Hacia una conceptualización pragmatica de la gestion de riesgos

Hacia una conceptualización pragmática de la gestión de riesgos

09 de febrero del 2019

Ubaldo González Carretes

La construcción de una conceptualización relacionada al estudio de los desastres, en mayor parte deviene de la evolución científica de su estudio y de la socialización que se le ha dado en su momento, así como del respaldo de las instituciones generadoras de dichas las teorías; sin embargo, en el devenir de los tiempos y aun cuando estos conceptos acuñaran sistemáticamente toda una estructura de los elementos que en su momento la integraron , seguramente esto no representaba una garantía de su interpretación y de su praxis, prueba de ello siguen siendo los propios países latinoamericanos, para quienes la evolución de conceptos teóricos y científicos en materia de riesgos hoy en día sigue siendo simple literatura, para la mayoría de estas culturas el desastre es de origen natural, por lo que evaden la responsabilidad social como parte de estos, posición que incluso consciente o inconscientemente las autoridades respaldan desde sus propias legislaciones.

La evolución conceptual de la teoría de los desastres parte de una interpretación sobrenatural, donde el designio divino y la madre naturaleza son los únicos responsables de los desastres, donde la voluntad y el quehacer humano no tiene lugar, en consecuencia, el único resultante es la resignación y el conformismo. La interpretación naturista del desastre aparece representando una dualidad, por un lado, como benefactora, otorgándonos todo lo que necesitamos para subsistir e incluso, como fuente de riqueza; pero, por otro lado, reaparece, como una fuerza maligna y destructora, la cual solo nos ocasiona daños y pérdidas, esta connotación genera en la sociedad, inacción, impotencia y fatalismo. El común denominador entre estas dos teorías, sigue siendo el castigo divino como un determinante del desastre.

La interpretación de los desastres a partir del estudio de la naturaleza, representa un avance sustancial, el uso de la ciencia para tratar de entender, medir e incluso pronosticar la presencia de estos, recobra gran importancia para mitigar sus impactos; no obstante lo anterior, la aplicación de la ciencia en esta teoría basa su estudio en el desastre como un todo; es decir, sin su relación con el contexto y con los otros factores que en el intervienen, lo que conlleva a muchas limitaciones, prueba de ello es que la propia sociedad no aparece ni como objeto de estudio, ni como objeto de cambio. La aplicación de la ciencia al estudio, interpretación y predicción de los desastres constituye un primer intento por dejar a tras a las interpretaciones emanadas por una divinidad; sin embargo, es hasta el Fisicalismo donde el desastre se estudia desde sus diferentes aristas, incorporando a la exposición y a la vulnerabilidad como partes fundamentales de este, logrando con ello que los especialistas

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