El poder de la palabra

El poder de la palabra

Lo que presenta Estrella Montolio es como las personas reaccionamos al lenguaje de los demás, porque, se dice que la palabra sí deja huella en el pensamiento de la persona, sugiere que, si le decimos una palabra a alguien sobre su personalidad, puede que la otra persona lo considere cierto. Sabiendo esto también agrega el tema de la política, interacción candidato-pueblo y un último tema del mansplaining, que es el de “a las mujeres se les interrumpe más que a los hombres”. Por lo que se puede decir, ¿el mansplaining puede ser tan serio como para que las mujeres se sientan ofendidas?

Lo importante aquí, es que de los grupos ideales nace el feminismo considerado movimiento, que está totalmente bien, después de todo de lo que las mujeres fueron excluidas e ignoradas por mucho tiempo, no redujo muchas problemáticas sociales, políticas y cultural, ya que la opinión general no detiene sus ideales de sesgos de género, por lo que las mujeres no están siendo escuchadas a pesar de sus esfuerzos incluso en la actualidad.

Este es un país en progreso, que cada vez se globaliza más y más con los movimientos comerciales, como el intercambio cultural al ser más tolerantes y conocedores de los derechos humanos, por lo que se deberían respetar las ideas de la mujeres, sin omitir sus opiniones, ya que según el diario “The New York Times” en lo que respecta a el mundo de los negocios muchas mujeres sienten que se les interrumpen con frecuencia, por esto cito: “Joyce Lionarons escribió: “Mi jefa me dijo que debía permitir que un hombre la interrumpiera cuatro veces antes de protestar en una reunión. Si ella protestaba más a menudo, se generaban problemas””.

Por esto debemos saber bien lo que es la empatía ya que muchas de las reacciones naturales ante la condescendencia negativa, es coraje o disgusto, ya que si fuera por amabilidad se vería genuino, pero, esto solo hace que los mismos hombres se sientan superiores por el hecho de su género, por lo que si se forma una tensión después de que una mujer proteste hace notar mucho de las intenciones masculinas.

Por esto concluyo que muchas de las problemáticas sociales, en este caso del popular debate de el sesgo de género no ha terminado y falta mucho por mejorar en la mentalidad general, por eso el hecho de que un hombre en su intención de sentirse superior sea condescendiente parece que solo trae desacuerdos y no da lugar a la asertividad, que por cierto se propone para llegar a un acuerdo, es normal tratar de ser amable, pero cuando esa amabilidad se convierte en motivo de altivez, es totalmente malo. Por lo tanto sí el “mansplaining” es algo que se puede considerar ofensivo.

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