GENESIS, ESTRUCTURA Y CRISIS DE LA MODERNIDAD

GENESIS, ESTRUCTURA Y CRISIS DE LA MODERNIDAD.

INTRUDUCCIÓN.

Este capítulo intenta estudiar, en primer lugar, cómo se ha efectuado el tránsito de la Edad Media a la Modernidad y de ésta a la Posmodernidad. Tiene en cuenta, sobre todo, a las raíces filosóficas de esta tendencia porque, a la larga, son las ideas las que convierten las sociedades. Con ello no se niega el valor de los componentes económicos, raciales, políticos, etc.

Al mismo tiempo, el capítulo estudia las grandes cimentaciones ideológicas de la Modernidad, lo que se ha llamado “los grandes relatos”, y la crisis profunda en la que ha entrado, como manifiestan lo más fuertes críticos de nuestros días.

DESARROLLO.

Se cree por racionalismo aquel sistema de los que no reconocen como origen de conocimiento más que la razón, rechazando, por tanto, la revelación y la fe.

La palabra racionalismo se refiere principalmente a la corriente filosófica del siglo XVII iniciada por Descartes, seguido por Leibniz, Espinoza y Malebranche y cuyos rasgos principales son:

1) Confianza plena en la razón humana.

La “razón” es el único mando que puede conducir al hombre a la comprensión de la verdad. La razón se afronta así a los sentidos que son considerados como engañosos.

Las opiniones y principios no provienen de la experiencia. Los sentidos nos abastecen información acerca del universo, pero esta información es indefinida y con frecuencia insegura. Los elementos últimos del conocimiento científico, las ideas claras y precisas no resultan de la experiencia sino del intelecto.

Las verdades iniciales y primordiales que se llaman ideas innatas, a partir de las cuales, y por suposición es posible obtener todas las demás, y edificar el “sistema” del mundo.

2) Búsqueda de un nuevo método

Se busca una técnica adecuada de razonamiento. Se trata de buscar un método de hallazgo cuya guía se encuentra en el método matemático. Los racionalistas quieren emanar de la misma manera que los matemáticos.

3) Subjetividad y realidad

En el siglo XVII triunfa un subjetivismo: el hombre es un ser revertido sobre sí mismo que no conoce claramente sino su propio pensamiento. Las cosas son sólo acreditadas en las ideas, no directamente en sí mismas. Por ello es posible dudar de su existencia. La realidad del mundo ya no es evidente: ha de ser deducida.

Descartes con su filosofía, es el que inaugura lo que se llama las filosofías idealistas, son aquellas que inician del “yo” para estar al tanto de la realidad.

La corriente filosófica de Descartes es distinguida como el racionalismo, la cual tiene como base para llagar al conocimiento la razón.

Para llegar al conocimiento verdadero se parte de la duda.

Rene observa que hacía falta un nuevo método que pusiera orden y a la vez fuera instrumento heurístico y fundacional realmente poderoso.

Por eso se interesa por manifestar un método con dichas características.

Para Descartes hay que poner en duda todo, de lo único que no se debe dudar es del pensamiento propio.

El dualismo cartesiano fue un pensamiento intelectual producido por la inclinación de René Descartes especialmente en los siglos. XVII y XVIII, aunque tiene diversos aplazamientos en esos siglos y en los posteriores. En vida de Descartes ya fue grande la consecuencia de su obra en el ambiente intelectual e incluso cultural y social de Francia y también de Holanda, Bélgica, Alemania e Inglaterra, discutiéndose y debatiendo acerca de sus ideas y de su manera de crear los problemas filosóficos. Según Descartes, el ser humano es un compuesto de sustancia pensante y sustancia extensa.

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