Investigaciones
Enviado por jennycoffre • 20 de Agosto de 2013 • 8.086 Palabras (33 Páginas) • 232 Visitas
Introducción
Dentro de las grandes conferencias mundiales ambientales, convocadas en primera instancia por las Naciones Unidas, se encuentran tres. La primera tuvo lugar en Estocolmo, con el título Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, en 1972, la segunda se realizó en Río de Janeiro, bajo el título Cumbre de las Naciones Unidas par el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible en 1992 y la tercera se organizó en Johannesburgo en el 2002, bajo el título Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible. Mucho ya se ha escrito sobre las Cumbres, y lo que se encuentra habitualmente son recuentos muy generales, cronológicas sin mayores contextualizaciones. En esta ocasión se quiere realizar un análisis más minucioso, considerando contextos político/históricos.
La toma de conciencia del poder en el saber y de la historiedad de los conceptos no resulta nada fácil, ya que somos educados dentro del mismo discurso histórico del momento. Hoy en día cuesta trabajo pensar por fuera de conceptos como pobreza o desarrollo que son determinados por una visión economicista del mundo. Con frecuencia se cree estar desarrollando un discurso crítico, pero resulta que el mismo discurso hegemónico permite lecturas con diversas conclusiones. Esto significa que en últimas no se termina por romper los parámetros o cuestionar realmente el mismo discurso dominante ya que se argumenta dentro de la misma lógica y con los mismos conceptos, por lo cual no resulta ser un discurso realmente crítico, capaz de ofrecer nuevas lecturas y soluciones alternativas.
Es decir, la mayoría de las veces se da una crítica dentro del mismo discurso del poder, que termina legitimándolo.
Salir de ese círculo vicioso es uno de los principales retos para poder construir una visión de mundo diferente con un saber ambiental. Es por ello que se necesita conocer las estructuras del conocimiento, y tenerlas presentes al revisar la historia.
Estos aspectos se tendrán en cuenta para hacer la revisión histórica que sigue, lo cual exigirá a la vez una contextualización política del momento.
Estocolmo - primera iniciativas
En 1972 se realiza la primera conferencia mundial sobre el medio ambiente en Estocolmo, en la cual participan jefes de Estado, representantes y ONGs, después de haber realizado un amplio proceso de reflexión teórica previo. Por un lado se escribió el informe del Club de Roma Los límites del crecimiento por Meadows et al (quienes pertenecían al Instituto Tecnológico de Massachussets, MIT), que resultará ser uno de los argumentos impulsores centrales para promover un mejoramiento en la cuestión ambiental. En este informe es la primera vez que se reconoce que los recursos naturales no son ilimitados y que por lo tanto la economía los debe manejar de manera más cuidadosa. Por el otro lado la UNESCO había fundado el proyecto Man and Biosphere (MAB), con el objetivo de proporcionar los conocimientos fundamentales de ciencias naturales y de ciencias sociales necesarios para la utilización racional y la conservación de los recursos de la biosfera y para el mejoramiento de la relación global entre hombre y el medio, así como para predecir las consecuencias de las acciones de hoy sobre el mundo del mañana.
Además se hicieron coloquios preliminares en Nueva York (1970), Ginebra
(1971) y Founex (1971) en los que se hizo básicamente un llamado a la solidaridad para un desarrollo responsable. Con este llamado se incorpora la visión ética, social y económica en el análisis de la problemática ambiental, superando la visión puramente conservacionista (Novo, 1995), teniendo en cuenta que la visión conservacionista era la que estaba predominando hasta el momento en los países del Norte. Desde entonces, tuvieron que ir reconociendo que lo ambiental no se soluciona simplemente con conservar.
Esta disputa fue importante en Estocolmo.
Al enmarcar el evento de Estocolmo en un contexto histórico y sociopolítico es de mencionar que el mundo se encuentra entonces en plena Guerra Fría y que la idea del desarrollo económico es vista por la mayoría de los países del Norte, como una estrategia para fortalecer la posición de Occidente, llevando el ‘bienestar’ a todos los rincones del mundo, después de que ellos vivieron un rápido crecimiento económico (gracias al Plan Marshall) y que se produjo un aumento del bienestar en Europa occidental, en la Postguerra.
Observando a la vez problemas ambientales cada vez mayores. Respecto a los tal llamados países del Tercer Mundo, en África se van adelantando los procesos de independencia, mientras que en América Latina, aún no se ha dado el gran endeudamiento (que se provocará apenas poco después del ’72 con los petrodólares). Lo que ya se observa claramente es la gran desigualdad de desarrollo económico entre el Norte y el Sur.
Los resultados de la Conferencia de Estocolmo son varios. Por un lado están los resultados prácticos, como lo es la declaración del día mundial de la tierra, el 5 de junio y la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que será el espacio óptimo para el Programa Internacional para la Educación Ambiental (PIEA), que se creará en 1975. Los objetivos del PNUMA se centraron en la asistencia técnica a los gobiernos para poder adoptar medidas ambientales, formar personal especializado, fortalecer instituciones regionales y nacionales y desarrollar programas de información y educación. Estas actividades del PNUMA debían ser además articuladas en función de seis esferas prioritarias: asentamientos humanos y salud, ecosistemas terrestres, medio ambiente y desarrollo, océanos, energía y desastres naturales.
El PIEA, que existió desde 1975 hasta 1995, se propuso como meta promover el intercambio de ideas, informaciones y experiencias dentro del campo de la educación ambiental, el desarrollo y coordinación de trabajos de investigación, elaboración y evaluación de nuevos materiales didácticos, el adiestramiento y actualización de personal clave y finalmente el proporcionar asistencia técnica.
Por el otro lado están los resultados generales prospectivos, donde se sentaron las bases fundamentales para una política ambiental en el futuro, así como para una legislación internacional sobre el medio ambiente. Otro punto importante, es que se reconoció la estrecha relación que existe entre la destrucción ambiental y el modelo económico, es decir el desarrollo, al declarar que el crecimiento económico no es necesariamente siempre equiparable con progreso, señalando que la problemática ambiental es la consecuencia de un crecimiento económico mal planificado.
Finalmente vale la pena señalar dos puntos. Primero, ya en Estocolmo se comienza a hablar
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