Investigación sobre Sexismo en la educación y dentro del ambiente escolar
Enviado por Gerardo orellana abarca • 3 de Abril de 2018 • Informe • 8.125 Palabras (33 Páginas) • 116 Visitas
Investigación sobre Sexismo en la educación y dentro del ambiente escolar.
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Práctica II
Docente: Dr. Francisco Vidal
Estudiantes:
-Roberto Abarca
-Constanza Catalán
-Alanis González
-Gerardo Orellana
ÍNDICE.
- Introducción…………………………………………. Pág. 3
- Marco Teórico………………………………………. Pág. 4
- Conceptos…………………………………………… Pág. 6
- Objetivos……………………………………………. Pág. 7
- Metodología………………………………………… Pág. 7
- Análisis de Datos…………………………………… Pág. 8
- Conclusiones………………………………………. Pág. 20
- Bibliografía………………………………………... Pág. 23
- Anexos
- Introducción.
En la actualidad chilena, se ha abierto mucho más la mentalidad de los jóvenes. El tema que nos interesa, el sexismo, ha sido fundamental en los movimientos sociales que se han vivido en el último par de años. Para descubrir qué era lo que pensaban o entendían, aplicamos una encuesta a estudiantes de dos establecimientos de distintas comunas de la región Metropolitana, con la diferencia de que uno es mixto y otro es solo de hombres. Además, dos profesores o paradocentes fueron entrevistados en cada liceo para saber si era desde ambas partes de donde se encontraba el sexismo dentro de la educación. Quisimos averiguar sobre la discriminación hacia hombres y mujeres, la violencia de género y los estereotipos que tiene arraigada nuestra sociedad.
- Marco teórico.
En esta investigación se pretende abordar el tema del sexismo y sus prácticas en el contexto de los establecimientos educacionales. Esta problemática fue escogida debido a la urgencia de un marco regulador en torno a temas discriminatorios dentro de la sociedad chilena en la actualidad. La desigualdad de género está presente mundialmente y, en específico, en nuestro país, este comportamiento está normalizado dentro de las mismas personas. Que a mujeres y hombres se les tienda a llevar por tal camino que va acorde a su sexo y sus gustos, a sus capacidades, nos presenta la forma primitiva en la que se sigue viendo a las personas. Que un hombre no pueda ser un padre amoroso y cuidar a sus hijos en vez de que la madre lo haga, o que una mujer no pueda ser un político calificado y, optar por no ser una persona amorosa y frágil, todo lo anterior, es lo que nos lleva a cuestionar nuestra base en calidad de seres humanos. Ambos sexos, a pesar de su diferencia biológica (el órgano sexual) tienen la misma capacidad mental y física de poder contribuir a la sociedad, sin tener la necesidad de ser o dejar de ser algo.
Desde el nacimiento, se impone a las personas la forma de aceptar la desigualdad de sexo en la sociedad. Las niñas de rosa y los niños de azul, dos formas de ser, un blanco y un negro, no se permite al interior a personas que quieran ser de otros colores, y a aquellos que se atreven, se les discrimina. Se normaliza que los niños sean fuertes, sean atléticos, sean más autoritarios, y que las niñas les guste jugar a la casita, tener su cocinita y cuidar a sus muñecas que simulan ser bebés, como si realmente fueran sus propios hijos y, con eso, su labor más importante. Si un/a niño/a demuestra un gusto contrario a lo que se le impone, será motivo de burla para la sociedad.
Uno de los primeros ejemplos de definición de Sexismo que puede buscar una persona que quiera aprender sobre el tema será la presentada por la página web Wikipedia, y es la que puede presentarse de una forma correcta respecto al tema que esta investigación va a tratar:
“Sexismo, discriminación sexual o discriminación de género, es el prejuicio o discriminación basada en el sexo o género, también se refiere a las condiciones o actitudes que promueven estereotipos de roles sociales establecidos en diferencias sexuales. Las actitudes sexistas se sostienen en creencias y estereotipos tradicionales sobre los distintos roles de género. El término se utiliza para referirse a la discriminación de ambos sexos. La discriminación sexual no es solo un concepto dependiente de actitudes individuales, sino que se encuentra incorporado en numerosas instituciones de la sociedad.”
Hace siglos que existe esta diferenciación de género y que se ha sostenido de otros pensamientos o ideologías, como el Machismo y el Patriarcado, para conservar su permanencia hasta la actualidad. El derecho a voto o a poder obtener un cargo político, la libertad de la mujer de poder decidir sobre su sexualidad y su futuro. La posibilidad del hombre de no tener que ser la cabeza de una familia y no querer demostrar su masculinidad en la sociedad son temas que se han podido ir obteniendo con el tiempo. Ganancias llenas de lucha y sacrificio, que han siempre sido rechazadas por el pensamiento de personas retrógradas de la sociedad, que se afirman en creencias religiosas o morales que no tienen ningún fundamento científico.
También existe una parte del sexismo que se afirma en el pensamiento de la supremacía de género. Una jerarquización de la sociedad donde predomina el machismo, es decir, el hombre es superior física y mentalmente a la mujer. Lo cual nos muestra con mayor sentido esta diferenciación de los papeles en la sociedad, el hombre como una figura de mayor fuerza y poder, y la mujer como un ser frágil al que se le debe ayudar, y que debe estar presente en el hogar porque no posee la facultad de sobrevivir al exterior. Y que muchas veces se ha llevado a ver a la mujer como un objeto, a manera de intercambio económico (de padre a pretendiente) o como un premio (Las mujeres violadas en las guerras).
De esta forma nos lo presenta el Instituto Nacional de la Mujer de México con su definición de sexismo:
“El sexismo se refiere a todas aquellas prácticas y actitudes que promueven el trato diferenciado de las personas en razón de su sexo biológico, del cual se asumen características y comportamientos que se espera, las mujeres y los hombres, actúen cotidianamente. Las prácticas sexistas afectan principalmente a las mujeres dada la vigencia de creencias culturales que las consideran inferiores o desiguales a los hombres por naturaleza. Por ejemplo, nuestra sociedad asume que las mujeres tienen menos capacidad para tomar decisiones, participar en la política, ser líderes empresariales o profesionales competentes por méritos propios. La forma cómo dichas creencias se reflejan en el lenguaje y en las prácticas cotidianas da lugar al sexismo.”
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