LAS TRES PREGUNTAS
Enviado por rous123 • 15 de Febrero de 2014 • 1.635 Palabras (7 Páginas) • 450 Visitas
INTRODUCCIÓN
El libro de las 3 preguntas fue escrito por el autor Jorge Bucay el cual describe parte de sus vivencias a lo largo de su vida y donde considera estas tres preguntas como básicas: ¿Quién soy?, ¿Adónde voy? ¿Y con quién?. El describe a este libro como un mapa para encontrar el camino hacia la felicidad, sin embargo aclara que el a lo largo de su trayecto no ha podido encontrar la fórmula para la felicidad y cree que no existe, pero tiene en cuenta que lo que sí está presente todo el tiempo son las barreras, obstáculos en el camino de la búsqueda de realizarnos como personas, y que deberíamos ocuparnos por todo aquello que nos impide ser felices considerado como un desafío.
Habrá muchas personas que en el trayecto se perderán o tal vez quien se convierta en un experto que se convertirán en guías para lo demás. En este largo camino habrá que responder cada pregunta con su respectivo tiempo.
Como decía Carl Rogers, preguntas que habrá de responder una por una si es que se pretende enfrentar aquel desafío llamado “el proceso de convertirse en persona”, porque solamente en la búsqueda honesta de las respuestas a estas preguntas se aprende todo lo que es imprescindible saber para seguir adelante.
El primer desafío es el proceso de descubrir quién soy:
El encuentro definitivo con uno mismo.
El trabajo de aprender y NO depender.
El segundo es el desafío de decidir adónde voy:
La búsqueda de plenitud y de sentido.
Encontrar el propósito fundamental de nuestra vida.
Y el tercero, desafío de elegir con quién:
El encuentro con el otro y el coraje de dejar atrás lo que no está.
El proceso de abrirse al amor y de hallar nuestros verdaderos compañeros de ruta.
¿QUIÉN SOY?
Para definir quiénes somos es importante señalar la importancia que tuvieron nuestros padres en nuestra formación ya que ellos tienen el porcentaje más alto de enseñanza pues nos aportaron conocimientos que llevaremos a lo largo de nuestra vida. En el mundo en el que vivimos los padres debería estar conscientes que no siempre van a estar para resolver nuestros problemas, ahora solo tienen una tarea esencial que es enseñar a los hijos a crear y construir sus propias herramientas. Conseguir que sean capaces de fabricar su propia caña, tejer su propia red, diseñar sus propias modalidades de pesca y para eso lo primero es la humildad. Pero aún sigue habiendo padres sobreprotectores, esa esencia es muy peligrosa porque si los padres hacen esto con tanta pasión, los hijos nunca van a poder aprender a resolver los problemas por sí mismos.
Antes la adolescencia se daba de los 13 a los 22 ahora se da a partir de los 10 hasta los 27 años es indignante ver como los padres no dejan a los hijos que se vuelvan responsables, lo único que causan con esta actitud es volverlos caprichosos, inmaduros y la rebeldía y que pasa después, los hijos exigen su protección y su ayuda con simples palabras de tú me tienes que ayudar porque yo nunca pedí que me tuvieras o porque lo tuyo es mío. Cuando llegan a este grado se dice que él es como tú lo cosechaste.
Se dice que la adolescencia finaliza cando uno aprende a hacerse cargo definitivamente de sí mismo y asume, entonces, la responsabilidad de su presente y de su futuro. Esto debería entender los padres que tarde o temprano los hijos se van pero depende mucho de ellos que puedan emprender el vuelo sin depender de nada ni de nadie. Convertirse en adulto es comprender el desafío que tenemos por delante.
El dependiente va desarrollando cierta tendencia a depositarse en una sola de las personas de su entorno. Ellos o ellas sienten que necesitan de esa otra persona ya no para avanzar, sino para ser. Cuando esto sucede la dependencia deja de ser un síntoma o una actitud y se transforma en una enfermedad pasando hacer codependientes, representa el grado superlativo de la dependencia enfermiza y chantajean con un no puedo vivir sin ti, no soy nada si no estás a mi lado o un sin ti me muero.
Para poder ser autodependientes primero necesitamos saber quién soy y quién no soy porque no se puede empezar a recorrer el camino de la felicidad hasta que no sean los pies de uno los que marquen la huella. Para la autodependencia se necesita estar en sintonía con lo que sucede a nuestro alrededor, tener amor a uno mismo porque antes de amar a otra persona tenemos que amarnos primero, y así generar y nutrir el amor en distintas personas. Debemos dejar atrás la discriminación porque solo trae desprecio, racismo, exclusión de otros y eso no nos va a llevar al camino del éxito.
Dice Winnicott que sin necesidad de que nadie nos enseñe, la capacidad innata de desarrollo y de maduración nos lleva irremediablemente
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