La Etnografía, método, campo y reflexividad
Enviado por Martina Pesce • 21 de Mayo de 2020 • Síntesis • 2.536 Palabras (11 Páginas) • 87 Visitas
Tema: “La Etnografía, método, campo y reflexividad.”
Resolución:
Comienza con un texto, el cual aborda la vida en un escenario de pueblo donde sucedían muchos acontecimientos, en los cuáles, una joven se involucra con gran curiosidad sobre los sucesos cotidianos de los vecinos del poblado.
El procedimiento de trabajo de campo etnográfico carece de sistematicidad. Es conocido también cómo observación participante, consistiendo en un rol inespecífico de las actividades que comprende. Interacciona con los actores sociales, no como un proceso de conocimiento.
La técnica supone la presencia en la experiencia directa garantizando la confiabilidad y los aprendizajes de la misma.
Los etnógrafos separaron los dos términos observación por un lado y participante por el otro, las insertaron en el campo de estudio científico como así la objetividad positiva y la subjetividad naturalista.
Existen dos tipos de observaciones, la participante y la no participante.
La observación sistemática del objeto observado colocándolo fuera de la sociedad al investigador realizando un registro detallado de lo que ve y escucha tomando notas , la participación en el desempeño en cambio apunta a cómo lo hacen los sujetos nativos a los que se estudia y vivenciar la experiencia como sí. El investigador está dentro de la sociedad investigada.
La simultaneidad de ambas no siempre es eficiente ya que cuándo más participa menos observa y viceversa. De todas maneras pueden proveer información diversa por canales alternativos. Ambas se pueden articular equilibrando cuánto se acerca o cuánto se aleja entre una y la otra.
En la aprensión del objeto del conocimiento observando directamente permite evitar las distorsiones como lo hace el positivismo metiéndose en contextos naturales sin mezclarse con el objeto a observar a la vez.
La participación pone obstáculo a la objetividad ya que al interactuar se funde con la vida de los sujetos observados. Es decir, mientras más se involucra el observador en la sociedad observada puede que esto genere incomodidades en la sociedad que se está observando y esta deje de actuar de manera natural y se pongan como a la “defensiva” por así decirlo.
Si en la observación participante la sociedad observada no es consciente de que está siendo observada, puede que cuando el observador comience a realizar preguntas, esta levante “sospechas” y deje de interactuar con el observante y esta situación conlleve a que el observante revele que es un observador.
El confinamiento de malinowski transformo en virtud a través de la observación directa superando teorías evolucionistas de la época del siglo XIX.
Desde el naturalismo los fenómenos no pueden estudiarse de manera externa. El medio es la vivencia impregnarse de manera directa a través de lo sensorial y lo afectivo.
Tanto al involucrarse como alejarse o separarse con los pobladores independientemente sean carnales o excluyentes, la ambigüedad alude a una distinción epistemológica.
El valor de la observación participante permite la presencia directa y no las mediaciones de terceros sesgados de subjetividad. Mientras se involucra de manera completa sin que por ello la subjetividad quede afuera. La intención inherente es que se participa para observar y se observa para participar.
La diferencia radica en la diferenciación cognitiva y el involucramiento que emerge de dicha participación. Y la relación que tengan con los mediadores de investigación o informantes.
Los antropólogos optan por protagonizar según ideas propias ya que la construcción de su conocimiento se basa en participar y observar. Hablar de participación alude a comportarse según las pautas con los nativos. Malinowski se involucraba en las actividades nativas, en la reciprocidad valorando cada hecho cotidiano.
La participación correcta no es ni la única apreciable para problematizar los diferentes ángulos de la cotidianeidad social.
A partir de un hecho o el caso de un personaje al que el etnógrafo puede centrarse en un hilo argumental pero que derivará en algún conocimiento sobre la idiosincrasia de la cultura observada. En los relatos del texto puede apreciarse que el investigador y sus informantes operan como un canal de reciprocidad de sentidos donde se resuelve qué se observa y en el que se participa.
En cuanto a la participación nativa es imposible estudiar un grupo sin ser parte de él, ya sea por sus saberes esotéricos, por su susceptibilidad, etc. El investigador pondrá sus habilidades para saber si se mimetiza para ser aceptado, adoptara un rol específico, dando prioridad a la información que proviene de su inmersión.
El observador puro es un tipo ideal ya que muchas veces su presencia como observador no participante influye de solo estar presente en el ámbito en la conducta de quienes está investigando. Como el ejemplo del libro donde un observador se para a tomar registros sin participar en una clase. Seguramente afectará de un modo u otro al profesor o estudiantes y estos no tendrán una conducta plena o igual a la que mantienen todos los días.
La manera que cada investigador implemente tendrá su correspondencia con los pobladores, su criterio y las habilidades que posea para incorporarse y obtener de allí lo que desea investigar.
Cuando la distribución de tareas no está claramente asignada entre investigador e informantes, puede que no sea funcional a la investigación
La entrevista es una herramienta para que la gente hable de lo que sabe, piensa, siente y cree. El investigador/entrevistador obtiene información de algo interrogando a otra persona
Uno de los tipos de entrevista es la antropológica o etnográfica, la cual cabe plenamente en el marco interpretativo de la observación participante. Situación cara a cara donde se encuentran y se producen reflexividades.
En los manuales clásicos, la entrevista sirve para obtener datos que dan acceso a hechos del mundo, las respuestas cobran sentido por su correspondencia con la realidad facticia. Los problemas surgen cuando esa correspondencia es interferida por la mentira. Las entrevistas no estructuradas aparecen como un instrumento no personalizado. La estandarización de las mismas que las variaciones son intrínsecas únicamente a los respondientes, así, la entrevista consiste en un intercambio constante y los temas abordados son hechos externos a la entrevista.
Desde una perspectiva constructiva, la entrevista es una relación social, y los datos que provee el entrevistado son la realidad que este construye durante la entrevista.
Los investigadores confían en sus rutinas metacomunicativas. Al estructurar el encuentro los roles que cada uno ocupa normalmente pasan a un telón de fondo.
Puede ocurrir que las normas de comunicación no sean las mismas entre entrevistado y entrevistador y que este le imponga las suyas al entrevistado, por eso debe aprender el repertorio metacomunicativo del informador.
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