El deber de la desobediencia civil

EL DEBER DE LA DESOBEDIENCIA CIVIL

Mauricio Castaño Díaz

Director de grado: Rodrigo Andrés Alvarado

Grupo:060

2019

Cada centavo que le sacan al pueblo COLOMBIANO, nutre este sistema económico y político que naturalmente es estancado, obsoleto y traidor. La razón por la cual los colombianos poseen la percepción de que el gobierno será en cada proceso un mecanismo, cuyo fin lo utilizamos para conseguir la anhelada paz, es porqué subyagamos nuestra conciencia. Situación hipotética que se presenta con un respeto hacia nosotros, a la voluntad humana. Pero, desgraciadamente, el gobierno puede caer en el error de causar abusos en los individuos que lo eligieron, o realizar procesos comunes como instrumentalizar su campo de acción para lograr sus propios fines.

Se establece una pregunta, ¿Por qué los ciudadanos obedecen al estado sin un análisis previo de su propia conciencia? He ahí el punto de trabajo de la desobediencia civil. Es tan absurdo dudar que la conciencia individual, la propia moralidad, debe estar subyugada por la legalidad.

La desobediencia civil es un tema con transcendencia, siempre y cuando se adhiera ese tipo de ideologías propuestas por el gran Henry Thoreau; esto es un acto público, no violento, consciente y político, contrario a la ley, realizado con el propósito de ocasionar un cambio en la ley o en los programas de gobierno. Si se actúa de este modo apelamos al sentido de la justicia de la mayoría de la comunidad, y declaramos que, según nuestra opinión, los principios de la cooperación social entre personas libres e iguales no están siendo respetados.

Procuremos tomar decisiones en un tipo de desobediencia autónoma, en la que obedecemos a nuestras propias convicciones, y nuestros propios juicios, sin someterse a la falta de integridad. Aún hay porcentajes positivos que nos indican un país fructífero en cuanto a desarrollo nos referimos, simplemente ¡COLOMNIANOS! Tengamos una expresión persuasiva que se efectúe como motor de cambio social.

“Es mejor obedecer por convicción que por miedo” los colombianos deben explicarse largamente las razones por las cuales toman decisiones erróneas, no deciden para convencer. Se nos olvida el derecho a preguntar, preguntar hasta el convencimiento.

Nadie está obligado a cooperar en su propia pérdida ni es su propia esclavitud. Consideremos desde ahora la desobediencia civil como derecho imprescriptible de todo ciudadano, lo que nos destruye es la política sin principios, el placer sin compromisos, la riqueza sin trabajo, la sabiduría sin carácter, los negocios sin moral, estos factores nos llevaran a la decadencia lentamente, y sin poder actuar en contra de esta situación. Irónicamente las atrocidades, guerras, genocidio y esclavitud resultaron no de la desobediencia sino de la obediencia.

...