La Educación Ayer, Hoy Y Mañana (capitulo 1)

Resumen

La educación ayer, hoy y mañana (capitulo 1)

Todo lo que estudiamos es el producto de múltiples procesos por lo general desconocidos por nosotros. Estudiamos, nos educamos para la supervivencia del orden social, sin educación cada individuo tendría que reconstruir por si solo el patrimonio de toda la humanidad, es ese el fin la transmisión del conocimiento acaudalado a lo largo de la historia. Sin educación pasaríamos a ser niños lobos, reducidos a un estado inferior que muchos animales. No tenemos una genética que nos diferencia del mundo animal, solo la educación es civilizadora, convierte al niño en hombre. Entonces se deduce que la educación es un fenómeno necesario, que posibilita el crecimiento del individuo, la reproducción social y cultural.

Ahora bien, una sociedad no subsiste solamente por medio de la educación, sino que precisa de 3 factores para su reproducción:

1) Reproducción biología: número de nacimientos mayor al número de muertes.

2) Reproducción económica: una sociedad necesita producir los bienes o productos necesarios para su supervivencia (vestimenta, vivienda, comida, etc).

3) La reproducción del orden social o cultural: es la cantidad de producción y la forma de distribución de los saberes adquiridos. La educación cumple esta función, pasando de generación en generación los saberes que se consideran valiosos.

Cuando las practicas educacionales tienden a conservar un orden social establecido, estamos ante fenómenos educativos que favorecen la reproducción (se copian conductas de sus progenitores); cuando las practicas educacionales tienden a transformar el orden establecido y a crear un nuevo orden, estamos ante prácticas educativas productivas (se favorece la autonomía del nuevo individuo).

La educación es poder, no el poder gubernamental que solo pueden tener unos pocos, sino en el sentido en que se puede incidir en las conductas del otro para modelarla. En la educación el poder siempre se ejerce, es inherente a la educación, educar es incidir en los pensamientos y en las conductas, esto se puede hacer de distintas formas (autoritaria o democrática).

Macropoderes y micropoderes: el primero es el que ejerce el político o grandes empresario, el segundo es aquel que todos podemos tener, por ejemplo una madre mandando a su hijo a comprar. Ocultar la cuestión del poder que implica la educación es un error que suele cometerse por miedo a la connotación de la palabra poder, que se la identifica aquí de manera negativa. Al poner en claro esto, será más sencillo tener discusiones o debates acerca de tal o cual cosa.

La educación es el poder de decidir que conocimientos, y por lo tanto, que conducta transmitiremos a las generaciones venideras. La escuela no es ingenua o neutra, esta modela las conductas, las formas que nos acercamos a conocer, comprender y actuar en el mundo. Este sistema institucional conlleva un orden (define lo valido y legitimo), este orden tiene oposición y contradicciones, si el educando mismo no está de acuerdo con este orden, el mismo es un potencial agente de cambios.

Considerando todo lo dicho hasta ahora, podemos definir a la educación como un conjunto de fenómenos a través de los cuales una determinada sociedad produce y distribuye saberes, de los que se apropian sus miembros, y que permiten la producción y la reproducción de esa sociedad. La educación consiste en una práctica social de reproducción de los estados culturales conseguidos por una sociedad en un momento determinado, y a la vez, supone un proceso de producción e innovación cultural, tanto desde el plano individual como desde el social.

La educación es una práctica social y es una acción, es una práctica porque es algo que las personas efectivamente hacen y es una acción que tiene una direccionalidad y un significado histórico. Es social en tanto posee ciertas características: es un fenómeno necesario para los seres humanos, es un fenómeno universal (todas las sociedades la desarrollan), implica relaciones de poder, está pautado o tiene algún grado de institucionalización (tiene normas y reglas), y por último es una práctica histórica (varía a lo largo del tiempo, tanto los saberes como las formas).

Tradicionalmente se piensa a la educación como la acción ejercida por las generaciones adultas sobre las que todavía no están maduras (Emile Durkheim). Este pensamiento es muy reduccionista, debido a que la educación no implica una relación adulto-niño o adulto-joven, sino que puede darse entre joven-joven, niño-niño, adulto-adulto. Incluso actualmente los niños enseñan a los adultos a manejar la tecnología o sobre las nuevas modas.

El término educación tiene una doble etimología:

1) Educere “hacer salir, extraer, dar a luz”: consiste en convertir en acto lo que existe solo en potencia, es decir la educación, a través de mecanismos específicos, desarrolla las potencialidades humanas para que la personas se desenvuelva en toda su plenitud. Bajo este concepto, la educación solo puede desarrollar algo que existe en potencia, como una semilla.

2) Educere “conducir, guiar, alimentar”: desde esta perspectiva la educación tiene mayores posibilidades, con la guía adecuada las posibilidades del hombre serian casi ilimitadas. Esta concepción de la educación fue la que tomaron los fundadores de los sistemas educativos en América Latina en el siglo XIX, como

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