El impacto biológico sobre nuestras emociones y reacciones.
Enviado por saralagu_eya • 11 de Marzo de 2018 • Documentos de Investigación • 686 Palabras (3 Páginas) • 160 Visitas
El impacto biológico sobre nuestras emociones y reacciones.
Desde el momento en el que el ser humano tomó conciencia, las emociones han formado parte imprescindible de su vida diaria, gracias a éstas el hombre ha alcanzado la supervivencia y se ha perpetuado durante miles de años. Es el miedo la más fundamental de las emociones, con su ayuda podemos evitar ocasionarnos algún daño y evitar que algo nos dañe.
No obstante, es el miedo el encargado de nuestra autodestrucción, por su causa, y la colaboración de emociones como la ira, se forman grandes conflictos en nuestra especie incluyendo también a la destrucción de cualquier otra aparte de la nuestra.
Entonces ¿En qué consiste el Miedo?
Una emoción es la respuesta a un estímulo externo a nuestro organismo que conlleva a una reacción. Cada una tiene una función beneficiosa y/o limitadora. La alegría, por ejemplo, tiene funciones sociales beneficiosas como la empatía y facilidad en la formación de relaciones interpersonales, y funciones biológicas como la reproducción. La ira tiene como función social y biológica la autodefensa o el ataque. El miedo tiene función preventiva y protectora dentro de ambos ámbitos.
Por una parte, enfocándonos en éste último, El Miedo se encarga de hacernos notar un riesgo inminente, poniéndonos atentos, alerta. Cuando esto ocurre, en el cuerpo se desencadenan los siguientes cambios:
-Aceleración de la frecuencia cardiaca.
-Aumento de la glucosa en la sangre.
-Aumento de la adrenalina.
-Aumento de la tensión muscular.
-Dilatación de pupilas.
Por otra parte, no sólo se siente miedo cuando se está en peligro nuestra integridad física, sino también cuando nos exponemos a situaciones estresantes, novedosas o desconocidas.
El más común de todos es el miedo al rechazo, a la ridiculización y a la humillación. Este miedo deriva en otra emoción social llamada vergüenza.
Un ejemplo muy frecuente es cuando tratamos de acercarnos a alguien, el miedo a un posible rechazo o a quedar en ridículo, lo cual nos inhibe progresar y dirigirle algunas palabras a tal persona, demostrando que, en un entorno social, el miedo no es tan beneficioso como en el entorno fisiológico.
El miedo en la sociedad.
El miedo en la sociedad comenzó siendo algo positivo, pues, en la prehistoria, nos salvaguardaba de grandes amenazas como los predadores, las variaciones climáticas y demás, colaborando así a la supervivencia de nuestra especie; sin embargo, a media que fuimos avanzando, al hacernos mucho más conscientes, nuestras preocupaciones y temores fueron incrementando, ya no sólo le temíamos a cuestiones externas a nosotros, sino que también comenzamos a temer por un Dios, un destino, lo que nos depara un futuro, supersticiones, etc… E incluso, llegamos a temerle a otro ser humano.
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