El fraude fiscal o defraudación, es cualquier infracción administrativa que realicemos con plena conciencia y que tenga como objetivo la reducción de los pagos a la Hacienda Pública

RESUMEN

El fraude fiscal o defraudación, es cualquier infracción administrativa que realicemos con plena conciencia y que tenga como objetivo la reducción de los pagos a la Hacienda Pública.

Mientras que en el fraude fiscal estaríamos hablando de una ilegalidad, la elusión fiscal saca partido de los vacíos legales para conseguir la mínima carga fiscal, por lo que requiere actuar al límite de la legalidad con el fin de evitar o minimizar impuestos que en otro caso se deberían pagar.

Los impuestos y las cotizaciones sociales constituyen la principal fuente de financiacion del Estado. A pesar de que estos pagos se devuelven en forma de bienes y servicios  públicos (sanidad, educación…), la sociedad española presenta una escasa moral tributaria. Para combatir este hecho se  presentan medidas preventivas como la educación cívica dirigida a la tributación de los ciudadanos o las medidas sociales de la Administración Tributaria española.

En este trabajo analizaremos el fraude fiscal principalmente a nivel nacional e internacional.

INTRODUCCIÓN

El principal objetivo de la recaudación de impuestos es intentar alcanzar el ideal Estado de bienestar, con la mejor redistribución de la renta y la riqueza posible, asi como una eficiente asignacion de los bienes y servicios públicos ofrecidos.

Para  ello hay que alcanzar el mayor ingreso tributario posible, ya que son los impuestos y las cotizaciones sociales sus principales fuentes de financiación.

La economía  sumergida,  entendida como  el  conjunto  de actividades económicas no declaradas a la Seguridad Social ni a la Hacienda Pública, es una preocupación creciente en los últimos años, sobretodo en la época de la crisis económica.

Los graves efectos del fraude fiscal son tales como la alteración de la distribución de la renta y la riqueza, una mala asignación de los recursos disponibles o la mala estimación de los indicadores de la situación económica actual del país lo que impide una correcta elaboración de las políticas económicas adecuadas.

La sociedad española está poco concienciada a la hora de pagar los impuestos, probablemente por el desconocimiento de su finalidad y las improductivas medidas para la lucha contra el  fraude fiscal han sido principalmente el endurecimiento de medidas sancionadoras a  los defraudadores. Actualmente, las medidas llevadas a cabo en España no han sido exitosas, ya que el fraude fiscal sigue una tendencia creciente en los últimos años. A pesar de tener uno de los tipos impositivos más elevados, la recaudación es inferior a la europea. Esto se debe en gran medida al gran volumen de economía sumergida (actualmente alrededor  del  17%  del  PIB) y de fraude fiscal, por lo que se hace necesaria la educación ciudadana para poder alcanzar mayores cotas de tributación voluntaria. Esto, junto a una reforma del sistema fiscal favorecerá la prevención y la lucha contra el fraude.

FRAUDE FISCAL Y ECONOMÍA SUMERGIDA

Empezaremos definiendo qué es la economía sumergida. Según la Comisión Europea así como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se refieren a la economía sumergida como aquella actividad productivamente económica y remunerada que siendo relativamente legal en cuanto a su naturaleza, no es declarada deliberadamente a las autoridades públicas. Conviene precisar que las actividades ocultas pueden ser tanto legales, en cuyo caso el  móvil  suele  ser  el  ahorro  de  impuestos,  como  ilegales,  en  las  cuales  el  motivo es distanciarse de una sanción penal, a  la vez que eludir el pago de impuestos.

A pesar de que en los últimos años se viene reduciendo ligeramente, en España la economía sumergida tiene un gran peso. Principalmente se vio incrementado en los años de crisis económica. El ocultamiento de estas actividades tendrían como objetivo evitar el pago de  impuestos, evitar el pago  de  las  cotizaciones  a  la  Seguridad  Social,  evitar  el  cumplimiento  de  normas laborales  (salario  mínimo,  medidas  de  seguridad,  máximo  de  horas  trabajadas...)  y evitar procedimientos administrativos. Además se suelen hacer trasvases de la economía sumergida a la declarada a través del blanqueo de dinero.

En la época de crisis fue una gran carga que impidió una mejor y más rápida recuperación del estancamiento o recesión económica. A día de hoy, la cifra equivale al 17,2% del PIB, a pesar de que se ha reducido en 4,7% desde 2004 (hay que tener en cuenta que con los datos de la economía sumergida estamos intentando medir algo no observable, ya que no está declarada en ningún lado).

La  situación  de  nuestro  país, como podemos observar en las siguientes gráficas, en cifras económicas,  presenta  una  tasa  de paro  que supera el 18% y una tasa de variación anual de la economía que, a partir del año 2008 hasta el 2014 prácticamente no notó un incremento del PIB. A esto hay que sumarle la gran necesidad de reducir el déficit público ya que a día de hoy la deduda pública es el 98% del PIB. Es importante recalcar que la contabilización del PIB en 2014 varió. Desde este año se contabiliza la economía ilegal, como tráfico de drogas o prostitución lo que elevó en 9.000 millones de euros el PIB.

                   TASA VARIACIÓN ANUAL PIB (2004 – 2016)                                            TASA DE PARO (2009 – 2016)

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En base a todo esto deducimos que la administración tiene una gran necesidad de obtener mayores recursos para las arcas públicas, por lo que la preocupación por la erradicación o disminución de la economía sumergida y los fraudes aumenta.

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