Eutanacia
Enviado por cristyanv50 • 21 de Mayo de 2013 • 2.558 Palabras (11 Páginas) • 340 Visitas
INTRODUCCION
La eutanasia, es también conocida como muerte piadosa o muerte asistida, es uno de los temas del derecho internacional penal y de los órdenes punitivos de los estados modernos, que han destacados serios debates alrededor del mundo, principalmente entre quienes se postulan a favor de la vida pero digna, es decir, una vida en la que prueba gozar de todas las capacidades que se les fueron atribuidas a los seres humanos.
En este sentido, integran el gran debate de las numerosas discusiones diferentes aspectos médicos, éticos y biológicos, así como consideraciones jurídicas, filosóficas, políticas, sociológicas, de derechos humanos e incluso religiosas que, contra lo que pudieran suponerse, distan mucho de haber agotado sus posibilidades y contribución heurística. De ahí que para poder tener una opción razonada del fenómeno de la muerte piadosa es necesario, un primer término, ponderar la importancia de su conocimiento integral a la luz del estudio ordenado y sus principales variables como su definición, antecedentes, formas, modalidades, categorías, funcionamientos, y marco jurídico legal e internacional que regulan su aplicación.
MARCO TEÓRICO
La palabra eutanasia ha venido significando realidades muy diferentes a lo largo del tiempo. Esta variedad de significados, ira incrementándose a medida que incrementen los modelos de vida, la multiplicidad de lugares físicos y de ritmos temporales de una sociedad determinada, y especialmente el grado de complejidad de las nuevas tecnologías. A pesar de este dato y centrándonos en la actualidad, la Eutanasia ha sido definida la mayoría de las veces como la muerte en paz, sin dolores, incluso en plenitud de consciencia, sin disminución de las cualidades psíquicas del individuo.
En cuanto a la morfología de la palabra Eutanasia, se trata de un término derivado de la lengua griega, y que etimológicamente proviene de dos palabras: eu (bueno) thánatos (muerte), significado en un principio, buena muerte, si se observa con detenimiento esta afirmación, podemos llegar a comprobar como el termino se presta a equívoco, desde el primer momento, ya que el calificativo de “buena”, dependerá sustancialmente del concepto que se pueda tener del hombre y de la misión que esté desempeña en la tierra. Así, Ferrer Serrate nos dice: “quien considere al hombre como un animal sensitivo, sin alma, pensara que la muerte buena es solo la muerte placentera, carente de dolor”. Para un filósofo Estoico, como Sócrates, eutanasia, será la muerte soportada con serenidad y valor. Para un Nihilista, sería la muerte acelerada. Quien tenga una concepción cristiana del hombre, pensaría que la buena muerte es aquella que tiene lugar en el momento y hora que Dios disponga, sin aceleraciones contrarias a la misma naturaleza, con el máximo de lucidez de su conciencia, en paso hacia una nueva vida.
La eutanasia puede ser considerada en varios aspectos semejante al asesinato, pues, en ambos casos la vida humana está en juego, sin embargo, existen algunas diferencias que permiten distinguirlas: a) en la eutanasia siempre ha de existir una razón humanitaria, b) la eutanasia justificada o no, solo puede producirse en interés de la dignidad del destinatario, c) la eutanasia tiene como objetivo disminuir el daño o eliminar el sufrimiento del destinatario (en el asesinato no se pretende disminuir el dolor de nadie), c) en la eutanasia el destinatario desea la muerte, en el asesinato la víctima no espera morir.
Si se toma el punto de vista de quien va a recibir la eutanasia, la eutanasia puede ser de dos tipos: Voluntaria y No voluntaria. Esta distinción gira en torno a la concurrencia o no del consentimiento del sujeto en su propia muerte. Se habla de eutanasia voluntaria, cuando es solicitada, libre y conscientemente por quien quiere que le den muerte; personas sujetas a unas determinadas circunstancias, solicitan la muerte para liberarse de sus sufrimientos físicos p morales porque los consideran insoportables. Por el contrario, cuando el paciente, por cualquier razón, no puede expresar su consentimiento, se habla de eutanasia No voluntaria, en la que la práctica de la misma, tiene lugar en contra del expreso deseo del paciente de que le sea realizada.
Existe también la eutanasia pasiva y activa, siendo que la primera seria matar a una persona y la segunda dejarla morir. Y todo ello en base a dos argumentos: a) el proceso de “dejar morir” puede ser relativamente lento y doloroso, mientras que la inyección letal es rápida e indolora y B) la doctrina convencional facilita que las decisiones relativas a la vida y a la muerte se tomen teniendo en cuanta aspectos ajenos al caso.
MARCO HISTORICO
Aunque hay evidencias documentales de que distintas formas de muerte piadosa o asociadas a esta fueron practicadas tanto por los pueblos primitivos, como por las sociedades q refiere la Biblia y después por las antiguas civilizaciones. Al parecer en Atenas y otras ciudades griegas, el estado suministraba el veneno (cicuta) a quienes lo solicitaban explícitamente para poner fin a su sufrimiento. Los grandes pensadores de Grecia y Roma, practicaron el suicidios eutanásico (Diogenes , Epicuro, Pomponio, Atico, entre otros), hicieron ayunos totales para aminorar su sufrimiento ante padecimientos dolorosos.
En el siglo V. a.J.C. el tema de la eutanasia ha sido objeto de discusión. Así lo acredita Sócrates, cuando atribuye a Asclepio (dios griego de la medicina, Esculapio para los romanos) la decisión de no prolongar la vida “en los casos en que el cuerpo está totalmente enfermo por dentro”; y Platón justifica q la eutanasia como suicidio por debilidad o cobardía. Sin embrago, hubo también voces que se alzaron en contra de tales prácticas y que aún hoy, sigue vigente para los profesionales de la Medicina, como por ejemplo, el Juramento de Hipócrates “No suministrare a nadie ni siquiera si me lo piden, ningún fármaco mortal, ni lo pondré como concejo.
Sin embargo, el advenimiento y la evolución posteriores al a conciencia cristiana con sus principios de sacralidad de la vida humana, considerado como un don de Dios, produjo un radical cambio en el sentir común y en la actitud e la humanidad. A partir de este momento y hasta nuestros días, la historia de la eutanasia no ha experimentado grandes cambios. Las guerras, pestes y epidemias de la Edad Media inspiraron a causa de del espíritu religioso de esta época, una profunda preocupación sobre el arte de morir bien .Francis Bacon (1561-1623) aparece en Inglaterra y se le atribuye el uso del término eutanasia con
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