El Ensayo

ENSAYO§ En un sentido amplio, ensayo equivale a tratar algo, probar o acometer algo, o esforzarse en algo. En literatura es un escrito breve que expone sin rigor sistemático, aunque con hondura, la interpretación personal del autor sobre un tema. Ortega y Gasset lo definió como “disertación científica sin prueba explícita”, y Lapesa considera que la misión del ensayo es “plantear cuestiones y señalar caminos, más que asentar soluciones firmes; por eso toma aspecto de amena divagación”. El diccionario lo define como “escrito generalmente breve, sin el aparato ni la extensión que requiere un tratado completo sobre la materia”. Se debe al aristócrata francés del siglo XVI Montaigne, autor de tres libros de Ensayos (en francés Essais), el haber dado el ensayo el carácter de disertación personal, de estilo natural, sencillo y desprovisto de rigor sistemático que hoy posee este género Tipos de ensayo. Aunque toda clasificación de los ensayos es arbitraria, se han señalado como importantes tres categorías: ensayos de exposición de ideas (políticas, religiosas, jurídicas, económicas o de cualquier otro tipo); ensayos de crítica, cuyo propósito es enjuiciar analíticamente cualquier obra humana (artística, filosófica, política o de otra materia), y ensayos de creación, donde la imaginación, la sensibilidad y la fantasía del autor crean mundos ficticios. En general, todas la clasificaciones encajan dentro de dos grandes tipos: el personal, antes mencionado, iniciado por Montaigne, en el que el ensayista trata de sí mismo y ofrece sus opiniones sobre hechos y cosas, y el formal, más extenso, ambicioso y con un contorno más riguroso. Entre estos dos grandes tipos se hallan muchas otras modalidades intermedias más o menos aproximadas a uno y otro. Estructura del ensayo El ensayo, uno de los géneros de uso más extendidos en la actualidad, no tiene características ni estructura perfectamente delimitadas. Por un lado, guarda relación con el tratado y la didáctica; por otro, con la crítica y el periodismo. La estructura del ensayo es libre, de forma sintética y de extensión relativamente breve. La prosa es el medio formal más común –aunque también existen ensayos poéticos en verso-, y su tono puede ser profundo, satírico, retórico, humorístico, etcétera. Desde el punto de vista de su organización, el ensayo se subdivide en introducción, desarrollo y conclusión. La introducción sirve para atraer la atención del lector, establecer el tono y delimitar el tema, es decir, apuntar lo que se puede esperar del trabajo. El cuerpo da satisfacción a lo prometido, y la conclusión nos habla del significado y alcance de lo expuesto –dónde hemos estado y a dónde podemos ir sabiendo lo que sabemos.

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