El sistema electoral es una pieza clave
Enviado por ansez • 28 de Mayo de 2018 • Trabajo • 4.154 Palabras (17 Páginas) • 153 Visitas
INTRODUCCIÓN
El sistema electoral es una pieza clave en una democracia porque ayuda a definir las relaciones de poder. Así que, optar por un sistema electoral determinado es una de las decisiones más importantes dentro de un sistema político, ya que las consecuencias políticas que derivan son múltiples. Dicha elección depende de muchos intereses y del contexto social. “Podemos definir el sistema electoral como el conjunto de elementos normativos y socio- políticos que configuran el proceso de designación de titulares del poder, cuando este proceso se basa en preferencias expresadas por los ciudadanos de una determinada comunidad política” (pág. 33. valles).
Existen numerosos tipos de sistemas electorales, agrupados en dos clases principales, sistemas de representación de mayoría y sistemas proporcionales. Además, dependiendo del modelo de democracia se aplica una clase u otra de sistema electoral. Normalmente, en las democracias consensuales predominan los sistemas proporcionales, en cambio, en las democracias mayoritarias se aplican fórmulas electorales de mayoría. Las funciones que se le asignan a los sistemas electorales son numerosas, como pueden ser asegurar un parlamento representativo o promover la estabilidad y eficacia del gobierno entre otras. En el presente trabajo nos vamos a centrar en los sistemas electorales proporcionales y en su relación con la estabilidad del gobierno en las democracias consensuales.
Como consecuencia del debate sobre esta relación, surgió una pregunta, ¿cuál es el grado de estabilidad de los gabinetes de las Democracias de consenso en relación con los elementos configuradores del Sistema Electoral Proporcional? La conclusión a la que llegamos fue que el grado de estabilidad de los Gabinetes está inversamente relacionado con los posibles resultados proporcionales. El sistema proporcional se ajusta más a los intereses de los ciudadanos, por lo que genera una menor exclusión de los partidos electorales en el Parlamento, dificultando la formación de mayorías y de Gobiernos. Esta respuesta es la causa de nuestro estudio, la hipótesis inicial que buscamos ratificar mediante el análisis de la variable independiente, el sistema electoral proporcional, y la variable dependiente, la estabilidad del Gobierno, comparando casos de máxima semejanza como España, Israel y Holanda, durante el periodo comprendido de 1978 y 1996.
VARIABLE INDEPENDIENTE.
- Sistema de representación proporcional
Como decíamos, al seleccionar el sistema de representación proporcional como variable independiente, lo que nos interesa explicar es en qué medida puede establecerse una conexión entre el sistema electoral vigente y la estabilidad de los gobiernos. En primer lugar, hay que aclarar que este planteamiento asume que un ejecutivo democrático tiene su origen en la confianza parlamentaria, de ahí la necesidad de averiguar la conexión entre sistemas electorales y la constitución de mayorías parlamentarias, como expresión de mayorías electorales. Por lo tanto, la existencia de mayorías parlamentarias depende del grado de fragmentación del sistema de partidos en el Parlamento, y puede deducirse que, a mayor fragmentación del sistema de partidos, más dificultades para la formación de mayorías parlamentarias.
A continuación, nos acercaremos a la variable independiente, y para ello, hemos de definir los elementos básicos que la componen, y observar su aplicación en cada uno de nuestros casos. En concreto nos referimos a las circunscripciones, el número de representantes, la fórmula, la barrera legal y la forma de expresión del voto y la candidatura, que nos ayudarán a entender si cada sistema electoral produce efectos más o menos proporcionales.
La circunscripción hace referencia al conjunto de electores, generalmente agrupados sobre una base territorial, a partir de cuyos votos se procede a la distribución entre candidatos contendientes de los escaños que constituyen el órgano a elegir. Por lo tanto, se refiere al ámbito determinado para proceder a la asignación y distribución de escaños. Frecuentemente, los distritos se corresponderán con un territorio, sin embargo, pueden existir distritos sin base territorial cuando se delimita a un conjunto de electores con derecho a elegir, sin que su vínculo se corresponda con un territorio. La mayor parte de sistemas electorales optan por establecer una pluralidad de circunscripciones, por la necesidad de una delimitación territorial, que puede realizarse mediante la adopción de demarcaciones preexistentes para otras funciones político-administrativas (provincias, municipios, comarcas…), o mediante la creación de demarcaciones electorales específicas. Frente a la pluralidad de distritos, nos encontramos la representación global de toda la ciudadanía sin referencia territorial, por lo que el territorio del Estado conformaría una circunscripción única. Los votos agregados que obtiene cada candidatura en todo el país, constituyen la base para la distribución de todos los escaños parlamentarios. Al no existir una delimitación de los distritos, se produce una traslación proporcional de votos a escaños.
Para la atribución de escaños entre las diferentes candidaturas, un elemento esencial es la magnitud del distrito, que se refiere al número de escaños que deben ser designados por los electores del mismo. Esta operación es conocida como prorrateo electoral, y se basa fundamentalmente en criterios de población, fijando una relación entre el número de habitantes de un distrito y cada escaño, aunque puede existir un número fijo de partida a todos los distritos. En función de la magnitud del distrito, podemos clasificar los sistemas en uninominales, cuando cada distrito elige un solo diputado, o plurinominales, cuando cada distrito envía al Parlamento más de un representante. Suelen clasificarse de baja magnitud si elige entre 2 y 6 escaños, de magnitud media si elige entre 7 y 14, y de magnitud elevada si supera los 15 diputados. En los sistemas de representación proporcional, cuanto mayor sea la magnitud del distrito, mayor será la proporcionalidad, y por lo tanto, más favorecerá a los partidos pequeños, mientras que en los sistemas de mayoría absoluta o simple, la influencia es en sentido contrario.
La fórmula es el procedimiento de cálculo aplicado a los votos expresados por los electores de un distrito con el objeto de obtener una distribución de escaños entre los diversos candidatos. Es decir, se trata de procesar las preferencias expresadas por los electores para adjudicar los escaños en disputa. Podemos encontrar dos grandes tipos de fórmulas, por un lado, las fórmulas mayoritarias que traducen los votos en escaños, de tal forma que, el candidato que consigue el mayor número de votos se hace con la victoria, y por tanto, con el escaño o escaños a proveer. Se refuerza así, la presencia parlamentaria del grupo más votado, sin consideración para el peso específico que puedan representar los grupos minoritarios.
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