Estudio Sociológico de Catacaos - Piura

INTRODUCCIÓN

En el año 1980 el PBI del Perú era superior al de Corea del Sur, hoy, somos la tercera parte del suyo. Hace 49 años una isla consiguió de manera repentina independizarse de Malasia, con un futuro no muy  prometedor, por lo reducido de su territorio (menos de la mitad de nuestra ciudad, Trujillo), y en especial por múltiples problemas internos, me refiero a Singapur, “ciudad de los leones”, que siendo una ciudad-Estado desprovista de recursos naturales, ha logrado posicionare como una de las principales economías del mundo por su notable expansión y dinamismo. Por ser nuevos países industrializados que, mantienen altas tasas de crecimiento, estos, son dos de los cuatro países que conforman  los denominados “tigres asiáticos”. Nosotros, próximos a cumplir dos centenas de nuestra independencia  y separación definitiva del yugo español seguimos ansiosos de  salir del subdesarrollo. Razones que explican el porqué de estas diferencias son muchas, pero hay una que ha sido por mucho tiempo el pico de botella de todas las demás: la educación.

Sin lugar a dudas este problema es uno de los más fuertes que afronta el gobierno de turno así como muchos anteriores. Harri Skog, secretario de Estado de Educación de Finlandia desde 2006, resumía la importancia de su labor en una frase: «La educación es la llave para el desarrollo de un país». Se sabe que la educación constituye un punto de inflexión respecto de las proyecciones hacia el futuro pero lamentablemente estamos muy lejos de encontrar esa llave que nos puede llevar al éxito. Este controversial tema ha sido punto de partida de muchos debates y se ha tratado desde varios enfoques. Hasta la fecha continuamos con la imposibilidad del gobierno de poder brindar un plan estratégico eficiente que pueda erradicar este problema de raíz y nos permita avizorar el mañana con una nueva luz de esperanza. Según Jaime Saavedra, Ministro de Educación, la única forma que nuestro país siga creciendo es mejorando el nivel educativo. Dice que están seleccionando a los mejores directores para las escuelas y que el ministerio ha lanzado un plan para que el 2021 los escolares salgan conversando en inglés de los colegios públicos: “asegurarnos que los docentes sean los mejores posibles, que los directores sean reales líderes y gerentes de sus escuelas. Asegurarnos que mejoremos de manera sustancial la infraestructura, el equipamiento inmobiliario y darle un proceso de aprendizaje de calidad”.

En el último CADE noviembre 2014, el ministro Saavedra también recalcó el giro hacia la calidad planteada^[1] por Pritchett^[2] y dio una clara exposición de los cuatro pilares con los que él y su equipo están atacando la mala educación del país: mejora de la gestión de la educación, revalorización de los docentes, entrega de herramientas a los alumnos para el óptimo aprendizaje y desarrollo de infraestructura. Mostró lo que viene ejecutando en su año a la cabeza del ministerio, desde aumentos salariales para docentes en base a su rendimiento hasta construcción de escuelas vía obras por impuestos.

Cada vez que se intenta dar respuesta a los principales problemas que afligen al Perú, mejorar la educación siempre es una de las grandes tareas pendientes. Pero más allá de reconocer que la educación es clave para el desarrollo del país, ¿se hace algo al respecto? “¿La educación realmente ha sido una prioridad para el país?”. Estas son preguntas que todos los peruanos debemos responder para sentirnos comprometidos con el tema educativo, pues según los resultados de la última prueba PISA^[3], el Perú quedó en último puesto. De acuerdo a Pritchett “el progreso típico es de un punto anual en la prueba de PISA. El Perú necesita alrededor de 130 puntos para alcanzar una educación de primer mundo”.  Así es que, si queremos que nuestros hijos vean al Perú alcanzar una educación de primer mundo, se necesita un aumento sostenido de 4 puntos al año.

Entonces para poder afrontar el problema educativo debemos trabajar en mejorar la falta de calidad y equidad, pues los niños de diferentes regiones tienen diferente nivel educativo. Así mismo, existe un en enorme divorcio entre lo que propone el sistema educativo actual y lo que requiere el mercado. Todo esto debe estar sustentado en un mejor manejo del presupuesto nacional para educación, pues sin recursos poco se puede lograr. Aunque se cambien directores e inclusive ministros, es necesario dar sentido de urgencia a las políticas en educación de manera que de una vez por todas salgamos de este problema endémico nacional que es el deficiente nivel educativo.

1. SITUACIÓN PROBLEMÁTICA:

En el ámbito internacional la educación refleja el momento económico por el que está pasando una economía. Es por ello que si una nación cuenta con una economía estable y en crecimiento, poseerá más dinero para sus habitantes y  es probable que estos cuenten con un alto nivel de vida, lo que conlleva a un alto nivel cultural y educativo. En cambio, si un país tiene una  economía cuya producción crece lentamente, su ingreso, será insuficiente para cubrir con las necesidades de toda la población,  cuyo estándar de vida será muy bajo, lo que conduciría a un logro educacional paupérrimo. Lo anterior es muy lógico y corresponde a la manera en cómo se divide el mundo tomando como base su economía: países desarrollados (ricos) y países en vías de desarrollo(los pobres).

Los primeros son los que apostaron o apuestan por una educación de calidad y como gozan de un buen respaldo económico, invierten fuertes sumas de dinero. Cuanto mayor es el PIB, mayor es el gasto bruto en educación. El país desarrollado que más invierte en educación del mundo es Dinamarca, que destina un 8% del PIB a educación, muy seguido de Islandia y Corea Sur que aportan alrededor de 7.5% de su PBI al sector educativo. Sin lugar a duda uno de los que más destacados en esta lista es Finlandia, cuyos habitantes eran en su mayoría leñadores, y a base de educación han logrado convertirse en el noveno país  con mayor renta per cápita y tener en su territorio una de las más grandes y prestigiosas empresas de telefonía móvil, Nokia. Si bien es cierto, invierte 1.5% menos que Dinamarca, tiene un sistema educativo muy compacto y competitivo en todos sus niveles, además que ha podido encajar  perfectamente tres estructuras: la familia, la escuela y los recursos socioculturales. Un lugar donde casi no existe fracaso estudiantil,  ser profesor se considera honor nacional y por si fuera poco, se calcula que el 80% de las familias van a la biblioteca el fin de semana.

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