HORRORIZADOS POR LOS CONSTANTES ACTOS DE VIOLENCIA

HORRORIZADOS POR LOS CONSTANTES ACTOS DE VIOLENCIA QUE SE SUSITAN A LO LARGO Y ANCHO DEL TERRITORIO MEXICANO, HECHOS QUE NOS HACEN SENTIR SECUESTRADOS EN NUESTROS PROPIOS HOGARES.

Respetables miembros del jurado calificador

Mi nombre es

Alumno del sexto grado grupo “A”

Vengo en representación de la escuela primaria del estado turno matutino de esta ciudad de Pánuco, Veracruz.

Participo en el concurso de oratoria con el tema:

Que podemos aportar los niños y las niñas para hacer frente a los problemas de inseguridad para que nuestra escuela sea un espacio de convivencia sana y armónica.

Respetables padres de familia, maestros, compañeros alumnos, los miro y observo su silencio, tristeza, con ansiedad de que llegue alguien, trayendo entre sus manos una poderosa varita mágica y que con ella ¡hiciera desaparecer la inseguridad que nos tiene atrapados! Eso… no es posible, el compromiso de hacer frente a la inseguridad es de todos, las niñas y niños tenemos en permanentes guardianes de seguridad. Sin ir tan lejos, empecemos por lo que tenemos más cerca, que es nuestra familia, allí está el principio de la buena formación de todo ser humano, nuestros padres no deben permitir ser rebasados por nosotros sus hijos, argumentando que LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS SON SAGRADOS y los amenazamos con demandarlos, por cualquier intento de orientarnos o señalar nuestros errores, sin antes haber atendido nuestros deberes y responsabilidades de niño. Si en nuestros hogares no hay orden por ahí teneos que empezar, establezcamos juntos entre padres e hijos las normas y reglas que fortalezcan los valores humanos que en la actualidad se han empobrecido o perdido arrastrados por un remolino de ideas avanzadas producto de la tecnología, rompiendo brutalmente la tan importante, humana y necesaria comunicación de persona a persona, necesitamos ver y aprender de las buenas formas de conducta de nuestros padres, lo que hacen es lo que cuenta, sus buenos ejemplos nos enseñan, formados así, cimientan nuestra calidad humana desde temprana edad, asegurando en el futuro la protección de no caer en las garras de la drogadicción y la violencia que hoy prevalece en nuestro entorno.

Viendo toda esa violencia a mi alrededor, que también afecta mi escuela, ya que muchos alumnos reflejan actitudes violentas creando un ambiente no sano en ella. ¿Pero que podremos hacer, para convertir mi escuela en un lugar sano y armónico?

Lo primordial sería, utilizar el diálogo como herramienta fundamental para resolver nuestros conflictos de manera pacífica.

No más violencia entre hermanos atendamos y llevemos a la práctica lo que dijo un gran maestro, AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS, COMO YO LOS HE AMADO y no como lo han entendido los países bélicos, que, motivados por la ambición y la codicia del dinero dijeron: ARMAOS LOS UNOS A LOS OTROS, vendiendo a diestra y siniestra

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