Escuelas Tecnicas

Calzadilla y Bruni (1994) explican que las primeras experiencias de instituciones de carácter oficial dedicadas a la capacitación para el trabajo y la formación para un oficio en Venezuela corresponden al gobierno de Guzmán Blanco (1884-1936), cuando se fundan la Escuela de Artes y Oficios, la cual ofrecía los oficios de taller más tradicionales: Albañilería, armería, carpintería, ebanistería, herrería, fundición, sastrería, zapatería, y la Escuela Politécnica Venezolana que ofrecía profesiones más relacionadas con nuevas tecnologías y las principales ramas de actividad económica del país.

Desde ese periodo a la actualidad, se han creado diversas instituciones educativas de carácter técnico, especialmente cuando se “Promulgó la Resolución Ministerial Nº 177 de fecha 08-09-99, en la cual se declara en condición de experimentalidad pedagógica y administrativa la Educación Técnica Agropecuaria e Industrial, siendo éste el instrumento legal que soporta el proceso de Reactivación y Modernización de las Escuelas Técnicas y la creación de Unidades Productivas” (Ministerio de Educación y Deporte, 2004, p. 24), que conocemos como “Escuelas Técnicas Robinsonianas”

En este sentido, el presente ensayo tiene como propósito presentar a las Escuelas Técnicas Robinsonianas como experiencias de Educación Técnica Bolivariana en nuestro país en los últimos años, en el marco de la reforma educativa .Estas Escuelas Técnicas se denominaron Robinsonianas, para rendir homenaje a don Simón Rodríguez, maestro del Libertador, el cual utilizaba el seudónimo de este gran maestro, fundamentó la educación de calidad en tres aspectos fundamentales. El primero de ellos plantea que la educación debe formar personas y auténticos ciudadano, el segundo, que la educación debe enseñar a aprender y por último, la educación de calidad debe enseñar a trabajar y a valorar el trabajo y al trabajador.

La Escuela Técnica Robinsoniana es una propuesta educativa donde se integran la instrucción académica con el aprendizaje de oficios o la educación práctica que aborda las necesidades concretas de un sector o área y vinculando de este modo la educación a la vida, no sólo cotidiana sino a la vida productiva del país.

Como se menciona anteriormente, la educación técnica no es nueva en el país, existen iniciativas privadas como las de Fe y Alegría, centros APEP, entre otras, que trabajan diversas menciones técnicas con mística y calidad. Sin embargo, en el sector público se ha incrementado el deterioro de la planta física de las Escuelas Técnicas, la dotación de talleres y laboratorios son insuficientes u obsoletos, la falta de personal capacitado y actualizado, lo que han motivado la creación de políticas educativas adecuadas a las nuevas condiciones jurídicas, políticas y sociales de nuestro país, y además busca responder de manera eficiente a las exigencias y necesidades de las comunidades, localidades, familias e individuos.

Estas Escuelas Técnicas Robinsonianas pretenden ser un espacio educativo que va a la par de la rapidez del cambio de las condiciones económicas, sociales y culturales de la sociedad, a través de la participación y desarrollo personal, social, cultural y político, así como, la difusión de los avances científicos, humanísticos y tecnológicos. En consecuencia, ofrece una serie de especialidades que incluyen la agropecuaria, artes, promoción social y servicios de salud, industria, comercio y servicios administrativos, seguridad y defensa y educación intercultural bilingüe.

Esto requiere en primer lugar, de un personal académico comprometido con los cambios socioculturales y tecnológicos, además, de una sensibilidad social y comunitaria acorde a los retos educativos que se le plantean. Esto aunado

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