Eutanasia
Enviado por crisel.pc • 4 de Febrero de 2013 • 2.233 Palabras (9 Páginas) • 314 Visitas
ANTECEDENTES:
La eutanasia no es algo nuevo. Está ligada al desarrollo de la medicina moderna. El solo hecho de que el ser humano esté gravemente enfermo ha hecho que en distintas sociedades la cuestión quede planteada. La eutanasia es un problema persistente en la historia de la humanidad en el que se enfrentan ideologías diversas.
Grecia
La eutanasia no planteaba problemas morales en la antigua Grecia: la concepción de la vida era diferente. Una mala vida no era digna de ser vivida y por tanto ni el eugenismo, ni la eutanasia suscitaban grandes discusiones. Hipócrates representa una notable excepción: En Grecia, Hipócrates en su juramento afirma que no dará medicamento mortal por más que se lo soliciten. En el juramento Hipocrático, la santidad de la persona y el verdadero bienestar del paciente es central: nadie puede asignar el valor paciente porque él tiene valor inherente. Reconoció, sin embargo, que se podría violar fácilmente este ética ya que los médicos, no tienen sólo el poder para curar sino también para matar. Por esta razón hizo que los médicos juraran que nunca usarían su conocimiento y experimentarían para matar, e incluso a la propia demanda de un paciente. El juramento permitió a la medicina proteger al paciente vulnerable.
La eutanasia, cuyo significado etimológico es “buena muerte” y define el proceso que tiene por objeto ayudar a morir sin dolor a un enfermo en estado terminal e irreversible que así lo solicita, sólo ha sido legalizada en su aplicación más amplia en dos países: Holanda y Bélgica. Existen tres formas de eutanasia: activa, cuando se provoca la muerte mediante drogas u otros métodos letales; pasiva, consistente en la eliminación de los medios destinados a prolongar la vida; e indirecta, cuando se administran calmantes con la intención principal de aliviar el dolor, aunque ello pueda anticipar la muerte del enfermo. La eutanasia activa sólo es legal en Holanda y en Bélgica, mientras que otros países autorizan fórmulas como el suicidio asistido, como es el caso de Suiza y el estado de Oregón, o la eutanasia pasiva. Oregón fue el primer lugar del mundo donde se legalizó la eutanasia, en diciembre de 1994, con una ley que entró en vigor en 1997 y que autorizaba a los médicos a prescribir drogas letales a los pacientes en fase terminal con seis meses de esperanza de vida que lo solicitaran y que se tenían que administrar los propios enfermos. Dicha ley fue aprobada dos veces en referéndum y ha sido confirmada por la Corte Federal de Apelaciones (2004), y por el Tribunal Supremo de Estados Unidos (2006). Desde que entró en vigor ha sido usada en 200 casos de enfermos terminales. Pero el primer país del mundo en legalizar la eutanasia activa fue Holanda en 2001, aunque esa práctica llevaba años siendo “tolerada” en ese país. De hecho, en 1984 el Tribunal Supremo había admitido la posibilidad de no sancionar algunos actos de eutanasia; y en 1993 se había aprobado una ley, que aunque no llegaba a despenalizarla, si contemplaba su aplicación en determinados casos. En el año 2000 se elaboró una ley que eximía de responsabilidad penal a los médicos que practicasen la eutanasia siempre que un enfermo en fase terminal lo decidiese libremente y estuviese sometido a un sufrimiento insoportable sin expectativas de mejora. Dicha ley fue aprobada en el Senado el 10 de abril de 2001 y entró en vigor el 1 de abril de 2002. El ejemplo de Holanda fue seguido por la vecina Bélgica, país que, el 23 de septiembre de 2002 despenalizó la eutanasia para los adultos en ciertos casos y bajo estrictas condiciones. Ambos países preparan en la actualidad una regulación de la eutanasia para niños y personas dementes. La eutanasia estuvo también permitida durante un tiempo en el Territorio del Norte de Australia, donde el doctor Philip Nitschke ideó un método de “suicidio asistido” que permitió a cuatro personas morir acogiéndose al Acta del Derecho de Enfermos Terminales (ADET), que entró en vigor en julio de 1996, pero que el Parlamento federal derogó en marzo de 1997. El suicidio asistido, que consiste en facilitar la ayuda exterior necesaria para morir a quien quiere acabar con su vida pero no tiene medios para hacerlo, está permitido en Suiza donde hay una asociación, “Dignitas”, que se dedica a ayudar a morir, lo que ha propiciado un “turismo de la muerte”. En Japón, fue autorizado por la Corte Suprema en 1995, aunque solo en determinadas condiciones; y en Colombia, fue reconocido en 1997 por la Corte Constitucional como un derecho para enfermos terminales. En la mayoría de los países la eutanasia está sin regular o únicamente se admite la pasiva, aunque cada cierto tiempo surgen casos que devuelven el tema a debate.
Holanda países bajos. (2001)
La Ley establecía 5 requisitos legales para llevar a cabo una muerte asistida:
En primer lugar, tiene que ser el paciente el que la solicite y el médico debe asegurarse de que éste está realmente convencido y es consciente de las implicaciones de su decisión; el paciente debe padecer sufrimientos físicos y psíquicos insoportables; no debe existir otra solución razonable que ponga fin a dicho sufrimiento; el médico debe consultar el caso con otro facultativo; por último, una vez se haya llevado a cabo la muerte asistida el médico debe presentarse ante una comisión regional de control formada por un jurista, un médico y un experto en ética, que valorará si la praxis se ha llevado a cabo con todas las seguridades jurídicas que establece la Ley.
Las reacciones no se hicieron esperar y Europa abrió el debate moral. Mientras el Vaticano y numerosos grupos pro-vida condenaban la votación holandesa, el resto de la sociedad aplaudía el avance de un país que, a pesar de ser cristiano, monárquico y estar especialmente orgulloso de sus tradiciones, se ha convertido en un estado precursor en el debate social de las libertades individuales a golpe de varias leyes históricas, como la de la prostitución, el consumo de marihuana o el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En una ocasión el filósofo español Salvador Pániker afirmaba: “La verdadera dignidad humana es la libertad, que cada ser humano sea dueño de su propio destino”
Holanda resolvió esta clandestinidad e inseguridad jurídica aprobando la primera ley a favor de la eutanasia. Desde que la ley entrara en vigor en abril de 2002 son muchas las estadísticas que aseguran que los números de casos de eutanasia que se inscriben en Holanda son inferiores a los que se practican, desde la ilegalidad, en los otros países de la Unión Europea. Un año después de la promulgación de esta ley, Bélgica se sumaba a la propuesta de los Países Bajos y aprobaba su propia ley sobre
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