LA FIDELIDAD EN EL AMBITO LABORAL

La importancia y el deber de la fidelidad en el ámbito laboral

En una relación laboral ambas partes tienen el deber de obrar de buena fe, la que puede definirse como el obrar del empleador como un buen empleador y de obrar el trabajador como lo haría un buen trabajador.

Si bien esta obligación recae sobre ambas partes, el trabajador tiene otras obligaciones que le son propias por su condición, que sin ser específicamente la antes nombrada operan en intima relación con la misma y hasta podría decirse que derivan de ella.

En ese sentido encontramos un deber especifico del trabajador como es el establecido por el artículo 85 de la Ley de Contrato de Trabajo denominado como Deber de Fidelidad.

Es de importancia destacar que este deber no actúa de igual forma para todos los trabajadores, sino que a cada uno le será imponible en la medida de la confianza que le fuera conferida y en virtud de la responsabilidad puesta en su tarea. En consecuencia, cuanto mayor responsabilidad tiene la tarea del trabajador o mayor es la confianza en su trabajo depositada, mayor es la cantidad de actitudes y tareas que configuraran un obrar fiel del mismo.

El art. 85 de la Ley de Contrato de Trabajo establece: “El trabajador debe observar todos aquellos deberes de fidelidad que deriven de la índole de las tareas que tenga asignadas, guardando reserva o secreto de las informaciones a que tenga acceso y que exijan tal comportamiento de su parte”. De dicha normativa se desprende perfectamente la actitud que debe asumir el trabajador a fin de no contrariarla.

Ahora bien, la propia norma en su primera parte al decir que “el trabajador debe observar aquellos deberes de fidelidad que deriven de la índole de las tareas que tengan asignada...” abre un abanico inmenso de obligaciones que deben ser cumplidas por el trabajador a fin de no contrariar esta norma, o explicándolo de otro modo abre la jugada a otros deberes del trabajador haciendo que el incumplimiento de los mismos en exacta incidencia signifiquen el incumplimiento del deber de fidelidad. Puede entenderse en consecuencia que no obrar en cumplimiento de órdenes e instrucciones, deber previsto en el Art. 86 de la Ley de Contrato de Trabajo también pone al trabajador en incumplimiento del deber de fidelidad por cuanto que obra como incumplidor de las tareas asignadas. No cumplir el trabajador con su servicio en forma puntual, con asistencia regular y/o con dedicación, hace incurrir al mismo en incumplimiento del deber de diligencia y colaboración, pero también lo pone en situación de incumplimiento del deber de fidelidad por cuanto que su actuar no condice con la confianza en él y en su trabajo depositada.

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