grandes pensadores”, aquellas sesiones de póker; por otra parte, no puedo dejar
de revivir nuestros consejos de curso, donde las mujeres siempre tomaron las
decisiones y la palabra, nuestras horas en orientación que fueron momentos de
conversación y análisis bastantes profundos, con un alto grado de madurez y
sinceridad.
Fueron cinco años, que no sé cómo pasaron, cinco años en que ayudé y fui parte
en su formación, junto a todos sus Profesores, piezas importantes en nuestro rol
de enseñar, en que los traté de guiar de la mejor forma y de acuerdo a mis
posibilidades a terminar este ciclo en sus vidas. Y aquí estamos hoy, llegando al
final de esta hermosa etapa que todos ansiábamos culminar y después, no sé por
qué razón, deseábamos volver. Será porque nos dimos cuenta de que hay cosas
que NO hicimos y nos hubiese gustado hacer, porque debimos haber aprovechado
más el tiempo en estudiar, hacer deportes, haber compartido más con mis
compañeros, haber aprovechado la experiencia y conocimientos de nuestros
Profesores, haber escuchado a un compañero o amigo, arrepentirme de aquello
que pude haber hecho y no lo hice, arrepentirme de aquello que hice mal, en fin,
tantas cosas… Eso pasa, seguramente a ustedes les ocurrirá, uno lo reflexiona a
medida que crece o una vez que ya no está acá. Pero creo y puedo dar FE de que ustedes lo aprovecharon al máximo, vivieron y gozaron cada minuto en su colegio;
donde también las penas y alegrías, fracasos y triunfos, confusiones y
descubrimientos, desencantos y amores fueron parte de esos maravillosos días
vividos en el colegio.
Pensar que fue ayer cuando estábamos rumbo a Rancagua, nuestro primer viaje
de estudios de varios, la primera vez de muchas más que escuchaban en el bus la
expresión tan delicada ¡Aquí nadie duerme! Y hoy les debo confesar, a pesar de
que la escucharon reiteradamente camino a Rancagua en Octavo Básico, camino
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