LA COMUNICACIÓN Y LA CULTURA

LA COMUNICACIÓN Y LA CULTURA

“Quien controla los medios, controla la cultura”

Allan Ginsberg

1.- INTRODUCCIÓN

Los medios y la comunicación tienen gran incidencia sobre los sujetos en la vida colectiva y en los actores sociales; son factores significativos de poder, y son copartícipes necesarios para analizar la gobernabilidad en las sociedades; a diferencia del gobierno político, que emerge de procesos electorales, y después de reunir consensos democráticos; los medios y la comunicación están sometidos a las leyes de mercado. En ese sentido, los medios y la comunicación ejercen la mediación entre gobiernos y ciudadanos, entre la sociedad y la opinión pública. Es decir, el derecho que tienen los ciudadanos para acceder a la información y participar en democracia sobre las decisiones políticas; como ejercicio de los Derechos Humanos Universales.

Los medios juegan distintos roles dentro de la gobernabilidad; pueden convertirse en promotores de demandas sociales, como conductor de las exigencias de diversos sectores sociales; pueden operar como aliados del gobierno, o ser parlante de sus puntos de vista u orientaciones, y de sus lineamientos políticos; conforman el espacio donde los actores sociales se encuentran para intercambiar y dialogar. Actualmente, la comunicación requiere de la responsabilidad de quienes la ejercen en los medios, para expresar demandas de forma dimensionada y comprensible, con veracidad y contextualizando, evitando segmentar la información como si fuera un todo; y suprimiendo el efecto del sensacionalismo. (Martin-Barbero, 1995)

Desde la posición de los que gobiernan, el compromiso debería contemplar medidas para ejercer el derecho a los medios y a la comunicación;  como libertad de expresión; basadas en la igualdad de oportunidades; y de parte de los actores sociales, se debe concebir que el derecho a la comunicación implica decidir y tomar la iniciativa, e involucrarse para orientar la palabra, y hacer expresando. Así, la comunicación ayuda a la gobernabilidad para la democracia.

En este sentido, para desarrollar el tema abordaremos el Derecho a la Comunicación y la labor cultural y política en los diferentes escenarios sociales; de como los medios de comunicación han influenciado en el negocio cultural; repasaremos desde el espacio público como se desarrolla la lucha por el poder; y desde el poder como se ejerce el control sobre los medios; para pasar a explorar la Comunicación y los Cambios Culturales.

2.-DESARROLLO

2.1.- El Derecho a la Comunicación y la Labor Cultural y Política

“Si comunicar es compartir la significación, participar es compartir la acción. La educación sería entonces el decisivo lugar se dé entrecruce. Pero para ello deberá convertirse en el espacio de la conversación de los saberes y las narrativas que configuran las oralidades, las literalidades y las visualidades. Pues desde los mestizajes que entre ellas se traman es donde se vislumbra y expresa, toma forma el futuro.” (Martin-Barbero, 1995)

El derecho a la comunicación no está limitada únicamente a la comunicación masiva o tecnológicamente mediada; la comunicación interpersonal, es aquella que se construye en el diario vivir, en la vida cotidiana, es parte fundamental del mismo derecho. La vida diaria es el lugar de la comunicación y es la base de las relaciones ciudadanas;  que además demandan la presencia de comunicadoras y comunicadores que son necesarios para la configuración de un cambio social.

Asimismo, existen planteamientos de comunicación comunitaria que se limitan a lo interpersonal, porque la consideran como la única estrategia posible, por el intenso proceso de marginalización en que muchas comunidades se encuentran. No obstante, las nuevas tecnologías permiten actualmente facilidades en términos de intercambios culturales horizontales, que los individuos y las comunidades pueden establecer a nivel local, regional o universal. El significado de comunidad puede ser prolongado hacia grupos con intereses comunes, aunque sean parte de culturas diferentes. Gradualmente individuos y grupos consiguen acceder o tomarse a otras personas y comunidades que anteriormente estaban marginadas. Los desafíos de la comunicación evolucionan continuamente, en la medida que surgen nuevas posibilidades, pero además nuevas necesidades; así, se amplía el sentido del derecho a la comunicación. (Martin-Barbero, 1995)

En el contexto de esa realidad es preciso concebir que los medios y las tecnologías de la comunicación, son una herramienta; donde las tecnologías pueden ayudar en el proceso de comunicación; pero, ejercer el derecho a la comunicación como tal, depende de los individuos, de las personas que lo desempeñan; y más aún es preciso entender que en diversas situaciones, un semblante cargado de expresiones comunica más y mejor que las imágenes televisivas; y que un mural o una caja de lápices de colores, puede ser igual de útil que un computador con Internet. (Martin-Barbero, 1995)

El derecho a la comunicación, puede entenderse y ser ejercido de forma efectiva en el ámbito de cada cultura, desde sus valores y sus modos de concebir y de entenderse; desde la forma cómo las personas se establecen en un espacio. El derecho a la comunicación demanda construir desde un ámbito específico, las condiciones que garanticen la inclusión y la participación de todos los actores sociales en un determinado escenario social. Se trata de una tarea cultural, pero forzosamente política, articulada a la idea de cambio, provista de sueños y utopías de los individuos que los llevan a cabo, y cuyos éxitos son metas alcanzadas mediante procesos, individuos que adquieren mayores capacidades y posibilidades para comunicar y comunicarse.

2.2.- Los Medios de Comunicación y el Negocio Cultural

 “(…) no podemos pensar las redes únicamente en términos de comunicación pues ellas tienen cada día un papel más notorio en la racionalización del consumo ajustando los deseos, las expectativas y demandas de los ciudadanos a los regulados disfrutes del consumidor”. (Martin-Barbero, 1995)

En el ámbito de “lo público” la tecnología juega un rol significativo, en el proceso de circulación de la información y comunicación, los medios y las nuevas redes de comunicación van creando y evolucionando, y son asimilados rápidamente por la sociedad en donde se venden y promocionan habitualmente. El uso del poder con fines publicitarios y de comercialización, confunde a la sociedad, y llega a modificar aspectos culturales, estilos de vida y crean “necesidades”, desde los intereses que los medios crean. (Martin-Barbero, 1995)

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