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Federalista X,LI Y Fallo Marbuty Vs Madison


Enviado por   •  31 de Agosto de 2014  •  2.743 Palabras (11 Páginas)  •  1.684 Visitas

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Textos: El Federalista X, LI y fallo Marbury vs. Madison.

El Federalista X:

1. ¿Cómo define a una facción?

El autor entiende por facción a cierto número de ciudadanos, estén en mayoría o en minoría, que actúan movidos por el impulso de una pasión común, o por un interés adverso a los derechos de los demás ciudadanos o a los intereses permanentes de la comunidad considerada en conjunto.

2. ¿Cuál es el peligro a los que nos expone las facciones?

El peligro al cual nos exponen las facciones es la falta de fijeza y libertad, la injusticia y la confusión, muchas veces éstas son las razones por las cuales se ha hecho perecer a todo gobierno popular.

Provoca que los gobiernos sean inestables, así como también el descuido del bien público a causa del conflicto de los partidos rivales, la aprobación de medidas no conformes con las normas de la justicia y los derechos del partido más débil, las cuales son impuestas por la fuerza superior de una mayoría interesada y dominadora.

3. En el texto se utilizan distintamente ‘facción’ o ‘partido’ y hasta ‘bando’. ¿Qué les sugiere?

Sugiere la presentación de ellos como sinónimos en cuanto a que son un conjunto de personas que comparten un interés común o persiguen un objetivo determinado. En un análisis más puntual, la diferencia radica en qué es aquello que se persigue.

4. ¿Cuáles son los métodos que identifica el autor (madison) para suprimir el ‘espíritu de las facciones’? ¿Cuáles son sus ventajas y desventajas? ¿A qué conclusión arriba?

Para Madison hay dos métodos para suprimir la causa del “espíritu de las facciones”. Una de ellas consiste en destruir la libertad esencial para su existencia. Es decir, si no hay libertad, las facciones desaparecerían y, entonces, se solucionaría el problema.

Sin embargo, la libertad es esencial para la vida política, por lo que, de no existir, los derechos con los que cuentan las personas, estarían limitados, restringidos o prácticamente no existirían, debido a que no podrían ejercerlos con plena libertad. Si esto sucede, no habría democracia. Por esta razón, solución a las facciones sería peor que la facción misma que se busca evitar.

Otra forma de terminar con el “espíritu de las facciones” es dando a cada ciudadano las mismas opiniones, las mismas pasiones y los mismos intereses. De esta forma, las facciones quedarían neutralizadas. A pesar de esta segunda solución, también resultara imposible alcanzarla, puesto que siempre habrá distintas opiniones o pensamientos.

La conclusión a la que arriba Madison es que las causas del espíritu de facción no pueden suprimirse y que el mal solo puede evitarse teniendo a raya sus celos. El faccionismo es propio de la naturaleza humana y es difícil que distintos grupos con intereses comunes no formaran una facción.

5. ¿Cuál es el origen de la existencia de las facciones?

El origen de la existencia de las facciones radican en la naturaleza del hombre: el celo por las diferentes opiniones respecto al gobierno, la religión y muchos otros puntos, tanto teóricos como prácticos. El apego a distintos caudillos en lucha ambiciosa por la supremacía y el poder, o a personas de otra clase cuyo destino ha interesado a las pasiones humanas, han dividido a los hombres en bandos, los han inflamado de mutua animosidad y han hecho que estén mucho más dispuestos a molestarse y oprimirse unos a otros que a cooperar para el bien común.

6. ¿Cuáles facciones o bandos identifica el autor en EEUU al momento de sancionar la Constitución? ¿Qué rol cumple el gobierno frente a ellas? ¿Y la Constitución?

Las facciones o bandos que identifica Madison en EEUU al momento de sancionar la Constitución es en quienes pensaban que la democracia solo se sostenía con pequeñas soberanías separadas (independientes) y quienes eran partidarios de que la soberanía sea compartida por todos los Estados.

El rol que toma el gobierno frente a ellas es el de mantener el equilibrio. Si un bando no tiene la mayoría, el remedio lo proporcionar el principio republicano (establecido en la Constitución) que permite a esta última frustrar los siniestros proyectos de aquel mediante una votación popular. Una facción podrá entorpecer la administración, trastornar la sociedad, pero no podrá poner en práctica su violencia ni enmascararla bajo las formas de la Constitución. En cambio, cuando un bando abarca la mayoría, la forma de gobierno popular le permite sacrificar a su pasión dominante y a su interés, tanto en el bien público como los derechos de los demás ciudadanos. Es el deseo el que rescatará esa forma de gobierno de la vergüenza y deshonra que tanto tiempo la ha abrumado y la encomendará a la estimación y adopción del género humano.

7. ¿Qué solución propone al problema de las facciones?

La solución que propone ante el problema de las facciones es el de establecer una república, es decir, establecer un sistema de representación que ofrece distintas perspectivas. Cada representante será elegido por un número mayor de electores en una república grande (como la de Estados Unidos) que en una pequeña, lo que le será más difícil a los malos candidatos poner en juego con éxito sus trucos. A demás, el pueblo votará más libremente, por lo que elegirán a los representantes que posean más méritos y una reputación más extendida y sólida.

8. ¿Para el autor ‘república’ y ‘democracia’ son términos sinónimos?

No son términos sinónimos para el autor.

9. Identifica los puntos comunes, las diferencias y ventajas de cada uno.

Según el autor, democracia pura es aquella sociedad integrada por un reducido número de ciudadanos que se reúnen y administran personalmente el gobierno, mientras que república es aquel gobierno en el cual tiene efecto el sistema de representación. Madison plantea a esta forma de gobierno como aquel remedio al mal del espíritu faccioso. Distingue dos grandes diferencias entre un tipo y el otro, la primera que reconoce es que en la república se delega la facultad de gobierno en un pequeño número de ciudadanos, elegidos por el resto; y la segunda diferencia que destaca es que la república cuenta con la capacidad de comprender un número más grande de ciudadanos y una mayor extensión de territorio.

En cuanto a la primera diferencia señala que esta afina y amplía la opinión pública, ya que los representantes son elegidos por el resto de los ciudadanos, logrando que esta representación este mas asociada al bien público, suponiendo que la mayoría eligió a los gobernantes, lo que no quiere decir que no pase lo inverso, simplemente es más probable. En cuanto a la segunda diferencia, el hecho de que pueda regir a

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