El Poder De La Palabra

El Poder de la Palabra

     La palabra, eso que puede ser desde un escrito en un papel en forma de carta, una pared, un anuncio en la calle, o simplemente la vociferación, la conversación, toda, o la mayoría de la interacción humana está basada en las palabras, el intercambio de las mismas, la opinión, la expresión de sentimientos, el debate, toda nuestra interacción desde la más sencilla hasta una con un impacto fuerte, está basada en estas y el cómo son interpretadas.

     Las palabras dependiendo de su intención y contexto, pueden tener fuertes reacciones tanto emocionales, como notables a simple vista en cada persona, una sola frase puede hacernos caer en una honda depresión, desesperación, sentir el rechazo y la ira. Como puede hacernos derrochar felicidad, alegría, optimismo y esperanza. Por estos aspectos, las palabras son como una pistola 9MM lista para disparar, un arma muy poderosa, la cual puede destruir al universo entero, o traer la paz mundial. Desde manipular para el beneficio propio (Dañando a otros en el proceso) hasta dar palabras de aliento que podrían tener la trascendencia de salvar la vida de una persona, evitando que cometan el suicidio.

     La forma en que se dice o se expresa algo, es algo fundamental para lograr (o intentar) lograr el resultado deseado, no puedes por ejemplo, ir a un negocio y simplemente gritarle a la cajera lo que deseas llevarte de una forma grosera y desproporcionada, todas las palabras y frases que vayan a salir de nuestra mente hacia algún medio de comunicación, deben ser dichas de una forma que concuerde con el resultado que deseamos, ser gentil cuando se desea pedir algo, o estar lleno de ira cuando se quiere reclamar alguna injusticia o falta moral de una persona a otra. “La palabra tiene mucho de aritmética: divide cuando se utiliza como navaja, para lesionar; resta cuando se usa con ligereza para censurar; suma cuando se emplea para dialogar, y multiplica cuando se da con generosidad para servir.” - Carlos Siller.

     Todos estos son factores bastante influyentes en el proceso comunicativo de los seres humanos, el contexto, situación y sentimientos expresados, a la hora de comunicarse con otros. El contexto en específico puede ser uno de los más grandes factores, ya que el mismo puede cambiar totalmente la reacción y recepción del mensaje de la otra persona, ya que si el contexto de lo que se va a decir es muy específico, o hace referencia a algo en especial que no es conocido por la persona que está recibiendo esta información, puede ser malinterpretada, o simplemente se puede dejar a la persona confundida, y pensativa sobre lo que se acaba de decir, ya que no es lo mismo por ejemplo, en matemáticas utilizar la X como incógnita o variable que utilizarla como símbolo de multiplicación, antes de decir algo que pueda ser confuso o complejo de entender, siempre es importante dar y explicar de buena forma el contexto de lo que se quiere expresar.

     Los sentimientos, aquellas cosas que sentimos que no pueden ser fácilmente expresadas, definidas, ni mucho menos explicadas a las demás personas, comúnmente se intentan expresar de por medio de las palabras, yendo desde el más profundo odio, rabia y disgusto hacía alguien o algo, hasta el más profundo y hermoso amor y aprecio que se le puede tener a ese alguien especial para cada quién.

     Estos sentimientos con palabras pueden ser expresados, y dar resultados, tanto deseados como totalmente lo contrario, esto es lo complejo a la hora de intentar expresar los sentimientos que se tienen hacia una persona, que es como una especie de ruleta rusa, especialmente cuando los sentimientos a expresar son de amor o aprecio hacia alguien que desconoce los mismos, ya que puede tener el resultado deseado y ser unos sentimientos correspondidos por la otra persona, como pueden ser totalmente rechazados y hasta hechos mofa, o simplemente pueden no tener una respuesta y ser ignorados. Así de compleja puede ser la unión del poder de las palabras con la complejidad y profundidad de los sentimientos humanos, una gran mezcolanza de la cual puede salir una rica sopa, o una desabrida agua de color.

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