LA FAMILIA Y LA ESCUELA COMO CONTEXTO DE DESARROLLO PARA LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES.

La influencia de estos agentes durante la mayor parte del desarrollo infantil y adolescente es simultánea e interdependiente.

La familia no es el único influyente en el desarrollo de niño y adolescentes, influencia que aumenta a medida que crecen y las interacciones sociales en las que participan se incrementan en cantidad y complejidad. Ya que cuantitativamente los logros adquiridos cualitativamente son a lo largo del desarrollo. Es el principal contexto de desarrollo durante los primeros años de vida de la mayoría de los niños. Por lo tanto la familia sigue siendo el contexto más importante en el desarrollo de los niños y adolescentes.

Los padres como primeros cuidadores, en una situación “suficientemente” buena, establecerán un vínculo, una sintonía con el niño que les permitirá interpretar aquellas demandas de atención y cuidado de su hijo en cada momento. Ellos serán los primeros responsables en la creación de unos canales y significación que favorecerán la construcción de la identidad del niño. En concreto, los padres y madres, proporcionan a los hijos alimento, cuidados, protección, afecto, apoyo y cauces para conocer progresivamente el mundo físico y social en el que viven, todos estos elementos son fundamentales para su desarrollo. Son muchas y muy importantes sus funciones en relación a los hijos.

También podemos observar en nuestra sociedad, existe un núcleo básico del concepto de familia: “la unión de personas que comparten un proyecto vital de existencia en común que se quiere duradero, en el que se generan fuertes sentimientos de pertenencia a dicho grupo, existe un compromiso personal entre sus miembros y se establecen intensas relaciones de intimidad, reciprocidad y dependencia” (anónimo,2002). Los niños son sensibles y receptivos a los modelos o estereotipos que la sociedad difunde, los padres y los educadores son los principales modelos de los que aprenden los niños las actitudes que distinguen en sí mismas, la mayoría de los niños se siente a gusto con su hogar, es decir, quienes conforman la familia, y es por eso que viven un sentimiento de lealtad y es que aunque después son adolescentes siguen necesitando la ayuda de los mayores en algunos casos, y se debe saber cómo poder ayudarlo. Para la infancia no es adecuado cualquier tipo de sociedad, cualquier tipo de familia, cualquier tipo de relación, cualquier tipo de escuela, etc. Sino aquéllas que le permiten encontrar respuestas a sus necesidades más básicas.

El niño o el adolescente eligen principalmente de su propia personalidad los personajes que tomaran es decir qué modelo imitaran. En general se observa que aquellos modelos se encuentran alejados de sus propias posibilidades reales, es así como va influyendo el contexto familiar al desarrollo del niño y/o adolescente y es que su conducta se verá reflejada por la sociedad y la familia, con lo cual quedaran afianzadas su autoestima y su confianza en sí mismos. El mismo Piaget considera en fase de soluciones provisionales, es descubrir el mecanismo que puedan explicar la integración de los distintos factores y la existencia evidente de una dirección única que se mantiene desde los primeros momentos del desarrollo. Desde niños vamos desarrollando paulatinamente actividades más complejas, cada vez enriqueciendo su personalidad con nuevos aspectos.

A medida de que el individuo va creciendo, permanece cada vez más horas fuera de casa y esto se debe a que va ampliando continuamente los contactos con personas ajenas al hogar. Esto no obstante, tanto la relación existente con los miembros de la familia como su propia situación dentro del mismo grupo familiar siguen teniendo una importancia destacada en la formación de su personalidad. Asimilando y relacionando cuanto ocurre a su alrededor poco a poco el niño va estructurando su personalidad.

La relación con el medio social aumenta de igual manera, como el contacto con compañeros en la escuela y adultos ajenos a la célula parental o familiar contribuye a ampliar o desarrollar sus horizontes intelectuales y relacionales y le brindan oportunidades de crecimiento personal y social. Con ello toma una clara conciencia de su posición en el medio social, tanto en la escuela, entre los alumnos.

A lo largo de su desarrollo, el individuo va avanzando a través de sucesivas etapas, cada una de las cuales se hace posible gracias a los niveles alcanzados como ya lo habíamos mencionado, sin embargo esta continuidad en los años de la infancia es una constante interrumpida ya que suele alterarse al llegar a la adolescencia. Por otro lado, la lucha por hacer prevalecer los sentimientos de independencia y conseguir la emancipación familiar interviene intensamente como fuente de renovados conflictos.

La tarea del educador es doble. De un lado está el objetivo final: convertir al niño en un adulto maduro y feliz. De otro están los medios para conseguirlo. Y entre ambas cosas, individualidad del niño. El profesor debe adecuar los medios educativos a la particular afectividad de cada niño es la tarea más delicada que todo adulto, padre, educador o maestro debe tener siempre presente

La escuela brinda al niño la posibilidad de entrar a formar parte de un grupo social muy distinto al núcleo familiar. En ella se encuentra rodeado de niños de su misma edad y con este sometido a las órdenes de un maestro, y es que en casa, ser aceptado equivale a ser bueno y hacerse amar por los mayores; en el colegio o con los amigos, en cambio, ha de hacerse valer por sí mismo.

Cuando hablamos de contexto escolar nos estamos refiriendo a todo aquel entorno que rodea a la escuela, hay varios factores que se tienen que observar, donde es localización de su comunidad, servicios con los que cuenta etc. Todos los aspectos se manifiestan con gran incidencia en la vida escolar, en las relaciones del alumno con el profesor y con el grupo. Al ingresar a la escuela el niño se encuentra en contacto con la segunda agencia de socialización formal, y dentro de esta aparece la socialización secundaria en donde comienza a adquirir competencias específicas, más abstractas y definibles como por ejemplo; dialogar con sus compañeros y profesor-alumno, es decir, todos los aspectos relevantes o enfocados a los niños que tenemos dentro del centro educativo, además de fijarnos en su forma de aprendizaje y sus propios intereses,

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