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El trabajo infantil - ensayo


Enviado por   •  8 de Febrero de 2018  •  Ensayo  •  1.270 Palabras (6 Páginas)  •  131 Visitas

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El trabajo infantil

En el mundo, aproximadamente 250 millones de menores de edad trabajan y 150 millones de ellos lo hacen poniendo en riesgo sus vidas, según Vinueza, (s.f., párr. 3). Se entiende como trabajo infantil a cualquier actividad laboral realizada por los niños antes de completar la mayoría de edad. Se describen como trabajadores menores de edad a los niños con menos de 12 años realizando actividades a cambio de dinero, a jóvenes de 12 a 14 años realizando trabajos pesados y a todos los menores de edad realizando trabajos forzados. Se refiere a trabajos forzados todas las actividades por las cuales se esclaviza o se recluta por la fuerza a menores, se les prostituye, se les obliga a realizar actividades ilegales o se les pone en peligro (The United Nations Children’s Fund, s.f., párr. 9). Esta, es una situación urgente pues la mayoría de las veces el trabajo infantil es más bien, un tipo de explotación para la cual aún no hay una solución concreta, aparte de que, por lo general no se le da la importancia merecida. Probablemente, la solución a la problemática del trabajo infantil sea la implementación de proyectos efectivos para ayudar a detenerla.

Por ser menores de edad, los empleadores al contratar niños para trabajar, se aprovechan y ni siquiera les pagan lo suficiente, les pagan una pequeña suma de dinero por realizar trabajos evitados por los adultos. La mayor parte de los niños trabajadores reciben un salario muy inferior a lo predominante de la zona, aproximadamente una sexta parte del salario mínimo (Organización Internacional del Trabajo, 1999, p. 4). Se puede ver, como es muy conveniente para los empleadores contratar menores de edad para ahorrarse dinero, a diferencia de contratar adultos a quiénes se les debe pagar el salario completo. Aparte de no ser retribuidos como se debe, muchos de estos trabajos atentan contra la salud de los menores y en algunas ocasiones hasta llegan a poner en riesgo sus vidas. Según la United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (2011a) hay niños trabajando en condiciones desastrosas de explotación en fábricas o “talleres del sudor” donde ocupan puestos de servidumbre mientras son expuestos a sustancias y materiales peligrosos, esta es una de las razones por las cuales muchos de estos jóvenes mueren a una temprana edad (párr. 3).

Alrededor de 115 millones de niños entre 5 y 17 años trabajan en condiciones peligrosas en distintos sectores laborales. Este tipo de trabajos, si fueran realizados por adultos, no serían tan dañinos para la salud pues, a diferencia de los menores, son menos vulnerables por estar mucho más desarrollados físicamente. (OIT, s.f., párrs. 3, 4). Por esta razón, los menores de edad no deberían realizar estas labores. Si las familias se encuentran en una situación de pobreza extrema donde se vuelve necesario para el menor trabajar, se debe estar seguros del tipo de tareas a realizar, para así, no perjudicar su salud.

Según el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) el trabajo infantil les impide a los menores de edad asistir a la escuela o les limita el rendimiento escolar (2009, párrs. 19, 20) y de acuerdo con la UNICEF (2013) el 40% del total de niños, niñas y adolescentes trabajadores no va a la escuela (párr. 8) pues dedican la mayor parte del tiempo a su empleo en lugar de enfocarse en la escuela, aunque ésta debería ser su única responsabilidad. El hecho de recibir una educación escolar brinda a los jóvenes una mayor autonomía, seguridad en sí mismos y les permite participar de una manera activa en la sociedad. Al abandonar los estudios, los niños se pierden la oportunidad de prepararse correctamente para el futuro y poder más oportunidades al crecer. Si no dejan los estudios, los niños trabajadores terminan descuidándolos, por consiguiente, llegan a reprobar o a sacar muy malas calificaciones y en ocasiones esto los hace frustrarse y perder la motivación para estudiar.

En teoría, todos los menores de edad tienen derecho a la educación y a un sano desarrollo integral (Zarriñán, 2015, p. 23). En México los niveles de preescolar, primaria y secundaria son obligatorios y se debe ofrecer bachillerato y educación superior de manera gratuita (Secretaría de Educación Pública, 1997, pp. 6-10). La educación brindada en el país además debe contar con disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y adaptabilidad (Red-DESC, s.f., párrs. 5-8). Todo esto se hace con el fin de asegurar un futuro próspero para los menores, pero al ponerlos a trabajar y descuidar los estudios se atenta contra este derecho al cual se le debería de dar prioridad pues de la educación depende el futuro del país y de todo el mundo.

Actualmente ya existen varios proyectos en distintas partes del mundo para acabar con el trabajo infantil y así respetar los derechos de los niños. Lamentablemente, no están cumpliendo con su función como deberían y la problemática no está disminuyendo. En México, hay una fundación en Puebla cuyo objetivo principal es sacar a los menores de la calle denominado “Centro CIDES”, pero este se concentra principalmente en la población indígena y su inclusión a la sociedad. La otra organización destinada a ayudar a estos niños es “El Caracol” pero su principal objetivo tampoco es ayudar a los menores en situaciones de trabajo forzado si no sacar a los más pobres de la calle (UNESCO, 2011b, párrs. 2, 3). Claramente, no son suficientes organizaciones para lograr mitigar los efectos de este problema y se debe resolver para así, brindar a todos los menores una niñez digna como se merecen.

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