LAS LENGUAS EN EL PERÚ

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LAS LENGUAS EN EL PERÚ

Por: Florencio Luque Rafael (1)

                                      “Las lenguas son como las flores de un jardín; sin                                         ellas, la vida no tendría belleza ni aire para respirar”

        Jaimito, el alumno más aplicado del salón,  preguntó  a su profesor: “¿cuántas lenguas hay en el Perú?”, el docente,  llevándose la mano derecha al mentón, respondió:  ”no se puede precisar la cantidad de lenguas en el Perú, porque muchas de ellas están en proceso de extinción, lo que sí puedo afirmar es que somos un país pluriétnico  y multilingüe”, ante la atenta mirada de los estudiantes, el maestro prosiguió con  su reflexión: “ el Perú no es una nación,  somos un conjunto de naciones y la nación está en proceso de formación”. “¿Podría ampliar un poco más este concepto, profesor?”, sentenció la alumna María: “tenemos muchas lenguas ya que existen diversas etnias o culturas y cada una de ellas tiene su código de signos (lengua) para comunicarnos. Tenemos lenguas aborígenes o nativas que han nacido en nuestro país; por ejemplo: el quechua, el aimara, el jacaru (que está desapareciendo), las lenguas de la selva: el shipibo, el campa, el aguaruna, etc.; y lenguas extranjeras como el castellano, el inglés (es la más hablada en la actualidad), el chino mandarín (posiblemente la que se hable más en las próximas décadas)”.

        El alumno, que está sentado atrás, Héctor, decidió dejar el silencio: “¿qué diferencia hay entre una lengua y un idioma?; el ´teacher` argumentó inmediatamente: ” el idioma es la lengua oficial, es decir, está reconocida por las leyes. En la Constitución Política del Perú se señala lo siguiente: ´ Son idiomas oficiales (sic) el castellano y, en las zonas donde predominen, también lo son el quechua, el aimara y las demás lenguas aborígenes, según la ley` (Artículo 48). La riqueza y la hermosura de un país no solo se encuentran en los minerales, el gas, el petróleo, en la flora y fauna, los volcanes y ríos… ; sino también en el arte, la cultura y la lengua; mientras tengamos más lenguas nuestra riqueza será mayor y es deber de nosotros mantenerlas y evitar su desaparición”; el delegado del salón también quería participar:  “Cuando viajemos de promoción al Cuzco -si ustedes así lo deciden- podemos aprender el quechua para comprender mejor la vida milenaria del ande, la solidaridad del ayllu, disfrutar un rico caldo de cabeza, extasiarnos con Machu Picchu y zapatear  un alegre huainito con una   rica chicha de jora” . Los niños conversaban felices y Alonsito, hijo de padres provincianos, exclamó de emoción: “¡el viaje será bacán!”,”¡ mi ´fei` lo llenaré de fotos!”, gritó su compañera de clase.

        Mercedes, la niña de ojos azules y piel más blanca, no se quedó callada: ” me gustaría viajar a la selva para apreciar la maravillosa naturaleza,  escuchar el aguaruna, saborear un tacacho, brindar con el masato y navegar por el caudaloso Amazonas”; se escucharon más gritos y palabras de alegría: “¡yo me subiré al árbol más alto de la selva y cogeré una estrella!”, decía Rodriguito, el más juguetón y creativo del grupo, “¡ yo tendré una aventura con una amazona!”, sentenció el más audaz y libertino de los alumnos llamado Juancito, ante el ruido de las carpetas y las interjecciones infinitas “¡ploc, bloc!”, ”¡uuuuyyy!”, “¡qué atrevido!”; José Ballumbrosio, el  jovencito de piel canela, cabellos ensortijados y un poco desarraigado, dijo: “yo quisiera recorrer nuevamente el Guayabo, ¡la tierra que me vio nacer!, bailar el alcatraz, saborear una deliciosa sopa seca y bajarla con una exquisita cachina”. El salón era un loquerío: “¡compaire vamos pa´ Chincha, familia!”, sentenció el iqueño, “¡qué hermoso es mi país!”, “¡viajando también se aprende!”, “¡kausachun Perú!...

Pero tocó el timbre del recreo y el profesor finalizó: ”después continuamos con esta fiesta y baño de peruanidad que está muy interesante.  Les recuerdo que el día viernes a las 4.00 pm. en el Auditorio de la UCH  tenemos que asistir al Cine Club del Centro Cultural de dicha institución para ver la película “Sigo siendo” (kachkaniraqmi) que, precisamente, trata sobre el tema que estamos conversando. Ustedes tienen que responder las preguntas del cuestionario y debatir la semana que viene. ¡No se olviden que en nuestro colegio   estamos por la formación integral del educando para ser buenos profesionales y mejores ciudadanos!”. Los niños estaban alegres, sus ojitos brillaban de felicidad y sus corazoncitos palpitaban intensamente, “¡Ahora, disfruten su recreo, que bien se lo merecen!”, sentenció el maestro frotándose las manos.

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