Evaluación Formación ciudadana
Enviado por Rodrigourra70 • 13 de Diciembre de 2022 • Ensayo • 2.595 Palabras (11 Páginas) • 89 Visitas
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FORMACIÓN CIUDADANA:
DE UNA PERSPECTIVA IDEOLÓGICA CONSERVADORA A UNA PERSPECTIVA CRITICA.
Evaluación Formación ciudadana
Estudiante:
Rodrigo Urra
Evaluación Formación ciudadana
En Chile, diversas han sido las iniciativas y esfuerzos a nivel de política educativa que se han implementado con el propósito de entregar una formación ciudadana acorde a la realidad sociopolítica de la sociedad chilena de los últimos años, y en ese contexto, el rol de las comunidades educativas y los docentes es clave al momento de desarrollar la formación ciudadana. En efecto, en la actualidad, la formación ciudadana tiene el objetivo de preparar sujetos conforme a los requisitos de la sociedad del siglo veintiuno donde la multiculturalidad, la globalización, la relación con el medio ambiente, el manejo de las ciencias sociales, el manejo de la tecnología y la democracia moderna, han demandado el desarrollo de competencias heterogéneas. Tales demandas han sido canalizadas por el sistema educativo chileno a través del currículum, donde se han creado estrategias para alcanzar objetivos de aprendizaje propicios para el ejercicio ciudadano.
Por ello en Chile, el sistema educativo cuenta con un conjunto de herramientas y estrategias que funcionan como medios para alcanzar los objetivos para la formación ciudadana. Tales objetivos fueron establecidos en la Ley General de Educación (LGE) donde se señaló que se debe procurar que cada alumno expanda y profundice su formación general desarrollando conocimientos, habilidades y actitudes que les permitan ejercer una ciudadanía activa, para ello se disponen las bases curriculares (Ministerio de Educación [Mineduc], 2009). En base a esto, la formación ciudadana, entendida como el proceso de enseñanza-aprendizaje que tiene el propósito de preparar sujetos para participar en la esfera pública, ha sido imprescindible en el sistema educativo chileno. Sin embargo, al ser dependiente de la realidad social que circunscribe a los estudiantes, ha variado constantemente según el lugar y la época. Debido a esto es que en el siguiente ensayo dará cuenta de cómo las bases curriculares han cambiado hasta el día de hoy. Tomando en consideración sus perspectivas ideológicas imperantes a través de los últimos años.
La existencia de una variada bibliografía sobre el currículum y la formación ciudadana ofrece distintos esquemas para poder organizar y describir las distintas perspectivas o ideologías curriculares respecto de la formación del ciudadano. En el texto de Magendzo y Gazmuri “La educación del ciudadano” se nos plantea las ideas de Igor Goodson quien menciona que el currículum “no consiste en una decisión imparcial, racional, sobre lo que se juzga de interés para los alumnos. Es un acto político concebido de modo mucho más amplio en el que todos los grupos de interés, tal como debe ser dentro de una democracia, tienen la palabra; pero es un error considerarlo un ejercicio objetivo y racional” (Goodson, 2000, p. 43). El currículum puede ser interpretado de múltiples maneras, como manifestación de una variedad de fenómenos, pero nunca deja de ser una construcción social, el resultado de una negociación entre distintos grupos y actores situados en distintas posiciones de la sociedad, locales y globales, con distintas cuotas de poder y capacidad de influencia (Bernstein, 1993; Apple, 1996; Goodson, 2000; Amadio, Opertti y Tedesco, 2015). Desde esta perspectiva se debe decir que el curriculum al ser cambiante, está cargado “El componente ético ideológico estará siempre presente a la hora de referirse a la formación ciudadana, imbricado a los procesos de socialización y rol que a la educación le toca jugar en la sociedad, para formar ciudadanos democráticos, sujetos de derechos” (Rendón)
Ahora bien, es necesario comprender que el curriculum vinculado a la formación ciudadana al estar cargado de dichos componentes ideológicos se ha ido transformando según las necesidades del contexto y la época. Por tanto, según Magendzo y Gazmuri existen tres clasificaciones para entender el carácter ideológico que ha tenido el curriculum en las últimas décadas. En primera parte nos postulan una ideología conservadora guiada principalmente por la valorización de la tradición y la formación de un ciudadano patriota, respetuoso de las leyes y las autoridades. Para esta ideología, la democracia es vista como un método de elección de autoridades y los derechos a reconocer y promover corresponde esencialmente a los derechos políticos y civiles. Desde esta perspectiva, para la formación de este ciudadano y la promoción de estas ideas de democracia y derechos, se promueve que el currículo refleje un relato histórico sobre la nación del que uno pueda sentirse orgulloso y perteneciente, y un enfoque específico del estudio de la constitución, institución política y sistema económico del país. En cuanto a la enseñanza de la ciudadanía, debe ser objetiva y veraz, transmitiendo certezas y evitando contingencias y Juicios de valor.(Magendzo y Gazmuri). Viéndose vinculado a los periodos del fin del régimen militar y el comienzo de los gobiernos democráticos en la que la educación debía hacer su contribución para recomponer la democracia del país. Es más, durante los primeros gobiernos democráticos hubo pleno acuerdo que el currículum debía inclinarse hacia la formación de estudiantes que fueran capaces de conocer los principios de la vida democrática, reconociendo a los otros como legítimos otros en la diversidad y la tolerancia. De tal forma, a partir de 1990, el Ministerio de Educación desarrolló diversas iniciativas para promover una formación ciudadana inspirada en los valores y las prácticas de la democracia, destacándose los programas de “Democracia y Derechos Humanos”, “Educación Ambiental”, y de la “Mujer”, como también, el fortalecimiento de los centros de alumnos como instancias de participación democrática. Tal cual señala Rendón:
“Lo que ha cambiado a través del tiempo es la concepción de ciudadanía que el sistema escolar ha intentado transmitir y, por tanto, el tipo de ciudadano a formar o educar. Así, el ciudadano que ha promovido el currículo nacional desde la última mitad del siglo XIX hasta el presente ha oscilado, entre otros, entre el ciudadano civilizado, el patriota, el productor, el cosmopolita o el global” (Redón)
Por otra parte, Magendzo y Gazmuri, nos plantean una ideología liberal, vinculada al liberalismo político. Siendo una corriente de pensamiento que promueve las libertades civiles y la democracia representativa. Describiendo un posicionamiento mixto con relación a los polos de transmisión y transformación cultural, en tanto pone énfasis en la valoración de cierta construcción nacional frente a la cual los estudiantes deberían sentir orgullo y lealtad, pero al mismo tiempo considera espacios para la crítica y la reflexividad.
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