Escuela De Chicago
Enviado por Hermary12 • 17 de Marzo de 2014 • 1.907 Palabras (8 Páginas) • 236 Visitas
Sociología Urbana y Ecología Social
La escuela de Chicago constituye, desde los años veinte Escuela de Chicago, uno de los focos de expansión más poderosos e influyentes de la moderna Sociología criminal.
La concepción plural del orden social que profesaron sus representantes, y, sobre todo, la actitud de sincera apertura y compromiso con los problemas sociales del momento, hicieron que la significación de la misma exceda con mucho la de una mera teoría de la criminalidad.
En cuanto teoría de la criminalidad, resaltó la importancia etiológica del factor ambiental (environmental factor) y su estrecha correlación con los índices de delincuencia. Que las características físicas y sociales de determinados espacios urbanos de la moderna ciudad industrial generan la criminalidad y explican, además,, la distribución geográfica del delito por áreas o zonas es la tesis más relevante de la Escuela de Chicago.
Objeto y Método de la Escuela de Chicago
• Desde 1860 numerosos grupos de emigrantes de todos los lugares de Europa llegan a Norteamérica y se asientan en las ciudades del medio oeste. El impacto de tales movimientos migratorios se hace sentir especialmente en Chicago, que cuenta con 110.000 habitantes en 1860 y rebasa los 2.000.000 en 1910. La inmigración masiva y el proceso vertiginoso de industrialización crean un nuevo tipo de hábitat de organización, estructuralmente distinto del tradicional. La gran ciudad se convierte en “crisol” (melting pot) de etnias, religiones, culturas y cosmovisiones. Pero también en un preocupante foco de problemas sociales, derivados del cambio social y del conflicto cultural: pobreza, marginación, suicidio, alcoholismo, prostitución, criminalidad. En definitiva, el problema de la integración a la sociedad norteamericana de “culturas” con personalidad propia: el de la adaptación conflictiva a una nueva estructura urbana e industrializada de grupos muy heterogéneos (costumbres, lengua, educación, riqueza, raza, etc.) y móviles.
Este trasfondo explica el particular énfasis -desmedido, a juicio de algunos- que puso la Escuela de Chicago en el cambio del entorno espacial, ambiental (environment) y la impronta subjetivista de las teorías “ecológicas”. Que se manifestara, fundamentalmente, como Sociología urbana, preocupada por aspectos muy concretos y externos del mid-west norteamericano: el crecimiento de las ciudades, la expansión de la industria y el ferrocarril, el mosaico de razas y nacionalidades, el movimiento de la población, la distribución de los servicios, la anatomía de ciertos barrios y ghetos (China Town, Little Italy, Chicago's North Side, etc.), las formas de vida de determinadas minorías y tipos humanos (el hobo, los bum, los tramp, etc.). pues la “Ecología humana” se ocupa, ante todo, de los procesos sociales y el profundo cambio social acaecido a partir de la segunda mitad del siglo XIX que se polarizó en las grandes urbes. Es lógico, por ello, que la Escuela de Chicago hiciera de las “condiciones” del cambio social “hechos” o “datos” reales que constituirían el objeto básico de su atención. Y que su análisis de la vida social se circunscribiera a los aspectos más externos y concretos de aquél
• La escuela de Chicago generalizaría el empleo de métodos empíricos, de investigaciones de “campo”, y de técnicas estadísticas ya más perfeccionadas, PARK adoptó el método antropológico de la observación activa, participativa (“participant observation”).
En todo caso, la Escuela de Chicago no se limita a describir, sino que pretende comprender y explicar los problemas sociales en su correlación con la nueva estructura urbana, partiendo de diversos esquemas conceptuales y modelos de crecimiento y organización metropolitanos. McKENZIE establece, por ejemplo, una clara analogía entre el Ecosistema y la metrópoli. Y BURGES diseña un modelo “espacial” que sirve de marco a sus investigaciones.
• Muchas de las investigaciones sociológicas llevadas a cabo en el siglo XIX por la denominada Estadística Moral (QUELELT, GUERRA, RAWSON, FLETCHER, MAYHEW, etc.), responden en buena medida a un enfoque “ecológico”. En todo caso, tres datos concretos permiten establecer un razonable paralelismo entre la Estadística Moral y la Escuela de Chicago: ambas contemplan el crimen como fenómeno social colectivo; la cuantificación de los datos relativos al delito y al delincuente les permite ilustrar variaciones cualitativas, en orden a las variables de tiempo y de lugar; y conceden gran relevancia etiológica a los factores socioeconómicos objetivos, tal como la pobreza, educación, densidad de población, etc., en la génesis del comportamiento criminal.
• Pero, sin duda, el antecedente próximo de la Escuela de Chicago se encuentra en la obra de THOMAS, W. I., y ZNANIECK, F., “The Polish Peasant in Europe and America” (1918), valioso análisis de los problemas de integración a la sociedad norteamericana de una comunidad polaca que emigró al nuevo mundo. Dicha obra formula ya el concepto de desorganización social como explicación última de la conducta desviada y proclama la necesidad de conocer ésta “desde dentro”; enfoque metodológico que harán suyo los “patólogos sociales” al examinar los problemas de integración y adaptación, y que daría lugar, posteriormente, a una rica gama de investigaciones de “campo”, que constatarán el hecho de la diversidad cultural.
Precursores, también, de la Ecología Humana pueden ser considerados SIMMEL (1893) y WEBER (1899).
El primero, por haber resaltado desde un enfoque psicológico las tensiones que padece el individuo en la gran ciudad; la actitud de despego ante los muchos estímulos de la vida urbana; el reconocimiento obligado del valor del dinero y la utilidad personal de los objetos; y la pugna inevitable entre el deseo de anonimato y la necesidad de reconocimiento serían, ajuicio de SIMMEL, tres factores de la vida urbana que exigirían significativos ajustes psicológicos del residente.
Por su parte, WEBER puso el acento en la movilidad social al constatar que los emigrantes de núcleos rurales se veían obligados a residir en las áreas más pobres de las ciudades, desplazándose con el tiempo algunos de ellos y sus descendientes a otras zonas mejor acondicionadas cuando prosperaban económicamente
PARK, BURGESS y McKENZIE trazaron las directrices básicas del modelo ecológico. RECKLESS, THRASHER, SHAW y McKAY, sobre todo, aplicaron el mismo al análisis de la delincuencia.
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