Empoderamiento
Enviado por pmsuazo • 3 de Julio de 2013 • 1.684 Palabras (7 Páginas) • 1.093 Visitas
Empoderamiento:
“Proceso mediante el cual las personas fortalecen sus capacidades, confianza, visión y protagonismo en cuanto que forman parte de un grupo social, para impulsar cambios positivos en las situaciones en las que viven”.
“Las personas y/o grupos organizados cobran autonomía en la toma de decisiones y logran ejercer control sobre sus vidas basados en el libre acceso a la información, la participación inclusiva, la responsabilidad y el desarrollo de capacidades”.
“Es el proceso de cambio en el que las mujeres aumentan su acceso al poder y como consecuencia se transforman las relaciones desiguales de poder entre los géneros”.
El concepto de empoderamiento tiene su origen en la educación popular de Paulo Freire y su desarrollo teórico está unido al análisis de género. El término se aplica a todos los grupos vulnerables, pero donde ha encontrado más eco ha sido en relación con las mujeres. Su aplicación fue propuesta por primera vez a mediados de los 80 por una red de grupos de mujeres e investigadoras del Sur y del Norte, DAWN, para referirse al proceso por el cual las mujeres acceden al control de los recursos (materiales y simbólicos) y refuerzan sus capacidades y protagonismo en todos los ámbitos.
EMPODERAMIENTO, PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y GESTIÓN LOCAL
El empoderamiento ciudadano, en términos sencillos y útiles, es el proceso a través del cual tanto individuos como comunidades obtienen conciencia y control sobre los procesos que inciden o pueden incidir en su calidad de vida inmediata.
En los procesos de empoderamiento ciudadano, individuos y comunidades se movilizan en los ámbitos político y social, para obtener beneficios que redunden en sus condiciones de existencia. El empoderamiento popular requiere de comunidades y colectivos fuertes mediante, al menos:
- el desarrollo de modelos de organización interna de naturaleza democrática;
- la capacidad para emprender procesos de diagnósticos y planificación autónomos y participativos;
- la capacidad de negociación y concertación con otros colectivos y con las autoridades públicas; y,
- el desarrollo de la corresponsabilidad y de control social de la gestión gubernamental y de su propia operatividad.
El empoderamiento ciudadano es una actitud reivindicativa que persigue la inclusión de aquellas comunidades menos favorecidas en la construcción de una sociedad más democrática, equitativa y justa.
También el empoderamiento se encuentra articulado a la participación ciudadana bien sea ésta política, social o comunitaria. La participación ciudadana es un proceso mediante el cual individuos y comunidades, emprenden distintas iniciativas; de acuerdo a sus propias necesidades para contribuir a su desarrollo político, económico y social.
En otras palabras, la participación ciudadana puede contribuir al empoderamiento de individuos, de colectivos sociales y de comunidades organizadas; a través del fortalecimiento de sus capacidades operativas y, sobre todo con la potenciación del ejercicio pleno de sus derechos humanos fundamentales.
La gestión pública está referida a la acción de las agencias estatales que, de acuerdo a su naturaleza y a su misión, debe corresponder a atender de manera ordenada las principales necesidades de su colectivo correspondiente.
En tal sentido, la gestión pública local comprende la actividad de aquellas entidades público-territoriales menores como son los municipios y sus componentes gubernamentales básicos como lo son las alcaldías, los concejos municipales y las juntas parroquiales que tendrían que responder a las necesidades, demandas y propuestas que manifieste su población y sus comunidades organizadas.
El municipio es el espacio natural y más inmediato para el desarrollo de procesos de empoderamiento ciudadano, por constituir la representación más cercana del Estado a la población.
MARCO TEORICO
Aportes del Enfoque del Empoderamiento a la Intervención Social
En los modelos tradicionales de intervención social es el operador social quien presume poseer la experticia necesaria para determinar la naturaleza del problema y el tratamiento que conviene aplicar, relegando a las personas implicadas al rango de simples ejecutantes. Este tipo de intervención trata a los beneficiarios de estos servicios como individuos carentes de competencia para hacerse cargo de su realidad y refuerza la falta de poder de estos sobre las propias circunstancias y condiciones de vida (Le Bossé & Dufort, 2002; Perkins, 1995). Esta postura propicia que la responsabilidad del cambio quede depositada en los agentes de desarrollo, quienes conducen el proceso, limitando consecuentemente la asunción de control de la comunidad respecto de su situación (Martínez, 2006; Montero, 1991; Pérez-Luco, 2003).
Numerosos autores han desarrollado perspectivasyprácticassociales alternativas a este enfoque (De Paula, 2003; Durston, Duhart, Miranda & Monzó, 2005; Lipszyc, 1993; Plough & Olafson, 1994). Entre estas, la intervención centrada en el desarrollo del empoderamiento de las personas y de las comunidades aparece como una de las más pertinentes (Le Bossé & Dufort, 2002; Newbrough, 1992; Silva & Martínez, 2004).
Este enfoque permite dar respuesta a cuestiones fundamentales en la intervención social. Por una parte, pone énfasis en las fortalezas de las personas, promoviendo una nueva imagen de ellas como ciudadanos con derechos y opciones. Define también una nueva aproximación a la relación de ayuda, que sitúa a los profesionales como colaboradores que trabajan con miembros de la comunidad en un afán por cambiar su mundo social, superando
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